Es noticia
Ideal para el tráfico urbano
  1. Motor
PRUEBA/FIAT PANDA 1.2 POP

Ideal para el tráfico urbano

Fiat es el especialista número uno de entre los fabricantes europeos en la producción de vehículos de dimensiones reducidas y adaptados al congestionado tráfico de las

Fiat es el especialista número uno de entre los fabricantes europeos en la producción de vehículos de dimensiones reducidas y adaptados al congestionado tráfico de las ciudades. Y el mejor ejemplo es el Panda, que es el coche urbano más vendido. Hemos probado la versión de acceso con un motor gasolina de 69 caballos, más que suficiente para moverse por la ciudad y sus alrededores. Si necesitamos algo más, mejor buscar una motorización más potente.

Desde hace unos meses está a la venta esta tercera generación de un modelo cuyo objetivo es garantizar los desplazamientos en el medio urbano. Un vehículo, por ello, de dimensiones externas contenidas pero en el que se busca ofrecer el máximo de espacio para los ocupantes y asegurar agilidad en los desplazamientos. El Panda lleva en el mercado desde el año 1980 y desde entonces son más de 6,5 millones de unidades las que ha vendido Fiat.

El Panda siempre ha sido un coche diferente, con mucha personalidad. Lo fue la primera generación, con unos asientos que eran poco menos que una lona con una estructura de tubos dentro, pero realmente útil como un coche barato y ágil.

Lo ha sido igualmente la segunda generación, con unas formas exteriores muy diferentes al resto, sobre todo con esa pequeña ventanilla tras la puerta trasera y también con unos asientos de colores muy llamativos, pero más parecidos a los de los coches normales.

Esta tercera generación aporta un mayor colorido interior. El salpicadero, con una combinación entre el blanco de la parte exterior y el negro de los interiores provoca un fuerte contraste. También los asientos, con su color claro pero con la incorporación de toques de color rojo o verde que le dan un aire espontáneo y juvenil. Y también aporta un habitáculo mejor pensado que el de su antecesor, con más huecos para poder dejar objetos.

Pero junto a estos detalles innovadores, el coche está bien pensado para lo que se busca, un coche urbano, cómodo y, dentro de las posibilidades de su tamaño, amplio. El coche puede llevar cinco personas en su interior. Al menos está homologado para ello, pero si queremos llevar esas cinco personas deberemos pagar un plus, que supone la instalación de un tercer cinturón de seguridad y un tercer reposacabezas. De lo contrario solo pueden viajar cuatro personas.

De todas formas, lo ideal es que en su interior viajen un  máximo de cuatro personas. Y esto porque una tercera persona en el centro irá estrecho y muy incómodo. De hecho su anchura exterior es de 1,64 metros, por lo que si van tres irán realmente apretados. Lo que si tiene es espacio, al menos razonable, para las piernas de los ocupantes de dichas plazas traseras.  

Pero las dos plazas delanteras son buenas, los asientos sujetan bastante el cuerpo cuando tomamos alguna curva y tienen una buena dureza. La posición de conducción es buena, sobre todo por la posición de la palanca de cambios, que va situada en un apéndice del salpicadero.

En esa posición, el manejo del cambio es bastante agradable y eso a pesar de que al ser un motor poco elástico requiere de un uso más frecuente de la palanca si queremos realmente rodar con agilidad por la ciudad.

El conductor tiene una visibilidad buena de todo lo que ocurre y una posición de conducción agradable al ir un poco elevado, a la que solo se le puede poner un “pero”, la ausencia de ajuste del volante en profundidad.

En cuanto al maletero, con 225 litros de capacidad, creo que es bastante razonable, sobre todo si tenemos en cuenta que el coche mide 3,70 metros. La posibilidad de plegar los asientos de forma asimétrica permite aumentar la capacidad en función de las necesidades hasta casi los 900 litros.

Toca ya ponerlo en marcha. El motor de nuestra unidad de pruebas, como les decía al principio, es el menos potente de la gama. Se trata de un motor 1.2 de 69 caballos con el que el coche se mueve con bastante agilidad en el tráfico urbano. En estas condiciones, con los límites de velocidad actuales, va más que sobrado. Y también se mueve muy bien en zonas interurbanas, para desplazamientos más o menos cortos. Su caja de cambios es de cinco marchas como en todo el resto de la gama Panda.  

Si lo que buscamos es movernos más entre ciudades, con más viajes por carretera normal, entonces iremos algo más justos. Y no es que el coche no pueda con ello, sino que habrá que ir rodando a un régimen alto de vueltas, con el consiguiente castigo del motor, lo que notaremos en el consumo y también en el sonido del motor.

La alternativa de gasolina al 1.2 de cuatro cilindros la encontramos en el 0.9 TwinAir bicilíndrico. Son 85 caballos contra los 69 del 1.2 que hemos probado, pero el motor de 0,9 litros resulta más ruidoso y con más vibraciones, aunque ofrece más potencia y un consumo algo más ajustado. Y si vamos a hacer muchos kilómetros, entonces toma más sentido la opción de la variante turbodiésel con el motor de 75 caballos.

La estabilidad del Panda está pensada para ofrecer un funcionamiento óptimo en el tráfico urbano donde los balanceos de carrocería no importan mucho y donde por el contrario si se valora mucho el confort de marcha. Por ello, las suspensiones de este Panda pecan de ser blandas, lo que hace que resulte muy agradable en ciudad, pero algo menos en carretera donde se producen más movimientos de la carrocería.

Si circulamos a una velocidad normal no es una situación agobiante, pero si tratamos de ir un poco más rápido en una zona de curvas entonces empezaremos a ver que la situación se complica en exceso. Y su conductor se verá superado por esos desagradables balanceos que transmiten a los otros ocupantes la sensación de que al conductor la situación se le va de las manos.

En cuanto a su equipamiento, es razonablemente bueno, con algunos detalles innovadores como la dirección con la función “city” para una mayor suavidad de uso. Pero en el lado negativo la ausencia del sistema de control de estabilidad ESP parece poco apropiada cuando ya es obligatorio en los nuevos modelos.

Hay un elemento innovador, el sistema de navegación que funciona mediante un equipo Tom Tom extraíble, con un zócalo que va instalado en la parte superior central del salpicadero y que resulta muy fácil de utilizar.

Además, la opción de llegar al sitio de aparcar y poder sacar el navegador y llevarlo en el bolsillo para terminar de encontrar el sitio que buscamos creo que es interesante. Este elemento opcional forma parte de un pack en el que se incluyen también el sistema Bluetooth para el teléfono y los mandos en el volante y cuesta 500 euros.

En cuanto al aire acondicionado, es una opción en la versión más barata del Panda, que cuesta 8.570 euros, mientras que con el acabado Lounge, que ya cuesta 10.000 euros forma parte del equipamiento de serie.

Fiat es el especialista número uno de entre los fabricantes europeos en la producción de vehículos de dimensiones reducidas y adaptados al congestionado tráfico de las ciudades. Y el mejor ejemplo es el Panda, que es el coche urbano más vendido. Hemos probado la versión de acceso con un motor gasolina de 69 caballos, más que suficiente para moverse por la ciudad y sus alrededores. Si necesitamos algo más, mejor buscar una motorización más potente.