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Hiriko, el coche eléctrico vasco
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CUENTA CON EL APOYO DE LA COMISION EUROPEA

Hiriko, el coche eléctrico vasco

Hiriko quiere decir urbano en vasco y de ahí el nombre con el que se conoce este proyecto presentado oficialmente el pasado miércoles a la Comisión

Foto: Hiriko, el coche eléctrico vasco
Hiriko, el coche eléctrico vasco

Hiriko quiere decir urbano en vasco y de ahí el nombre con el que se conoce este proyecto presentado oficialmente el pasado miércoles a la Comisión Europea con la presencia de su presidente, Durao Barroso.

Bajo este nombre se esconde un ambicioso proyecto impulsado por un consorcio de empresas vascas que buscan lanzar al mercado en 2013 un biplaza 100% eléctrico y de uso eminentemente urbano. Un proyecto que ha tenido el beneplácito de la Comisión por ser un proyecto muy innovador, con una tecnología avanzada y en el que la protección del medio ambiente es uno de los puntos básicos.

Se trata de un prototipo de un vehículo de 2,5 metros de longitud y dos plazas con la puerta que se abre por delante y hacia arriba, al estilo de la clásica Isetta de BMW, pero en el que el portón delantero abre hacia arriba. Sin duda ya es novedoso así, pero lo más interesante es que el vehículo es plegable. Su longitud se puede reducir hasta 1,5 metros para poder aparcarlo más fácilmente. 

El coche es realmente innovador, pero no lo es menos la estructura del trabajo en torno al vehículo. Está formado por siete grandes módulos, de los que cada fabricante se ocupa de hacer el suyo. Posteriormente, estos módulos se exportan a cada fábrica de montaje y allí se ensamblan estos componentes. Es, lo que podríamos llamar una producción 100% modular.

En las ciudades en las que haya demanda o acuerdos comerciales para su lanzamiento se montará una pequeña fábrica, con trabajadores locales, que se encargarán de la producción del vehículo. Siempre con la supervisión de expertos de la compañía matriz.

Se barajan varias opciones para su comercialización dependiendo de la legislación en cada país, incluso la de hacerlo como un cuadriciclo ligero, con una velocidad limitada a 50 km/h y sin necesidad de carné de conducir para llevarlo. También podría haber versiones más potentes y por ello con una velocidad más elevada.

En cuanto a su precio, aún  no ha sido fijado dado que queda más de año y medio para su hipotética puesta en marcha, pero se habla de unos 12.500 euros sin incluir el coste de las baterías.

Este otoño podría comenzar la producción de las primeras unidades, que luego serán enviadas a las diferentes ciudades de todo el mundo con las que ya hay acuerdos firmados para sus pruebas finales. Por lo que se refiere a la producción para clientes finales en la primera planta de montaje podría comenzar a principios de 2013.  

La idea surgió en el prestigioso MIT norteamericano, cuna de los mejores ingenieros del mundo. A partir de esa idea el proyecto lo ha desarrollado el consorcio vasco. Y ya hay planes para expandir el negocio, ya que junto a la planta española ya se prevé montar otras fábricas en las localidades más avanzadas en materia de protección del medioambiente, como la sueca Malmoe, pero sin renunciar a macrociudades como San Francisco, Boston o Berlín.

Este concepto de coche de construcción modular recuerda en algunos aspectos a ese famoso proyecto del ingeniero español Ignacio López de Arriortúa que a finales de los años ochenta propugnaba un cambio en la forma de entender el automóvil con los fabricantes de los componentes como protagonistas del vehículo terminado.

Hiriko quiere decir urbano en vasco y de ahí el nombre con el que se conoce este proyecto presentado oficialmente el pasado miércoles a la Comisión Europea con la presencia de su presidente, Durao Barroso.