Cuarenta años del legendario Porsche 917

Fue en el Salón de Ginebra de 1969 cuando la marca alemana presentó al gran público su nuevo modelo de competición, el 917. Un coche de aspecto espectacular, equipado con un impresionante motor V12 situado en la parte central-trasera justo por detrás del puesto de pilotaje. Un vehículo que en los siguientes años fue imbatible hasta el punto que en el Campeonato de la Can-Am fue prohibido por su dominio absoluto.

El proyecto 917 comenzó en junio de 1968 cuando la Federación Internacional del Automóvil, FIA, anunció una nueva categoría de vehículos de competición, los deportivos homologados con un peso mínimo de 800 kilos y motores de hasta cinco litros de cilindrada. Bajo la supervisión de Ferdinand Piech se completaron las 25 unidades necesarias para su homologación en abril de 1969 por lo que ya podía participar oficialmente.

Sus comienzos, como casi siempre en competición, fueron bastante malos con diversos abandonos por falta de fiabilidad mecánica. Pero en agosto de ese mismo año, con Joe Siffert al volante, logró su primer triunfo en Austria.

El 917 era un coche muy especial. Tenía su motor de doce cilindros opuestos en posición trasera que proporcionaba inicialmente más de 520 caballos. Su chasis tubular permitía diferentes tipos de carrocería. Por ello, los técnicos de Porsche hacían versiones de carrocería corta o larga en función del circuito. En los más virados y ratoneros, carrocería con su parte trasera más corta para hacerlo más manejable mientras que en los de largas rectas, básicamente Le Mans, se hacían las versiones llamadas de “cola larga”.

Tras las versiones de carrocería cerrada, de las que el piloto español Alex Soler Roig tuvo una para disputar los diferentes campeonatos de la época, llegaron los Spider. Versiones de carrocería algo más corta y sin techo, con las que se disputaron las Interseries y sobre todo el campeonato Can-Am.

Tras los primeros triunfos de 1969, las temporadas 1970 y 1971 fueron un auténtico paseo para el coche de la marca de Stuttgart. Hasta el punto de que Porsche ganó 9 de las 10 carreras del campeonato en 1970 y otras 8 de diez en 1971. Además, ambos años ganaron las míticas 24 de horas de Le Mans.

Cuando la reglamentación para los deportivos de cinco litros de cilindrada cambió, Porsche decidió pasarse a disputar el Canadian American Challenge, más conocido como el campeonato Can-Am. En su primera participación con el 917/10 con motor con turbocompresor de 1000 caballos la marca alemana dominó el campeonato.

Para el año siguiente el coche fue el 917/30, cuya potencia aumentó hasta los 1.200 caballos. El dominio era tan absoluto entonces que desde el momento de la salida los dos coches de Porsche se situaban en cabeza e iban doblando regularmente a todos los rivales

Por ello, al final de la temporada 1973 la FIA hizo una nueva reglamentación para el campeonato limitando drásticamente el consumo de carburante con el fin de evitar el dominio de Porsche.

El Porsche 917 es una auténtica leyenda de la historia de la competición automovilística. Prueba de ello es que 50 expertos internacionales en competición seleccionados por la revista británica “Motor Sport” han nominado al 917 como el “mejor automóvil de competición de la historia”.

En total, Porsche fabricó 65 unidades del 917: 44 coupés de cola corta y larga, dos PA Spyder y otros 19 Spyder con motores turbo de hasta 1.400 CV para el campeonato CanAm y las Interseries. Siete de los modelos 917 más importantes, entre ellos los ganadores de Le Mans de 1970 y 1971, así como el 917/30 Spyder dominador del Can-Am, se exhiben ahora en el nuevo Museo Porsche de Stuttgart-Zuffenhausen.