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El asesinato de la CAM: un 'mensaje' para la familia por sus negocios en Iberoamérica
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la policía rastrea las filiales del 'holding' en la región

El asesinato de la CAM: un 'mensaje' para la familia por sus negocios en Iberoamérica

Los investigadores restan peso a la hipótesis de que el crimen de Carmen Martínez fuera orquestado por miembros del clan y apuntan a los vínculos del 'holding' familiar al otro lado del Atlántico

Foto: La Policía Científica registra el vehículo en el que la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala fue hallada muerta. (EFE)
La Policía Científica registra el vehículo en el que la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala fue hallada muerta. (EFE)

El crimen que tiene conmocionada a la sociedad alicantina desde el pasado viernes se habría ideado a miles de kilómetros de distancia. Esa es la principal hipótesis con la que trabajan los agentes de la Policía Nacional que investigan el asesinato de la industrial María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala y propietaria, junto a los cuatro hijos del matrimonio, de un imperio con negocios químicos, inmobiliarios y automovilísticos que facturó más de 200 millones de euros en 2014. Recibió dos tiros en la cabeza cuando recogía su coche en un concesionario de la familia.

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La Policía ya ha tomado declaración a sus hijos y allegados para tratar de averiguar si la víctima había recibido alguna amenaza o estaba inmersa en algún conflicto que permita reducir el círculo de sospechosos. Según fuentes próximas al caso, todas las pistas apuntan en estos momentos a que el asesinato fue obra de un sicario mandado desde Iberoamérica que quería enviar un mensaje a la familia. Los agentes están rastreando los negocios del clan en la región y la posible existencia de enfrentamientos con socios o clientes locales.

El 'holding' de los Sala Martínez, agrupado bajo el paraguas de Samar Internacional SL, fabrica y distribuye resinas y polímeros en Argentina (con sede social en Buenos Aires), Brasil (Sao Paulo), México (Ciudad de México DF), Uruguay (Montevideo), Perú (Lima) y Colombia (Bogotá). Además, tienen oficina en Marruecos (Casablanca). Excepto en Argentina y Colombia, el 100% de las acciones de las filiales está controlado directamente por el 'holding', sin inversores externos. El grupo también tiene presencia en Portugal y Alemania y participa en otros sectores, pero el tipo de crimen ha situado el foco sobre los negocios químicos del otro lado del Atlántico.

Según fuentes próximas a la investigación, el asesino utilizó un silenciador para no ser descubierto. El crimen se produjo a las 19:00 del pasado viernes, cuando la matriarca iba a subirse a su coche, un Porsche Cayenne, que había dejado para lavar en un concesionario del 'holding' familiar. En ese momento, el negocio estaba abierto al público. Había empleados a solo 10 metros de distancia. Pero ninguno escuchó nada. De hecho, lo primero que pensaron cuando la encontraron malherida es que se había golpeado con algún objeto. Aún hablaba e intentaba respirar. No supieron que había recibido dos impactos de bala hasta que llegaron las primeras patrullas.

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El autor de los dos tiros no solo sabía que necesitaba un silenciador. También tenía experiencia apuntando el arma. El primer disparo entró por la parte trasera de la cabeza. Y el segundo, perforó un lateral cuando el cuerpo de la víctima ya estaba iniciando el camino hacia el suelo. Probablemente, apuntan fuentes próximas al caso, Carmen ni siquiera vio a su verdugo. No era un simple ladrón. Por ahora, la pistola no ha aparecido. Los expertos en balística de la Policía analizan los casquillos para tratar de averiguar si hay alguna correspondencia en las bases de datos del Ministerio del Interior o el tipo de arma se convierte en una pista.

El autor del crimen desapareció sin dejar más rastro. Escogió un punto del concesionario que no está vigilado por cámaras, al contrario que la residencia de la familia, en una finca situada en la avenida de Denia, al norte de Alicante. Las instalaciones en las se produjo el asesinato se ubican, además, junto a la intersección de las autovías A-70 y A-31. Pudo huir en cuatro direcciones distintas. Y el aeropuerto internacional de El Altet se encuentra a solo 12 minutos en coche. La Policía trabaja con la hipótesis de que el culpable ya no esté en España.

