Rubalcaba impone tres condiciones a Artur Mas para apoyar su referéndum

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dejado la puerta abierta al presidente catalán, Artur Mas, para que pueda celebrar el referéndum independentista. Durante la discreta entrevista que mantuvieron el pasado domingo en Madrid, en presencia del líder del PSC, Pere Navarro, los socialistas, sin embargo, le pusieron tres condiciones indispensables para apoyar esa consulta: que se realice dentro del marco legal, que sea acordada con el Gobierno central y que sea vinculante, “como se ha hecho en otros países, como en Canadá o en el Reino Unido”.

Fuentes socialistas señalaron a El Confidencial que Rubalcaba “se mostró abierto al diálogo y a escuchar lo que Mas tenía que decir”. Parte de la conversación versó también sobre la “segunda transición”, que se materializaría en la reforma de la Constitución para posibilitar la constitución de un Estado Federal, aunque no se entró en detalles sobre el particular. “Esta segunda transición, lo mismo que la regeneración democrática, es necesaria y urgente”, subrayan las fuentes consultadas.

Mas, por su parte, pidió “que en esa reforma de la Constitución se explicite la posibilidad de que Cataluña pueda celebrar un referéndum”, señalan a El Confidencial fuentes del Gobierno catalán. Y ello porque “la consulta, para nosotros, es innegociable y así se le ha hecho saber a los líderes socialistas”.

La reunión, que en esta ocasión fue atada por Pere Navarro aprovechando un viaje personal de Mas a Madrid, según coinciden todas las fuentes consultadas, se enmarca en la estrategia de lograr complicidades para el giro soberanista que Mas ha iniciado. Desde el Gobierno catalán se subraya que “el diálogo con estamentos políticos es un mandato del Parlamento catalán y además un compromiso personal del presidente de la Generalitat”. Pero en realidad va más allá: lo que busca Artur Mas es ganar adeptos a la causa o, cuando menos, que no pongan obstáculos. A los contactos con Mariano Rajoy y Rubalcaba seguirán otros con diversos líderes políticos, pero también, y especialmente, en Europa, donde la diplomacia catalana trabaja en una agenda para explicar el proceso catalán a los líderes comunitarios. 

Las exigencias del PSC

El deshielo entre socialistas y convergentes de las últimas semanas no implica, sin embargo, que el PSC pueda apoyar al Gobierno catalán o los presupuestos de este año. Y eso que Pere Navarro mantiene ahora un diálogo fluido y permanente con el jefe del Ejecutivo catalán. Es más, los socialistas señalan que “nos extraña que Mas esté tan prisionero de sus socios de legislatura y que el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, dé la espalda al diálogo. Pero tanto Rubalcaba como Navarro seguirán con los puentes de entendimiento tendidos. Es más, el PSC está propiciando en estos momentos el único puente entre Cataluña y España”. Consideran también que “algo se mueve, pero Mas está todavía en una posición soberanista cerrada”.

Afirman, asimismo, que durante la reunión no se habló del eventual apoyo que el PSC pueda dar a CiU en el Parlamento catalán “porque para ello tendría que abandonar la senda soberanista, cosa que no parece dispuesto a hacer”. La prioridad de Mas, no obstante, es lograr que ERC y PSC entren en su Gobierno y así lo ha manifestado reiteradamente los últimos días. “A nosotros se nos pide corresponsabilidad, pero exigimos que abandone sus planteamientos soberanistas y adopte planteamientos más sociales. Las prioridades son otras”, se quejan en el PSC.

Además, critican que no conocen todavía los presupuestos de este año. “Lo único que sabemos es que la música no nos gusta. Y por lo poco que sabemos, Mas tendría que dar un giro de 180 grados a su política para que los apoyemos. No nos gusta, por ejemplo, que se hagan privatizaciones chapuza como la del agua, o que se apliquen recortes brutales a los funcionarios, o que dé el hachazo a los medios públicos, o que se realicen cierres ideológicos de escuelas, como las siete que están condenadas dejando sin alternativa a sus alumnos”, explican fuentes socialistas a este diario.

La gran campaña de Mas

Pero la senda de Artur Mas no se ha movido ni un ápice. Es más: Convergència tiene preparado ya el material de una intensa campaña “por el derecho a decidir y por el Estado propio”. “El proyecto llevará a los máximos dirigentes del partido y a algunos de los altos cargos de la Generalitat a recorrer el territorio catalán durante un periodo de tres meses aproximadamente”, recoge el dossier sobre esta campaña.

Esta se divide en tres bloques temáticos: la crisis económica y social, la crisis política e institucional y el proceso del derecho a decidir y el Estado propio. “Durante la campaña, se explicará la situación financiera de la Generalitat, se concretarán las cifras del expolio fiscal que padece Cataluña por parte del Estado español y se evidenciará que el esfuerzo del Govern para garantizar el Estado del bienestar es mucho más importante que el que hace la Administración española”.

Los dirigentes nacionalistas explicarán, asimismo, las estrategias diseñadas para afrontar los obstáculos hacia la independencia “y se darán argumentos que demuestran la viabilidad económica, política y social de una Cataluña independiente”. Y, además, se explicará a los militantes “el juego sucio que se ha iniciado desde algunos sectores del Estado contra Convergència y sus dirigentes”.

Un tríptico que ya tiene confeccionado (y que lleva el expresivo título de "Derecho a decidir y Estado propio. Garantía de un futuro mejor") recoge un gráfico en el que se señala que “no tenemos recursos porque 4 de cada 10 euros que pagamos en impuestos no nos los devuelven”. Y especifica que Cataluña paga a España 45 millones de euros al día, lo que equivale a 2.251 euros por persona y año. “No tenemos capacidad de decisión porque el Estado español nos la niega vetando todo lo que hacemos”.

Las motivaciones de esta campaña son “ofrecernos como una herramienta al servicio de la liberación del país, ya que somos el partido más grande y con más implantación”, según reza el material de campaña. La meta es conseguir apoyos a la independencia. Para ello, quieren movilizar a toda su gente. “Pasar de afiliados a militantes”, se señala en el dossier sobre la campaña. Y afirma que “no hay objetivo numérico. Nos interesa la calidad y la motivación de las personas que dan el paso de militar en Convergència, no la cantidad”.