Un familiar muy exclusivo

En 2004 Mercedes-Benz lanzó el CLS, un modelo que fue el pionero en un nuevo subsegmento del mercado del automóvil, el de los coupé de cuatro puertas, una iniciativa que poco después siguieron otras marcas. Ahora de nuevo la marca de la estrella toma la delantera y con el CLS Shooting Break abre un nuevo nicho, el de los vehículos familiares desarrollados a partir de un coupé, una tendencia que seguro que en no mucho tiempo otros fabricantes se van a animar a seguir.

La denominación Shooting Break no es nueva en el mundo del motor, al parecer comenzó a utilizarse en el siglo XIX en Gran Bretaña y servía para denominar a un tipo de carruaje pensado para transportar a los cazadores en las monterías.

Esta designación cobró una mayor relevancia en las décadas de los 60 y 70 de siglo pasado, cuando marcas como Volvo o Jaguar transformaron algunos de sus deportivos y los dotaron con una carrocería familiar. De ellos el más relevante fue la transformación que sufrió el Aston Martin DB 5.

Bajo la denominación Shooting Break, Mercedes ofrece ahora un vehículo familiar muy original y nada convencional. Está desarrollado partiendo de la plataforma del CLS de cuatro puertas, por lo que las dimensiones de ambos, bastante generosas, son similares. Lo cierto es que Mercedes ha realizado un verdadero ejercicio de estilo con este innovador modelo y se permite ofrecer un vehículo que se sale de los cánones establecidos.

La carrocería familiar de este nuevo CLS, con una parte trasera muy descendente, no permite la utilización como la de un familiar más tradicional, pero aporta unas ventajas muy interesantes si lo comparamos con el CLS coupé. La más destacada es la capacidad de carga del maletero, muy superior a la del coupé y que en el CLS Shooting Break va de los 590 litros en condiciones de uso normal, hasta los 1.550 litros si abatimos el respaldo de los asientos traseros.

Con ello este exclusivo familiar de la marca de la estrella adquiere unas posibilidades de uso mucho mayores. Un maletero que para darle un toque de exotismo y exclusividad, se puede solicitar como opción con el suelo de madera de cerezo americano, con un diseño inspirado en los yates de lujo y por la que hay que pagar 3.950 euros extra.

Otra novedad del CLS Shooting Break, comparado con el coupé del que deriva, son los asientos traseros, que en este familiar están pensados para tres pasajeros. Algo que en la práctica no se cumple, porque debido al diseño de la banqueta de esos asientos, con una plaza central mucho más estrecha, sigue siendo recomendable que se acomoden en ellos solo dos pasajeros. Los ocupantes traseros si se ven beneficiados con una mayor altura al techo para la cabeza que en el CLS de cuatro puertas.

Algo que no varía, siempre en comparación con su hermano el coupé, es el acceso a esos asientos traseros, que debido a la poca altura de las puertas, obliga a agacharse mucho para acceder al interior del coche. En las plazas delanteras no cambia nada y se sigue disponiendo de dos auténticos y confortables butacones.

Técnicamente, estas dos versiones de la familia del Mercedes CLS son muy similares y con pocos cambios entre ellas. El más importante es el de la suspensión trasera, que es neumática y autonivelante en el Shooting Break, algo que viene propiciado por la posibilidad de poder cargar objetos más pesados en el maletero de este vehículo.

En lo que se refiere a la gama de motores, este nuevo CLS está disponible con dos diesel, el 250 CDI y 350 CDI, con unas potencias de 204 y 265 CV respectivamente, y dos de gasolina, el 350 y el 500 con 306 y 408 CV. Unos motores que en el caso del 350 CDI y del 500 pueden ir asociados a la tracción integral 4Matic.

Algo común a todas estas motorizaciones es la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus y el sistema ECO de parada y arranque automático el motor en las retenciones del tráfico. Una sorpresa agradable es que desde el inicio de la comercialización de este modelo, que llegará a los concesionarios españoles a finales de octubre, estará disponible la versión 63 AMG de 525 CV y en opción, por un precio de otros 7.216 euros, la denominada Edition 1 con una potencia máxima de 557 caballos.  

En la primera toma de contacto con el CLS Shooting Break, tuvimos la ocasión de conducir diferentes versiones en todo tipo de carreteras y durante algún tiempo bajo un intenso aguacero. Unas condiciones en las que pudimos constatar que este vehículo muestra un comportamiento excepcional y similar al del coupé de cuatro puertas, con una excelente calidad de rodadura y siempre con un elevado confort de marcha.

Ya desde la motorización más pequeña, el 250 CDI de 204 CV, se dispone de potencia de sobra, un rendimiento que se hace superlativo en el 500 y no digamos en el AMG 63, del que pudimos probar el Edition 1 de 557 CV. También pudimos constatar que su hábitat favorito, debido a sus generosas dimensiones, mide casi cinco metros de largo y tiene una anchura de 1,88 metros, son las carreteras anchas y despejadas, En los trazados más estrechos y sinuosos sus cotas condicionan su conducción. Por otro lado una visibilidad trasera y lateral no muy buena desde el puesto de conducción hace que no se encuentre cómodo en la ciudad.

Algo que se mantiene inalterable en el Mercedes CLS Shooting Break es la magnífica calidad de acabado de la que siempre ha presumido su hermano coupé, con un cuidado exquisito en todos sus detalles. También ofrece un equipamiento de serie muy completo, sobre todo en lo que atañe a las medidas de seguridad activa y pasiva y la marca pone a disposición de sus clientes una larga lista de opciones para personalizar el vehículo.

Estos son los precios del nuevo Mercedes CLS Shooting Brake

Mercedes CLS Shooting Brake, 250 CDI, 67.750 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 350 CDI, 73.400 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 350 CDI 4Matic, 76.250 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 350, 75.850 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 500, 94.150 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 500 4Matic, 97.100 euros

Mercedes CLS Shooting Brake, 63 AMG, 137.500 euros