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PP y PSOE presionan a sus filas catalanas para que rechacen el pacto fiscal
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SÁNCHEZ-CAMACHO, A FAVOR DE MEJORAR LA FINANCIACIÓN ACTUAL

PP y PSOE presionan a sus filas catalanas para que rechacen el pacto fiscal

Los dos grandes partidos, PP y PSOE, no ven con buenos ojos el pacto fiscal que el presidente catalán, Artur Mas, quiere poner encima de la

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PP y PSOE presionan a sus filas catalanas para que rechacen el pacto fiscal

Los dos grandes partidos, PP y PSOE, no ven con buenos ojos el pacto fiscal que el presidente catalán, Artur Mas, quiere poner encima de la mesa del Ejecutivo central en el segundo semestre del año. Evidentemente, la salida de la crisis financiera copa todas sus preocupaciones. Pero el rechazo va más allá de cualquier aspecto coyuntural: se basa en que dicho pacto es un componente del nacionalismo. Y esos sectores de populares y socialistas, a pesar de estar encuadrados en dos formaciones tan distintas, coinciden en una cosa: Cataluña debe ser como cualquier otra comunidad.

Los dos grandes partidos han ido lanzando avisos a sus correligionarios en Cataluña para que no cedan ante las tesis de Mas, escorado hacia el independentismo con el apoyo de ERC e ICV. Por algo, CiU y el Gobierno catalán han pactado las bases del pacto fiscal con esos dos partidos: que Cataluña salga de la Lofca, la creación de una Agencia Tributaria Catalana independiente, la gestión de todos los impuestos desde Barcelona, el pago de un cupo al Estado y la rebaja de la aportación al Fondo de Solidaridad.

En esta tesitura, la sola predisposición a hablar con los nacionalistas es frontalmente rechazado por determinados sectores del PP y del PSOE. Y ello incluso cuando se da la circunstancia de que tanto los populares como los socialistas catalanes coinciden en diagnosticar que es necesario reformar el sistema de financiación de la comunidad, porque el actual la perjudica gravemente.

Desde el Gobierno central y desde el PP ya se le dijo a Artur Mas que se olvide de sus tesis soberanistas porque no serán aceptadas nunca. El PP catalán, en cambio, ha elaborado un documento en el que propone un régimen singular para Cataluña, aunque dentro de la Lofca en cualquier caso. Esta postura encuentra oposición en algunos sectores del PP nacional porque se considera que es “una concesión” al nacionalismo. “Nuestra principal prioridad es salir de la crisis. Luego, podremos hablar de la nueva financiación”, señala una fuente popular a El Confidencial. Sin embargo, en el PP catalán están a favor de mejorar la financiación actual. “Por ello, hemos presentado esta semana en la cumbre con Mas una propuesta de singularización de Cataluña”, dicen en esta formación.

El PP tiene a su favor que su presidenta en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, se ha arrogado el papel de correa de transmisión entre el Gobierno central y la Administración catalana. Sus iniciativas, pues, tienen todo el apoyo del presidente nacional, Mariano Rajoy. “Las tesis de ambos son similares, por lo que no hay tensiones internas a la hora de plantear los temas. Lo único que ha de cuidar más Alicia es el diseño de la estrategia en Cataluña, ya que ella conoce más el terreno”, añade la misma fuente.

Otra cosa es el PSOE, porque un sector de este partido ve con manifiesta desconfianza el pacto fiscal catalán. Y desde algunos sectores se acusa al PSC de ser un partido más nacionalista que socialista. Aunque desde las instancias oficiales se afirma que “lo único que hace el PSC es explicar al PSOE lo que es el pacto y no se ha producido ninguna presión”, desde otras fuentes internas se admiten fuertes presiones para que los socialistas catalanes se desmarquen de los nacionalistas.

“No admiten la singularidad”

A nadie se le escapa que en algunos círculos del PSOE existe una férrea oposición a todo lo que pueda lindar tangencialmente con el nacionalismo Por ello, barones socialistas se han posicionado repetidamente en contra de las tesis del PSC. Estos sectores consideran el pacto fiscal una petición netamente nacionalista. “Nos costará hacer comprender bien lo que pretende el pacto fiscal, porque en sectores del PSOE no se entiende que podamos plantear una singularización para Cataluña”, admite a El Confidencial un alto cargo del PSC. Y compara la situación del PSC con la del PP catalán, también lastrado por las presiones de Madrid.

El secretario de Organización del partido, Daniel Fernández, en cambio, se muestra tajante: “Le estamos explicando al PSOE cómo está el tema y el PSOE está interesado en conocer los detalles, pero no hay nada más. Nosotros no hemos recibido presiones de ningún tipo sobre este asunto”, señala Fernández a El Confidencial. El número dos del socialismo catalán es consciente de que “con la crisis que estamos pasando, es lógico que las principales preocupaciones de la dirección del PSOE estén puestas en otros temas, pero nosotros también sabemos que deben ser conscientes de la relevancia del pacto fiscal”.

Fernández asegura que al PSC no ha llegado ninguna presión sobre la postura que ha de tomar respecto al pacto y obvia las presiones de los barones del PSOE. “Nosotros hablamos con la cúpula del PSOE. Lo único que constatamos es que hay voluntad de diálogo y que tenemos una relación fluida. Si ha habido alguna protesta de líderes territoriales, a nosotros no nos han dicho nada”, añade el dirigente socialista.

Los dos grandes partidos, PP y PSOE, no ven con buenos ojos el pacto fiscal que el presidente catalán, Artur Mas, quiere poner encima de la mesa del Ejecutivo central en el segundo semestre del año. Evidentemente, la salida de la crisis financiera copa todas sus preocupaciones. Pero el rechazo va más allá de cualquier aspecto coyuntural: se basa en que dicho pacto es un componente del nacionalismo. Y esos sectores de populares y socialistas, a pesar de estar encuadrados en dos formaciones tan distintas, coinciden en una cosa: Cataluña debe ser como cualquier otra comunidad.