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CiU 'congela' el pacto fiscal para tender puentes con Rajoy
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“EL REFERÉNDUM NO DEJARÍA MARGEN PARA NEGOCIAR CON MADRID”

CiU 'congela' el pacto fiscal para tender puentes con Rajoy

Convergència i Unió (CiU) dejará en stand-by la posibilidad de convocar una consulta popular sobre el pacto fiscal al menos durante este año, según ha podido

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CiU 'congela' el pacto fiscal para tender puentes con Rajoy

Convergència i Unió (CiU) dejará en stand-by la posibilidad de convocar una consulta popular sobre el pacto fiscal al menos durante este año, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes de la cúpula de esta formación. “En estos momentos, no prevemos ningún referéndum porque no nos dejaría mucho margen para negociar con el Gobierno central”, reconoce un alto dirigente de Convergència. Para los nacionalistas, una acción de este tipo en estos momentos “sería una mala estrategia. No nos parece muy razonable meter esa presión al Gobierno que acaba de tomar posesión”. De momento, pues, la posibilidad del discutido referéndum quedaría guardada en un cajón. ¿Hasta cuándo? “Si es necesario, incluso hasta la legislatura que viene. Antes del referéndum tenemos cosas más importantes de que ocuparnos”, dicen desde la cúpula nacionalista.

A comienzos de un nuevo año político, los nacionalistas catalanes creen que se abre una nueva etapa. “Comenzamos con varios hechos diferenciales: primero, hay una mayoría absoluta en el Gobierno del PP de Madrid; segundo, en clave catalana, hay dos partidos, PSC y ERC, con nuevas direcciones y que tienen a sus máximos líderes fuera del Parlamento; y tercero, hemos de variar la estrategia de la geometría variable que vinimos aplicando el año pasado”, explica también a este diario Ramon Espadaler, portavoz adjunto de CiU en el Parlamento autonómico.

¿Cómo varía esta estrategia? Hasta ahora, en un mismo proyecto de ley CiU podía pactar con distintas fuerzas. Pero ahora, todos piden exclusividad. Todos quieren ser el socio preferente de Artur Mas. Por tanto, los pactos han de ser por proyectos; ya no se podrá pactar una ley incorporando enmiendas de todos. Y esta situación se produce en un momento, además, en que se están negociando las cinco leyes ómnibus (que modifican 90 disposiciones legales que había hasta ahora) y en breve comenzarán a negociarse la ley de presupuestos 2012 y la ley de acompañamiento de estos presupuestos. Desde CiU se muestran esperanzados de que los números puedan aprobarse con la ayuda del PP, aunque niegan que vaya a haber un pacto permanente. “La oposición intentará dibujar el escenario de un matrimonio de CiU y PP, pero eso será irreal”, admite Espadaler (UDC). Y otro dirigente, pero de Convergència, subraya que “lo que no quiere Mas es volver al escenario del año 2003 que él vivió en primera persona y que nos dejaba atados de pies y manos frente al PP”.

Desde la formación nacionalista, sin embargo, reconocen que sus tesis económicas coinciden mucho con las de los populares, por lo que un acuerdo entre ambos sería más fácil. Es cierto que su potencial socio Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha dicho que está dispuesta a apoyar al Ejecutivo de Artur Mas a cambio de nada... o de casi nada: sólo le exige la convocatoria de la consulta popular sobre el pacto fiscal. Y así Mas podría paliar la minoría que tiene en el Parlamento, donde le faltan sólo seis escaños para alcanzar la mayoría absoluta. Pero, en estos momentos, CiU no está por la labor y no secundará la estrategia de los republicanos. “Sabemos a qué nos exponemos, pero ahora no es el momento”, argumentan desde CiU.

El tema va para largo

Y ello por varios motivos. Primero, porque la prioridad del Gobierno catalán es salir de la crisis. Segundo, porque el Gobierno de Mariano Rajoy acaba de tomar posesión, por lo que ha de conocer primero la situación en la que están las finanzas españolas y luego establecer sus prioridades. Tercero, porque todavía es preciso sumar apoyos al texto que la Generalitat quiere enviar a Madrid, puesto que ni PP ni PSC lo apoyan. Y sin el apoyo de al menos uno de estos partidos la propuesta quedaría descafeinada. “Nos interesa especialmente que se sume el PSC, aunque aún está lejos debido a los temas de la responsabilidad de la recaudación de los impuestos y del margen competencial”. Pero una vez cumplidos estos objetivos, todavía debe enviarse el texto a Madrid y comenzar a negociar. “Somos conscientes de que eso no se hace en dos meses, ni siquiera en medio año. O incluso en un año. Por tanto, esperemos a salir primero de la crisis y ya abordaremos entonces el tema de si hace falta una consulta popular para presionar al Gobierno central”, añaden las mismas fuentes.

Sin embargo, el Ejecutivo de Artur Mas sí trabajará para visualizar la necesidad de una nueva financiación para la comunidad autónoma. “Lo que pretendemos es escenificar que es mayor la sensibilización sobre el tema en la calle que en el propio Parlamento catalán. Hay muchos votantes que no son de CiU, de ERC o de ICV que también están a favor de un mejor trato a Cataluña. Y no están de acuerdo con la decisión de PP y de PSC de no sumarse a esta petición. Por tanto, la sensibilización sobre la necesidad de un nuevo pacto fiscal va más allá de los propios límites de los partidos políticos”.

De todos modos, desde el nacionalismo catalán también son conscientes de que “una nueva financiación no es la solución a todos nuestros problemas. Estamos de acuerdo con que tenemos un sistema muy malo. Y la propuesta que haremos paliará en parte el déficit que arrastra Cataluña y que es lacerante. Pero no nos equivoquemos y no demos a entender que el pacto fiscal lo solucionaría todo”.

Convergència i Unió (CiU) dejará en stand-by la posibilidad de convocar una consulta popular sobre el pacto fiscal al menos durante este año, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes de la cúpula de esta formación. “En estos momentos, no prevemos ningún referéndum porque no nos dejaría mucho margen para negociar con el Gobierno central”, reconoce un alto dirigente de Convergència. Para los nacionalistas, una acción de este tipo en estos momentos “sería una mala estrategia. No nos parece muy razonable meter esa presión al Gobierno que acaba de tomar posesión”. De momento, pues, la posibilidad del discutido referéndum quedaría guardada en un cajón. ¿Hasta cuándo? “Si es necesario, incluso hasta la legislatura que viene. Antes del referéndum tenemos cosas más importantes de que ocuparnos”, dicen desde la cúpula nacionalista.

Mariano Rajoy