Valderas sigue adelante con su viaje al Sáhara y pide hablar con Susana Díaz

No se ha sentido "desautorizado ni reñido". Tampoco sorprendido por la dura desautorización pública de Susana Díaz sin que hubiera antes, al menos, una conversación privada para interesarse por el polémico viaje al Sáhara. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, ha tratado de rebajar el pulso abierto en el seno del Gobierno por el anunciado viaje a Argelia en los próximos meses. Un día después de que la presidenta dejara claro que nadie de su Gobierno realizará esa visita, el dirigente de IU mantuvo que su vicepresidencia seguirá adelante con la programación del viaje a los campamentos de Tinduf.

Lo más sorprendente es que Díaz y Valderas aún no hayan hablado ni mantenido ninguna conversación sobre este asunto. El vicepresidente sí habló ayer con el consejero de la Presidencia. Fuentes de la vicepresidencia aseguran eso es "lo normal". No obstante y a pesar del mandato imperativo expresado ayer públicamente por Díaz que indignó a muchos en IU, Valderas hizo gala de "temple" y se mostró convencido de que podrá convencerla de su viaje. Se verá. Hay temor a un conflicto diplomático que frustre intereses económicos. No se sabe lo que pactaría Díaz con el rey Mohamed VI ni si abordaron este asunto en su entrevista el pasado septiembre, pero la socialista ha cerrado cualquier puerta a esa visita a Tinduf.

Valderas recordó su condición de vicepresidente y quiso alejarse de "polémicas o "retos". Hay ya experiencia previa. El conflicto más duro vivido en el seno del Gobierno andaluz se convirtió en un pulso público a través de los medios de comunicación por el desalojo de la Corrala Utopía. Los elementos en este nuevo conflicto por el viaje al Sáhara son muy similares aunque la voluntad de IU de evitar otro pulso ha quedado muy clara. Ahora sí será difícil después de que Díaz desautorizara ayer públicamente a su vicepresidente que el desenlace final no se mida en términos de quien claudica.

El vicepresidente andaluz consideró que la solidaridad nunca puede ser motivo de conflicto y recordó que su homólogo en la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, del PP, viajó al Sáhara de forma oficial en la segunda semana del pasado diciembre y no pasó nada. Igual ha ocurrido con otros como el presidente de Murcia o el alcalde de Zamora. Andalucía destinó en 2014 a los campamentos saharauis 979.998 millones de euros. La cifra crece a 18,5 millones desde 2003.