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Piden un año para el agente que golpeó a un hombre por orinar ante su comisaría
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en pleno centro de madrid

Piden un año para el agente que golpeó a un hombre por orinar ante su comisaría

El funcionario, que se enfrenta a un año de prisión, golpeó con su porra al joven en las piernas y en la mano. Le rompió el dedo y le mantuvo impedido

Foto: Comisaría de la Policía Nacional (EFE)
Comisaría de la Policía Nacional (EFE)

El sábado noche llegaba a su fin aquel 10 de julio de 2010. Eran las 6.30 de la madrugada y el alcohol apretaba su vejiga. Había que vaciarla como fuera y donde fuera cuanto antes. La calle se presentaba como un urinario más a los ojos de alguien que no encuentra otras soluciones. Sin embargo, había algo en ese lugar que lo hacía ligeramente distinto al resto de esquinas. A apenas diez metros se encontraba la Comisaría de Policía del Distrito Centro, cuya puerta de acceso es vigilada habitualmente por uno o dos agentes.

El joven, que quizá ni siquiera había reparado en el pequeño detalle, se bajó la cremallera pensando únicamente en reducir lastre y se puso a orinar. Su sonrisa, sin embargo, se tornó en gesto de dolor a los pocos segundos de comenzar a soltar peso. El líquido se cortó de golpe y sus rodillas se doblaron.

Al agredido le salieron 'hematomas en ambos muslos', según el escrito de la Fiscalía, y se le fracturó el quinto metacarpiano de la mano derecha

Uno de los agentes que estaba controlando la entrada de la comisaría había sacado su porra, cruzado la estrecha calle Leganitos y le acababa deaporrearcon fuerza en la parte posterior de ambas piernas. El 'leñazo' provocó que el joven se girara sobre sí mismo y que el siguiente porrazo alcanzara su mano, lo que multiplicó su dolor.Aún con la bragueta abierta, el chico fue conducido a las dependencias policiales. Una vez allí, el funcionario le pidió la identificación y le sancionó, aunque no terminó ahí la película, ya que el agredido optó por denunciar el ataque.

El Ministerio Público–en cuyo escrito se basa este relato– entiende ahora que la agresión es constitutiva de un delito de lesiones y que el autor debe ingresar en la cárcel duranteun año, algo que en ningún caso ocurrirá al carecer el afectado de antecedentes penales. El juicio se celebra estos días –a mediados de diciembre, cuatro años después de que se produjera el episodio– en la Sección Decimoséptima de la Audiencia Provincial de Madrid.

La Fiscalía, además de solicitar la pena de prisión, considera que también es responsable civil subsidiario el Ministerio del Interior y que tanto esta institución como el policía que aporreó al ciudadano deben indemnizarle con 2.250 euros por las lesiones sufridas.

Al agredido le salieron “hematomas en ambos muslos”, según el escrito de la Fiscalía, y se le fracturó el quinto metacarpiano de la mano derecha, contusiones que tardaron un mes en recuperarse y que provocaron que el perjudicado estuviera quince días impedido.

El sábado noche llegaba a su fin aquel 10 de julio de 2010. Eran las 6.30 de la madrugada y el alcohol apretaba su vejiga. Había que vaciarla como fuera y donde fuera cuanto antes. La calle se presentaba como un urinario más a los ojos de alguien que no encuentra otras soluciones. Sin embargo, había algo en ese lugar que lo hacía ligeramente distinto al resto de esquinas. A apenas diez metros se encontraba la Comisaría de Policía del Distrito Centro, cuya puerta de acceso es vigilada habitualmente por uno o dos agentes.

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