Mas inicia una gira por Europa para advertir que España no cumple sus compromisos

El Gobierno español no cumple sus compromisos. Éste es el mensaje que el presidente catalán, Artur Mas, llevará a todos los países europeos que visite en el transcurso de una gira que ayer le llevó a Portugal. Mas se reunió con el presidente del país vecino, Aníbal Cavaco Silva, y con el primer ministro, Pedro Manuel Passos Coelho. La intención del dirigente nacionalista era “situar Cataluña en el mapa y explicar nuestra situación, no sólo en cuanto a modelo económico o estructuras, sino sobre la cuestión que más nos afecta, es decir, sobre el déficit fiscal”, dijo ayer Francesc Homs, portavoz del Gobierno autonómico.

Homs admitió que Mas pretende explicar en sus reuniones con dirigentes europeos “los compromisos que el Gobierno español había firmado con nosotros y decir que no cumple estos compromisos”. En otras palabras, la intención del mandatario catalán es dejar bien claro que el déficit que soporta Cataluña es culpa de Madrid, que no paga las obligaciones a las que está comprometida por ley: debe 970 millones de euros en infraestructuras, además de 1.450 millones del Fondo de Competitividad y varios cientos de millones más por los servicios del Estado que presta la Generalitat en esta comunidad.

Para el portavoz gubernamental, éste es “un ejercicio de pedagogía. O lo hacemos nosotros, los catalanes, o nadie lo hará por nosotros. Es más, sabemos que cuando explican nuestra realidad, lo hacen de forma tergiversada e incluso faltando a la verdad”.

En las reuniones con los mandatarios portugueses de ayer, el presidente de la Generalitat trató el tema particular de la situación del país vecino y “las tensiones financieras que todos padecemos y que nos afectan mucho”. Pero el verdadero objetivo era exponer la situación de Cataluña. Lo mismo hará en todos los viajes que tiene pendientes por Europa, pero aún a falta de concretar sobre el calendario.

En la agenda del President, el viaje a Portugal está concebido como la primera acción de “un programa para explicar la realidad catalana y la propuesta de resolver, a través de un pacto fiscal justo, la situación de discriminación que padecen los catalanes”.

Flexibilizar el déficit para las autonomías

Homs reclamó precisamente ayer que la flexibilidad que ha obtenido el Gobierno central sobre la reducción del déficit se traslade a las autonomías. “Ignoro si el tema será tratado en la reunión que el consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) tendrá el jueves, pero si hay un mínimo de conciencia social, debería repercutir en las comunidades autónomas, ya que somos nosotros los que soportamos casi exclusivamente en nuestros presupuestos los gastos de los servicios del estado del bienestar, como la enseñanza o la salud”.

Y no escatimó en críticas al Ejecutivo central. ”No deja de ser sorprendente que sea precisamente el Estado quien vaya diciendo a los demás que han de apretarse el cinturón cuando ellos no lo han hecho. En Cataluña ya hemos bajado el salario a los trabajadores públicos, pero ellos no han tomado ninguna medida en este sentido, cuando tendrían que haberlo hecho ya. Es más, no han tomado ninguna medida. Eso es un contrasentido”.

Mañana jueves, también se celebrará la cumbre convocada por Artur Mas con todos los partidos políticos con representación parlamentaria para tratar de llegar a un acuerdo sobre las exigencias mínimas del pacto fiscal que la Generalitat llevará a Madrid en el segundo semestre del año. En esa reunión, el presidente catalán sondeará mecanismos para tratar de incorporar a socialistas y populares a su propuesta, aunque sea solamente en algunos puntos.

La intención de sumar un amplio consenso, sin embargo, no implicará, según Homs, “que se desnaturalice el contenido”. Es decir, que la Generalitat no permitirá una rebaja de las exigencias que se han de llevar a Madrid. En este sentido, la portavoz económica del PSC, Rocío Martínez-Sampere, manifestó ayer a Catalunya Ràdio, la emisora pública catalana, que su formación “negociará porque queremos el consenso”, pero criticó que “CiU no se ha movido ni un milímetro. Y es muy difícil decir que tienes un acuerdo cuando no se ha querido negociar de verdad”. Admitió, no obstante, que los nacionalistas “es posible que hayan cambiado de actitud, pero no de posición”, lo que deja la puerta abierta a lo que pueda pasar en los próximos días para saber si los socialistas se suman al carro del pacto.