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Así sacó Botín el picasso de España: negando a la Guardia Civil que lo tenía en Valencia
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Así sacó Botín el picasso de España: negando a la Guardia Civil que lo tenía en Valencia

El capitán del 'Adix', el velero del expresidente de Bankinter, ocultó en una inspección en el puerto de Valencia que el 'picasso' iba a bordo solo unas horas antes de llevárselo a Córcega

Foto: Un barco similar al de Botín.
Un barco similar al de Botín.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) acusa a Jaime Botín de haber usado una goleta domiciliada en la isla de Guernsey para trasladar del puerto de Valencia a la isla de Córcega (Francia) un 'picasso' protegido por el Ministerio de Cultura. El expresidente de Bankinter también habría contratado un 'jet' privado de una firma portuguesa para guardar finalmente la obra en un depósito franco del aeropuerto de Ginebra (Suiza), a la espera de que fuera subastada en Londres, aunque la Guardia Civil y el servicio de aduanas galo la interceptaron antes de que pudiera completar esa última fase del viaje. El plan era sumamente complejo, pero, en realidad, todo habría comenzado con un simple engaño.

Según consta en las actuaciones, a que ha tenido acceso El Confidencial, el presunto delito de contrabando cometido por Jaime Botín con la exportación ilegal de su 'picasso', valorado en 26,2 millones de euros, habría arrancado en una dársena del puerto de Valencia. El capitán de su velero de 65 metros de eslora, Paul Goss, habría ocultado supuestamente de forma intencionada a agentes de la sección fiscal de la Guardia Civil que 'Cabeza de mujer joven' estaba a bordo del buque el 11 de junio de 2015, solo unas horas antes de que la embarcación zarpara rumbo al puerto corso de Calvi con ese óleo del genio malagueño en sus camarotes.

placeholder Lea el acta que levantó la Guardia Civil en el 'Adix'.
Lea el acta que levantó la Guardia Civil en el 'Adix'.

Así figura en el acta de inspección que la Guardia Civil levantó ese día en el 'Adix', el yate de tres mástiles que el hermano del presidente del Banco Santander Emilio Botín adquirió en 1990 y que utiliza desde entonces para surcar los mares de todo el mundo. Como recoge el sumario, los agentes de la Guardia Civil tomaron declaración de los bienes que, según el capitán, tenía el buque en ese momento en su interior. Según fuentes jurídicas, los funcionarios de la sección fiscal no tenían orden de realizar un registro, sino solo anotar los alimentos, aparatos electrónicos, obras de arte y otros objetos que se encontraban a bordo. Querían comprobar si, como había comunicado regularmente Botín hasta ese momento, el 'picasso' todavía estaba en el 'Adix'.

Paul Goss declaró que, además de carne de cordero, ternera y cerdo, bebidas alcohólicas, medicamentos, dos ordenadores y tres televisiones, entre otros productos, el 'Adix' también estaba fondeado en aguas de Valencia con una millonaria colección de lienzos de grandes artistas europeos de los tres últimos siglos. La sorpresa saltó cuando Picasso no apareció en la lista de autores que viajaban en la nave. Según el capitán, en ese instante, solo había obras de Alfred Vickers, Camille Corot, Eugene Bodin, Jan Van Goyen, Jan Griffier, Thomas Smythe, Edward Charles Williams y Ernest Lawson. Ni rastro del pintor español más cotizado de todos los tiempos.

Maniobra de distracción

La ausencia de la obra hizo saltar todas las alarmas en el Ministerio de Cultura, que en ese momento ya disponía de una sentencia de la Audiencia Nacional que avalaba su decisión de proteger el cuadro prohibiendo su venta en el extranjero, por el enorme valor artístico del lienzo, perteneciente al periodo Gósol de Picasso, uno de los más breves pero a la vez más cruciales. En la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del ministerio temieron que el óleo ya hubiera salido de territorio nacional y se encontrara escondido en cualquier depósito de arte del mundo.

