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GTC, un coche superdotado
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PRUEBA/OPEL ASTRA GTC 1.6 TURBO

GTC, un coche superdotado

Es uno de los coches más llamativos y espectaculares del mercado dentro de lo que son vehículos de precio razonable. Su parte trasera con pasos de

Es uno de los coches más llamativos y espectaculares del mercado dentro de lo que son vehículos de precio razonable. Su parte trasera con pasos de rueda ensanchados y robustos le dan una apariencia muy deportiva, al que no desmerece para nada su buen comportamiento en carretera. Esta variante de motor resulta algo perezosa.

La verdad es que el sub-segmento de las variantes deportivas de los modelos compactos está muy reñida. Por un lado encontramos variantes de cinco puertas llamativas, como el Ford Focus ST o el Seat León mientras que entre los de tres puertas el más destacado es el Megane que ofrece una variante de motor muy potente, el RS, con 265 caballos.

El Astra aporta una carrocería que desde mi punto de vista es muy llamativa pero encontramos un coche solo ligeramente más bajo que la variante de cinco puertas del Astra, pero que gana mucho en espectacularidad por sus formas muy marcadas, su trasera más ancha y sobre todo sus llantas.

Y es que nuestra unidad de pruebas contaba con un equipo de ruedas espectacular. Unos neumáticos de 245/40 montados sobre llanta de 20 pulgadas. Para encontrar un coche con una llanta de 20 pulgadas hay que irse a auténticos deportivos de altas prestaciones.

Eso hace que su aspecto sea aún mucho más llamativo y también hace que mejore su estabilidad pero también que las suspensiones sean más duras, al no tener la deriva que proporciona un neumático con algo más de balón.   

En su interior encontramos un habitáculo bastante amplio porque la batalla se ha ampliado con respecto al Astra de 5 puertas, por lo que tiene más espacio. Eso sí, donde no hay tanto sitio es en la cota de anchura de las plazas traseras, donde tres personas irán bastante justas. Cuando viajan dos personas en esa zona posterior van bien porque su cota de altura es bastante buena, lo mismo que la distancia para las piernas.

Incluso en lo que se refiere a su acceso, algo un poco más crítico en una variante deportiva como esta, es bastante bueno. Lo es porque la puerta abre mucho y es bastante grande, pero sobre todo porque el asiento se desliza hacia delante y deja mucho espacio para acceder a esa zona del interior.

Y en cuanto a su maletero, es más que suficiente para un vehículo de estas características en las que premia por encima de todo su comportamiento y su deportividad. Con todo tiene un volumen de 380 litros, bueno si tenemos en cuenta que el eje trasero del Astra se ha retrasado para ofrecer más habitáculo.

El puesto de conducción es muy bueno, con una buena visibilidad hacia delante y algo más limitada hacia atrás, pero sin que resulte crítica. Y el asiento es muy agradable, ofrece un buen apoyo en zona de curvas, y permite a su conductor sacar partido de un coche que se presta a enseñárselo a los amigos.

La información que el conductor tiene a su disposición es muy buena y además se lee muy bien. Otra cosa diferente es la consola central en la que al menos a mí me parece que hay demasiados botones y que uno puede llegar a perderse con todos ellos. Eso sí, para su manejo siempre puede estar el copiloto para echarnos una mano.

La gama GTC ofrece dos motores de gasolina, de 140 y 180 caballos y otros dos de gasóleo de 130 y 165 caballos. Nuestra prueba la hemos hecho con el más potente de la gama, de momento y a la espera de la llegada del nuevo GTC OPC para el que se anuncia una potencia de 280 caballos.

Por ello nuestra versión era el 1.6 Turbo de 180 caballos, que sinceramente me ha decepcionado un poco. Y es que durante la presentación del modelo en Mallorca había conducido todas las versiones, pero hice la mayor parte del recorrido con el diesel de 165 CV y me pareció un coche genial.

En este caso es un motor que no siempre sube de vueltas con el mismo empuje, y eso según las circunstancias resulta poco alentador.

Por ejemplo, si circulamos por encima de las 3.000 vueltas el motor ya empuja con toda su fuerza y demuestra todo su potencial, pero si estamos por debajo, y sobre todo si bajamos de las 2.500, el coche se queda un poco más parado, algo que no parece normal en un motor de 180 caballos.

Incluso viendo su cifra de par tampoco se entiende mucho este comportamiento, porque sobre el papel el motor debería funcionar muy bien y ofrece su par máximo desde las 2.200 revoluciones, pero la realidad es que por dejado de las 3.000 vueltas no tiene el brío que debería tener.

Por el contrario, como les decía antes, la variante turbodiésel de 165 caballos ofrece un rendimiento ejemplar. Corre un poco menos que este de 180 caballos, pero por el contrario ofrece un mejor tacto, al hacer mucho menos necesario el manejo del cambio y al tener un motor que siempre está lleno, que siempre empuja sea cual sea el régimen de giro en el que está funcionando.  

Esto hace que sea más necesario de lo normal usar el cambio, lo que siempre resulta engorroso pero aún más si cabe en un vehículo de altas prestaciones como este Astra GTC al que se presupone unas aceleraciones fulgurantes pero que solo se pueden conseguir llevando alto de vueltas el motor.

En cuanto a sus consumos, se ven también un poco penalizados por esa limitada elasticidad del motor, que obliga a su conductor a rodar siempre en marchas más cortas para hacer que el motor muestre todo su empuje y eso siempre conlleva un mayor coste en carburante.

Por ello, aunque su consumo homologado en carretera es de 7,2 litros, lo normal es que sin rodar deprisa pero con un algo de alegría es que estemos rodando por encima de los 8,0 litros.

Además, esta versión es la única que no ofrece el sistema Stop/start dentro de la gama GTC, por lo que también en ciudad su consumo se ve ligeramente incrementado con respecto a sus hermanos de gama que sí disponen de este mecanismo que apaga el motor en las detenciones.

En cuanto a su estabilidad, el coche muestra una agilidad en zonas viradas realmente destacable. A ello contribuye la suspensión Flex-ride que ofrece una suspensión dura incluso en los ajustes más suaves, y que se ve incrementada por la rigidez que le proporcionan sus neumáticos de perfil bajo.

Y el resultado es un vehículo que se mueve muy plano en zonas viradas, con una gran estabilidad y al que es difícil sacar de sus casillas. Un coche muy estable al que su estética deportiva le precede.      

El Opel Astra GTC es un coche que me ha gustado mucho después de realizar esta prueba y las otras veces que lo he conducido. Esta versión quizá me ha decepcionado un poco por ese motor un poco perezoso, pero es que parece que con un aspecto tan deportivo como el que ofrece el GTC debería tener las prestaciones de un Porsche. Y eso, la verdad no es posible, y menos por su precio. Y es que este GTC de 180 caballos cuesta según el listado oficial de tarifas 24.100 euros. 

Es uno de los coches más llamativos y espectaculares del mercado dentro de lo que son vehículos de precio razonable. Su parte trasera con pasos de rueda ensanchados y robustos le dan una apariencia muy deportiva, al que no desmerece para nada su buen comportamiento en carretera. Esta variante de motor resulta algo perezosa.