Las fuentes consultadas creen que el crimen podría tener como objetivo enviar una advertencia al resto de la familia. La salud financiera del grupo familiar parece envidiable. Solo la división química facturó 193 millones de euros en 2014. Y en las cuentas de 2015 de las filiales solo aparecen resultados en positivo. Pero los agentes investigan proyectos fallidos en Iberoamérica y las relaciones del clan con empresarios locales. Por ejemplo, las cuentas de Samar Internacional SL del pasado ejercicio reflejan un profundo deterioro de los activos de su delegación en Sao Paulo, pero la causa podría ser la devaluación que ha experimentado en los últimos año el real brasileño.

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Con todo, el autor del crimen ni siquiera se molestó en forcejear con su víctima o sustraer dinero o alguno de los objetos de valor que llevaba encima para tratar de simular el móvil del robo. Tampoco hay evidencias de que intentara llevarse el Porsche, aunque tenía casi una década. Parece que el autor intelectual quería que nadie pensara que la muerte había sido un accidente.

Otras líneas de investigación han perdido peso conforme pasaban los días. En un primer momento, se barajó que el crimen tuviera su origen en las fuertes discrepancias que han manifestado los diferente miembros del clan en torno a la gestión de los negocios familiares. Fuentes próximas a la familia han confirmado esos enfrentamientos. Además, en las últimas semanas se habían producido cambios significativos en la estructura societaria del grupo y en sus órganos de dirección.

El pasado octubre, el único descendiente varón del expresidente de la CAM y la fallecida, Vicente Jesús Sala Martínez, dejó la presidencia de Samar Internacional SL a su hermana María del Mar. También cedió la presidencia de otra firma, Compañía Española de Resinas SL, con 76 millones de euros en activos, a otra de sus hermanas, María Antonia. El propio Vicente comunicó la disolución voluntaria de una filial registrada en Londres, Samarlen UK Limited, hace solo unos días. Y la familia creó dos sociedades limitadas para la gestión de patrimonio a la vuelta del verano, Alopo Capital SL y Marlo Capital SL.

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El concesionario en el que se produjo el asesinato también atravesaba cambios. La rama de los automóviles estaba desde hacía años en manos de la tercera hermana, Eva Fuensanta, y el marido de esta, Miguel López. Era el negocio que peor funcionaba de todo el 'holding'. Pasaron de controlar la distribución de marcas como Porsche, Honda y Volvo para toda la provincia de Alicante a vender coches de segunda mano y controlar un 'rent a car' que estaba en quiebra.

Los investigadores ya han tomado declaración a los hijos y han comprobado que la matriarca tenía una cita con el notario en los próximos días. Sin embargo, las fuentes consultadas aseguran que la reunión no estaba relacionada con el reparto de poder en el grupo y mantienen que en ningún caso habría podido alterar la posición de los descendientes. Del testimonio de los hijos tampoco se desprende que el conflicto por la gestión del imperio o la hipotética herencia pudieran haber desembocado en un parricidio.

Con todo, se mantienen abiertas todas las líneas de investigación. El testimonio de los hijos puede ser fundamental para conocer los posibles conflictos que el 'holding' mantenía en Iberoamérica.

El crimen que tiene conmocionada a la sociedad alicantina desde el pasado viernes se habría ideado a miles de kilómetros de distancia. Esa es la principal hipótesis con la que trabajan los agentes de la Policía Nacional que investigan el asesinato de la industrial María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala y propietaria, junto a los cuatro hijos del matrimonio, de un imperio con negocios químicos, inmobiliarios y automovilísticos que facturó más de 200 millones de euros en 2014. Recibió dos tiros en la cabeza cuando recogía su coche en un concesionario de la familia.

Sucesos Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)