Por la presunta exportación ilegal de un bien protegido, el banquero no solo se expone a perder la obra, sino también hasta a cinco años de cárcel

Solo unas semanas después, descubrieron que, en realidad, el 'picasso' seguía en Valencia cuando la Guardia Civil tomó declaración al capitán. Según la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado, Jaime Botín habría utilizado presuntamente esa maniobra de distracción para sacar la obra de España y llevarla navegando hasta Córcega. El 30 de julio de 2015, funcionarios de aduanas francesas comprobaron que 'Cabeza de mujer joven' había llegado hasta Calvi procedente de Valencia a bordo del 'Adix'. El 'picasso' estuvo todo el tiempo dentro de la nave. Agentes de la UCO desplazados desde España registraron a fondo el buque, levantaron acta de todos los bienes que escondía y devolvieron el cuadro a España con apoyo de funcionarios de Cultura.

Un 'jet' para llevarse el cuadro a Ginebra

La investigación permitió luego descubrir que el banquero había contratado un avión privado de la compañía portuguesa NetJets Transportes Aéreos SA que ese mismo día, el 30 de julio, iba a desplazarse desde Ginebra hasta Calvi para hacer el recorrido inverso horas después con el cuadro ya en sus bodegas. Según han logrado acreditar los agente de la UCO, el avión elegido por Botín para ese último traslado era un Cessna modelo 560 XL con matrícula CS-DXO. El traslado era tan inminente que los desplazamientos ya tenían número de vuelo: NJE231F, la ida, y NJE034N, la vuelta.

placeholder Avión con matrícula CS-DXO que utilizó Botín para trasladar el cuadro. (Ad Meskens)
Avión con matrícula CS-DXO que utilizó Botín para trasladar el cuadro. (Ad Meskens)

La Guardia Civil solicitó la imputación del capitán Goss, al considerar que había participado en el delito de contrabando presuntamente cometido por el expresidente de Bankinter, al ocultar que el cuadro se encontraba en el interior del 'Adix' cuando el buque aún estaba fondeado en Valencia. Durante el procedimiento, los máximos responsables del buque han admitido que el 'picasso' iba en su interior y que, una vez llegaron a Córcega, recibieron la orden de Botín de descolgar el óleo y prepararlo para su traslado, aunque aseguran que nunca supieron cuál iba a ser su destino.

Por la presunta exportación ilegal de un bien protegido, el banquero no solo se expone a perder la obra, sino que también podría afrontar una condena de hasta cinco años de cárcel y una sanción económica de hasta seis veces el valor del cuadro. Es decir, que se arriesga a pagar 157,2 millones de euros. Parte podría quedar saldada con la incautación del 'Adix', al ser el medio de transporte que utilizó para cometer el supuesto delito de contrabando.

Su defensa niega la acusación y está convencida de que el caso ni siquiera llegará a la fase de juicio oral. Asegura que el cuadro siempre estuvo a bordo del 'Adix', que es propiedad de la mercantil Cherokee Bay Limited, radicada en la isla de Guernsey. Es imposible, por tanto, que el 'picasso' fuera sacado ilegalmente de España porque, en realidad, siempre estuvo fuera, aunque el buque estuviera fondeado en aguas de Valencia. Esperan que el procedimiento se salde con la devolución automática de la obra, que desde el verano de 2015 se encuentra en depósito judicial en el Museo Reina Sofía de Madrid.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) acusa a Jaime Botín de haber usado una goleta domiciliada en la isla de Guernsey para trasladar del puerto de Valencia a la isla de Córcega (Francia) un 'picasso' protegido por el Ministerio de Cultura. El expresidente de Bankinter también habría contratado un 'jet' privado de una firma portuguesa para guardar finalmente la obra en un depósito franco del aeropuerto de Ginebra (Suiza), a la espera de que fuera subastada en Londres, aunque la Guardia Civil y el servicio de aduanas galo la interceptaron antes de que pudiera completar esa última fase del viaje. El plan era sumamente complejo, pero, en realidad, todo habría comenzado con un simple engaño.

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