De Alfonso, el conspirador antisoberanista, pide su reingreso en la carrera judicial

Sus conversaciones grabadas con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en las que conspiraba con él para airear en la prensa supuestos escándalos de corrupción sobre partidos catalanes partidarios de la independencia o del derecho a decidir, le costaron su puesto como director de la Oficina Antifraude de Cataluña. Apenas unos días después de que el Parlamento de Cataluña lo destituyera, Daniel de Alfonso ha solicitado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) su reingreso en la carrera judicial. La comisión permanente de ese órgano abordará su caso el próximo jueves, pero la decisión es reglada: se acordará su vuelta al servicio activo y retornará a la sección séptima de la Audiencia Provincial de Barcelona, la misma que dejó para dirigir el órgano anticorrupción catalán.

Como en el caso de otros jueces que abandonan temporalmente la carrera para dedicarse a otras actividades en la Administración o en la política, Daniel de Alfonso pasó a la situación administrativa de servicios especiales al llegar a Antifraude. Esa situación le da el derecho a mantener su plaza reservada al pedir el reingreso en la carrera. También le permite conservar su antigüedad de cara a optar a otros destinos, así como su salario y sus derechos pasivos. Es decir, que el exdirector de la Oficina Antifraude se encuentra en la misma situación laboral que dejó al ingresar en ese órgano dependiente del Parlament. La situación de servicios especiales en la carrera judicial está equiparada a todos los efectos al servicio activo.

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Transcripción de las grabaciones al ministro Fernández Díaz

El Confidencial

Las conversaciones grabadas con el ministro, en las que aparecía planificando con Fernández Díaz ataques concertados con la prensa y la Fiscalía contra el soberanismo catalán, lo han dejado muy marcado ideológicamente. Pero los únicos mecanismos que prevé la ley para esos casos son la abstención y la recusación. En caso de que una causa relacionada con un cargo o militante de un partido soberanista catalán recaiga en su sección, De Alfonso podrá apartarse si así lo decide. El afectado también podrá pedir su recusación por falta de apariencia de imparcialidad, al haber quedado muy señalado políticamente. En las conversaciones con Fernández Díaz, De Alfonso se mostró de acuerdo con el plan del ministro y puso la institución que dirigía al servicio de la causa antiindependentista.

Fuentes judiciales recuerdan además que De Alfonso no está procesado, ni acusado, ni existe ningún impedimento contra él que le imposibilite, por el momento, seguir trabajando como juez. La Fiscalía General del Estado anunció el pasado jueves que está estudiando esa conversación grabada para determinar si existen indicios de que hubiera podido cometer el delito de malversación de caudales públicos o revelación de secretos. Ese mismo organismo adelantó sin embargo que no apreciaba indicios de ninguna de esas infracciones, así como de preconstitución de pruebas falsas o prevaricación administrativa en el caso de Fernández Díaz.

En las conversaciones entre ambos, grabadas en 2014, parecía que el ministro y De Alfonso se concertaban para fabricar escándalos contra políticos independentistas, utilizando la Fiscalía y mostrando su intención de filtrar a periodistas afines las supuestas investigaciones que se abrieran. El ministro llegó a decir frases como: "Esto la Fiscalía te lo afina; hacemos una gestión". Entre los asuntos que ambos llegaron a tratar, se encontraba una supuesta cuenta del exalcalde de Barcelona Xavier Trias (CiU) en Suiza, cuenta cuya existencia se demostró falsa, pese a que fue publicada en medios de tirada nacional.