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Un familiar diferente
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PRUEBA/OPEL MERIVA TURBO 140 CV COSMO

Un familiar diferente

Un monovolumen de casi 4,3 metros de longitud cuya principal característica es que sus puertas delanteras abren en sentido normal mientras que las traseras lo hacen

Un monovolumen de casi 4,3 metros de longitud cuya principal característica es que sus puertas delanteras abren en sentido normal mientras que las traseras lo hacen al revés, al estilo del Rolls Royce Phantom. El motor Turbo de 140 caballos le mueve con mucha agilidad.  

Este nuevo Opel Meriva nada tiene que ver con su antecesor del que heredó el nombre y al que sustituyó el pasado año. Si el más clásico era un coche muy compacto, poco innovador, este que le ha sustituido es bastante más grande, más amplio, más innovador, pero también más caro. Y eso ha hecho que sus ventas no hayan sido todo lo buenas que cabría esperar con la gran mejora introducida en el vehículo.

La idea de montar unas puertas de apertura opuesta para un coche de este segmento, monovolumen compacto, es buena porque mejora la accesibilidad y da una mayor sensación de espacio interior. Algo muy importante en un modelo de uso eminentemente familiar. Sin embargo, la presencia del pilar central desluce parte del trabajo que podrían hacer este tipo de puertas.

Pero es que eliminar ese pilar supondría tener que reforzar al máximo la carrocería para conseguir la necesaria rigidez. Opel ha apostado por la solución más razonable, pero con las puertas de apertura opuesta.

Su interior ofrece una buena habitabilidad, incluso en las plazas traseras a pesar de que su longitud es de solo 4,3 metros. Eso sí, la mejora es limitada con respecto al clásico Meriva, ya muy generoso. Detrás se pueden acoplar hasta tres adultos y la altura disponible es bastante buena, lo que proporciona una sensación de amplitud agradable. Sin embargo, la distancia para las piernas es algo justa, porque se ha dejado mucho espacio para el maletero. Y la anchura también es algo limitada. 

Además, ofrece una alternativa muy interesante que es plegar el asiento central con lo que si lo que se busca es un vehículo con cuatro plazas estas resultarán muy generosas.

En realidad esa es la principal ventaja del Meriva frente a sus rivales, la versatilidad que ofrecen sus plazas traseras. Por un lado, como les decía, se puede plegar el asiento central mientras que los dos laterales se pueden dejar en el mismo sitio o pueden centrarse, con lo que el espacio trasero queda repartido entonces en dos huecos iguales. Y esto, si lo que se busca es llevar a cuatro personas, es ideal.

Pero ofrece muchas otras posibilidades, ya que el coche sin necesidad de quitar o poner asientos en el coche se puede transformar en un 2, 3, 4 o 5 plazas en todo momento según las necesidades.

Las plazas delanteras son buenas y ofrecen una muy buena visibilidad. Y si hablamos del puesto de conducción, este es razonablemente bueno, porque aunque su cuadro de instrumentos es de fácil lectura y con una buena información, en el caso de la consola central resulta exageradamente completa.

Vamos, que tiene tal cantidad de mandos y botones que hace falta mucho tiempo para poder acostumbrarse y conocer todo lo que se puede hacer con ellos. Y si este Meriva lo usamos como un segundo coche jamás le podremos sacar todo el partido.

En la parte central entre los asientos delanteros, ante la ausencia de palanca del freno de mano, hay una especie de cajón que sirve para ampliar los huecos para llevar cosas. Este se puede deslizar en sentido longitudinal. Y es que en este sentido el Meriva cumple bien ya que tiene muchos huecos portaobjetos. Sin duda los más destacables son los cajones que se pueden encontrar bajo los dos asientos delanteros que permiten guardar muchos objetos fuera de la vista y que siempre harán los desplazamientos más agradables.

Y llegamos a su mecánica. Hemos elegido para esta prueba la versión más potente con un motor que resulta agradable de conducir. Es un motor con tecnología downsizing por lo que gracias a un propulsor de solo 1,4 litros de cilindrada se consiguen sus buenos 140 caballos. Gracias a esta potencia el coche se mueve bastante ágil, incluso cuando el coche va bastante cargado.

Su velocidad máxima homologada es de 196 km/h, pero dados nuestros límites de las carreteras está más que sobrado. Además, no es un coche que esté pensado para una conducción muy deportiva, sino que más bien se trata de un vehículo de enfoque familiar, para conductores ágiles pero cumplidores.

El motor es una delicia. La combinación de su baja cilindrada con el turbo resulta muy efectiva. Pese a tratarse de un gasolina el vehículo empuja con su máxima fuerza a partir de las 1.800 revoluciones, por lo que por su forma de entregar la potencia parece un vehículo de gasóleo, pero al que se hubieran eliminado los ruidos y vibraciones. Lo curioso es que con el mismo empuje el motor permite alcanzar las 4.900 vueltas, por lo que casi parece un motor eléctrico una vez que pasamos el momento de la arrancada.

Asociado con este motor encontramos una caja de cambios manual de seis marchas. Funciona bien pero los desarrollos son algo largos sobre todo en las dos últimas marchas lo que desluce en parte el buen funcionamiento de su motor. En cualquier caso sirven perfectamente para poder llanear a velocidades normales para circular por carretera.

Por lo que se refiere al consumo, es elevado, porque hay motores equivalentes algo menos consumidores, como es el caso de los propulsores TSi del grupo Volkswagen. En cualquier caso un consumo homologado de 6,7 litros parece razonable para un vehículo que pesa 1.400 kilos a los que hay que añadir el peso de los ocupantes y sus maletas.

Un último detalle en cuanto a su equipamiento. Esta versión Cosmo, la más completa, está bien equipada pero como un detalle que yo valoraría positivamente, la lista de opciones es muy larga por lo que un usuario puede conseguir un coche muy completo. Entre otras cosas ofrece el FlexFix, el sistema portabicicletas que para un coche familiar como este puede ser una muy buena alternativa.

Un monovolumen de casi 4,3 metros de longitud cuya principal característica es que sus puertas delanteras abren en sentido normal mientras que las traseras lo hacen al revés, al estilo del Rolls Royce Phantom. El motor Turbo de 140 caballos le mueve con mucha agilidad.