Las patatas calientes que deja Ruz antes de irse de la Audiencia Nacional

Esta semana, el juez Pablo Ruz debe abandonar la Audiencia Nacional para incorporarse a su plaza en la localidad madrileña de Móstoles. El pasado viernes, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el nombramiento de José de la Mata como titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, momento desde el cual tiene ocho días para incorporarse a su destino. El nuevo vecino del órgano judicial va a llegar a su puesto con un juzgado muy saneado de asuntos, aunque todavía se va a encontrar alguna patata caliente que deberá resolver.

Un vez que aterrice, De la Mata tendrá que decidir si ordena la apertura de juicio oral contra los once militares marroquíes que Pablo Ruz acaba de procesar por el genocidio saharaui iniciado en 1975. Este asunto ha provocado cierta preocupación en el Gobierno, que mira con recelo esta decisión por el miedo a que empañe las buenas relaciones con el país vecino.

Cuando era Cándido Conde-Pumpido fiscal general del Estado, ya mostró su cautela con este asunto, en un momento crucial en el control de inmigrantes. Marruecos tiene un papel relevante en el acceso a España de 'sin papeles'. Del control que haga desde sus fronteras depende la mayor o menor facilidad de la entradaa España. Pero el principal problema es el accesode terroristas islamistas por esta frontera,y la cooperación entre ambos Gobiernos es esencial para controlarlo.

La misma preocupación que en su día tenía Conde-Pumpido sigue existiendo con el Gobierno actual, que estudia ya a través de la Abogacía del Estado el alcance del procesamiento acordado por Ruz. El magistrado ha enviado a través del Ministerio de Justicia una comisión rogatoria al país norteafricano para que informe del procesamiento a los implicados además de fijar a través de Interpol la búsqueda y captura de siete de ellos.

Aunque Marruecos se negara a entregar a los militares procesados, al existir una orden de detención no pueden salir del país porque podrían ser arrestados. Por una medida similar, la Audiencia Nacional ya provocó un conflicto diplomático con China, que se resolvió modificando por la vía de urgencia la ley que regula la Justicia universal, reduciéndola a la mínima expresión.

Sin embargo, Ruz se ha agarrado a que el genocidio saharaui comenzó cuando este territorio todavía era considerado provincia española, y por tanto no le afecta la ley de Justicia universal. Según fuentes ministeriales, la diferencia entre China y Marruecos es que este último tiene más conocimiento del funcionamiento de la Justicia española y tiene claro que los jueces son independientes y pueden adoptar decisiones que se escapan del control del Ejecutivo.

Crisis con Marruecos

De ahí que desde el Ejecutivo esperan que el procesamiento acordado por Ruz no llegue a convertirse en un conflicto diplomático, aunque reconocen que no es un buen momento después de la crisis que se está viviendo con el fallecimiento de dos espeleólogos españoles en Marruecos a causa, según los familiares de estos y del tercer montañero que ha sobrevivido, de un mal y lento rescate.

Las buenas relaciones entre las monarquías de ambos territorios hacen que los diversos problemas generados se vayan reconduciendo. Aun así, los intereses de España son múltiples. Por un lado, no se puede permitir a día de hoy que Marruecos deje de controlar la entrada de islamistas radicales, precisamente ahora que las Fuerzas de Seguridad y el Centro Nacional de Inteligencia tienen puestos todos sus esfuerzos por vigilarla proliferación de células y evitar atentados en territorio español. No sólo eso, a nivel empresarial, Marruecos es el primer destino de las exportaciones e inversiones españolas en el país africano.

Cuando aterrice, De la Mata tendrá que decidir si finalmente sienta en el banquillo de los acusados a los presuntos responsables del genocidio en el Sáhara entre 1975 y 1992. Por ahora, Marruecos se ha negado a contestar ninguna de las comisiones rogatorias remitidas tanto por Ruz como por Baltasar Garzón, su antecesor en el Juzgado y quien inició está investigación. En todo caso, si finalmente se decide a seguir adelante y el reino alauí no da señales, el juicio no podrá llevarse a cabo sin la presencia de los acusados.

Los monstruos de Nueva Rumasa y Pescanova

A pesar de que Ruz ha dejado concluidas varias macrocausas, hay otras que parecen 'incontrolables' y que De la Mata tendrá que encarar. Entre ellasestá la macroestafa de la familia Ruiz Mateos, que logró recaudar 550 millones de euros con Nueva Rumasa en las cuatro emisiones de pagarés que realizó durante el año 2009 a través o avaladas por distintas empresas del grupo. A pesar de las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre el riesgo de estas operaciones, más de 5.000 inversores 'picaron'por la alta rentabilidad que ofrecían, un 8%, muy por encima de los intereses ofrecidos en el mercado en ese momento. En 2011, Ruz citó a toda la familia a declarar y desde entonces no ha habido grandes movimientos en la causa.

En el caso de Pescanova, el Juzgado que ha dirigido este magistrado sí ha estado activo pero no le ha dado tiempo a concluir la instrucción de un proceso que se inició en 2013. Tiene a una veintena de imputados, entre ellos al que fuera presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, y dos consejeros: Alfonso Paz-Andrade y José Antonio Pérez Nieva, por vender acciones de la multinacional pesquera antes de que su situación económica se diera a conocer públicamente “con el fin de evitar pérdidas en sus patrimonios personales y plenamente conocedores de la verdadera situación económica de la entidad”.

A pesar de que Ruz se ha centrado en los últimos meses en finalizar el 'caso Gürtel', abierto desde 2009, si no hay novedades en la semana que le queda, se irá sin dejar cerrada la segunda parte del sumario. El magistrado concluyó la pieza conocida como Época 1, así como la pieza separada de lospapeles de Bárcenas. Sin embargo, le falta una segunda fase, pendiente de varias comisiones rogatorias sobre la trama liderada por Francisco Correa. Si no lo da por zanjada, el nuevo titular tendrá que estudiarse todo el 'caso Gürtel' para poder decidir respecto de quiénes hay indicios suficientes para sentarlos en el banquillo. Este asunto ha pasado por las manos de tres jueces y con De la Mata será el cuarto instructor que se estudie esta trama de corrupción.