Bruselas también presiona para que se rebaje el Impuesto de Matriculación

Bruselas no tiene dudas de cuáles son las medidas necesarias para estimular la demanda de vehículos. En el Plan de Recuperación Económica que la Comisión Europea puso sobre la mesa el pasado día 26, una de las claves que plantea es ir más allá en la fiscalidad del automóvil, iniciativa que pasaría por “la reducción por parte de los Estados miembros de sus impuestos de matriculación y circulación para los vehículos con menos emisiones”. El Ministerio de Industria no habría hecho oídos sordos a la propuesta de Bruselas y a una tradicional petición por parte del sector. De este modo y en paralelo a las reuniones mantenidas con los principales afectados en los últimos días, habría puesto sobre la mesa la posibilidad de aparcar temporalmente el Impuesto de Matriculación, con el fin de estimular la venta de coches.

Fuentes del sector confirmaban ayer a la agencia Ep la noticia adelantada por El Confidencial, según la cual el Ministerio de Industria barajaría como alternativa, entre las medidas que incluirá en enero el Plan Integral de Automoción, la supresión temporal del gravamen. Incluso fueron más allá: se trataría de una medida que se prolongaría uno o dos años como máximo. Una medida excepcional ante la crisis. El planteamiento no habría llegado al vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, desde cuyo Ministerio se advertía ayer que no se ha recibido ninguna propuesta al respecto. Su concurso es fundamental, ya que, como impuesto cedido, las autonomías perderían un jugoso bocado.  

El departamento que dirige Miguel Sebastián, que ya advirtió a las comunidades en la reunión que mantuvo con ellas el 25 de noviembre que habría que hacer sacrificios, se aprestó ayer a desmentir que se estuviera estudiando dicha eliminación, ni temporal ni permanentemente, sin entrar en más detalles. Eso a pesar de que el propio titular de Industria había asegurado tras la citada reunión con las autonomías que el macroplan que prepara para enero incorporaría las propuestas planteadas por la Comisión Europea. La eliminación del Impuesto de Matriculación es una recomendación europea que viene de lejos. 

“No hay que asustarse. Se trata de iniciativas que también se manejan a nivel europeo. De hecho, la falta de coordinación fiscal ha hecho que algunos países tengan una doble imposición: el IVA, por un lado, y Matriculación, por otro”, aseguran fuentes próximas a las reuniones que el Ejecutivo mantiene con el sector. Según recuerda la patronal de concesionarios (Faconauto), “con la eliminación del impuesto se igualaría la carga impositiva sobre la adquisición del automóvil a la del resto de grandes países europeos con fabricación y mercado relevante, como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Los ciudadanos españoles tienen que realizar un esfuerzo para la compra de automóviles, en términos de renta disponible, muy superior a la del resto de europeos”

Energía limpia con menos tasas

El plan, tal y como lo recoge Bruselas, se engloba dentro de uno de los tres grandes pilares de colaboración entre el sector público y privado que plantea la Comisión. En la iniciativa European green cars participaría la Comunidad, el Banco Europeo de Inversiones, además de contar con las contribuciones de la industria y de los Estados miembros. Todo ello debería generar fondos por valor de 5.000 millones de euros, con el objetivo último de lograr la irrupción de las energías renovables y fuentes de energía no contaminantes en el sector. El BEI otorgaría créditos blandos a productores y distribuidores para el desarrollo de tecnologías que favorecieran la seguridad y redujeran el impacto medioambiental, en especial mediante el desarrollo de los coches eléctricos. A ese objetivo deberían colaborar “medidas que afecten a la demanda como la reducción de los impuestos de matriculación y circulación para los coches con menos emisiones, así como esfuerzos para retirar del parque los vehículos de más edad”.

El sector, que tiene a 30.000 de sus 75.000 trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, sufre este año una auténtica debacle de las ventas; sólo en noviembre las matriculaciones cayeron un 49,6%, la segunda peor bajada de la historia. Ante la gravedad de la situación, el propio presidente del Gobierno ha mantenido reuniones con el presidente de la patronal de los fabricantes (Anfac), Francisco Javier García Sanz, así como con los secretarios generales de las federaciones del metal de CCOO, Felipe López, y de UGT, Manuel Fernández Lito. El Impuesto de Matriculación es un tributo cedido desde 2002 a las comunidades, que en 2007 ingresaron por este concepto una cifra cercana a los 2.000 millones de euros.

Por el momento, los diferentes miembros del Gobierno no han mostrado demasiada sintonía respecto a cómo deben seguirse las directrices planteadas por Bruselas. En unas recientes jornadas convocadas por The Economist, el vicepresidente Solbes recordó que, aunque España no dispone de marcas propias, la del automóvil es la primera industria del país. Razón para que España “esté detrás de cualquier plan que se adopte la UE”. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respaldó la aproximación: el plan de reactivación económica prestará especial atención al sector del automóvil, pero dentro de los parámetros que fije la UE. Sebastián, sin embargo, aportó un matiz diferente: su plan de enero también incorporará las propuestas de la Comisión Europea.