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Rajoy intenta ganar tiempo posponiendo cambios en el PP hasta que lleguen los 'brotes verdes'
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CELEBRARÁ LA CONVENCIÓN DEL PP EN OCTUBRE

Rajoy intenta ganar tiempo posponiendo cambios en el PP hasta que lleguen los 'brotes verdes'

Mariano Rajoy también prefiere dejar para final de año, cuando sostiene que acabará la recesión, la gran asamblea del partido que debe convocar en 2013. Según

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Rajoy intenta ganar tiempo posponiendo cambios en el PP hasta que lleguen los 'brotes verdes'

Mariano Rajoy también prefiere dejar para final de año, cuando sostiene que acabará la recesión, la gran asamblea del partido que debe convocar en 2013. Según fuentes del PP, ya ha decidido celebrarla después del verano, casi en el ecuador de la legislatura y en un periodo en el que se abren las expectativas internas de posibles cambios en el Gobierno. Haya o no síntomas de recuperación para el próximo otoño, el PP tendrá que pensar para entonces en congraciarse con su electorado ante la próxima cita electoral: los comicios europeos de la primavera.

El jefe del Ejecutivo y del PP ha confirmado a la dirección del partido que seguirá consagrado en los próximos meses a las tareas de Gobierno, principalmente a la política económica en su vertiente exterior e interior. Como demuestra desde que llegó a La Moncloa, mantiene su plena confianza en su secretaria general, María Dolores de Cospedal, para que siga el día a día de la organización.

Rajoy rompió la tradición de José María Aznar de arrancar la mayoría de las semanas con una reunión del partido a la que convocaba a los principales dirigentes (los maitines de los lunes inventados por Manuel Fraga), para coordinar las relaciones Gobierno-partido. Desde que llegó a La Moncloa, el actual presidente también ha delegado esas funciones, ahora limitadas a la organización interna, en la secretaria general. Rajoy reduce al mínimo su presencia en la sede central de Génova y las citas del Comité Ejecutivo.

Para reactivar la vida del partido, salir en defensa del Gobierno y apoyar su política de reformas, María Dolores de Cospedal ha recuperado los foros de debate del partido, ahora llamados “debates abiertos” para abrirlos a la sociedad. Puestos en marcha en marzo, se desarrollarán durante los fines de semana previos al verano y recorrerán casi todas las Comunidades Autónomas. 

Después de estrenarse con el primero dedicado al empleo y que se celebró en Ciudad Real (en la Comunidad autónoma que gobierna Cospedal), el próximo sábado día 13 le tocará el turno a Madrid con un debate sobre “el valor de la política”, que reunirá de nuevo a la mayoría de los principales dirigentes del partido y representantes del Gobierno.

El PP quiere aprovechar las aportaciones de esos debates, en los que pretende escuchar a la sociedad, para preparar la convención Nacional prevista ahora para el otoño. Es un órgano consultivo al que pueden asistir unos 2.000 dirigentes y militantes que el presidente reúne los años que no hay Congreso Nacional y que el PP suele utilizar para preparar sus programas de Gobierno, proyectar al partido ante unas elecciones o, como será en este caso, para “hacer balance de las políticas del partido”. La última se celebró en octubre de 2011, mes y medio antes de las elecciones generales.

Gran asamblea para congraciarse con la militancia

La convocatoria de la Convención Nacional corresponde al presidente del PP y tiene como fin principal evaluar la marcha del mismo y debatir las resoluciones que proponga la dirección. En fuentes de la organización reconocen que habían pensado en la posibilidad de celebrar la gran asamblea antes de las vacaciones pero que, al final, Rajoy ha indicado que se deje para después del verano. No se trata de un aplazamiento, pero sí de una decisión tomada para ganar tiempo, abordar un relanzamiento previo de la organización e intentar congraciarse, o buscar al menos, la compresión de una militancia y un electorado dolido con medidas como las subidas de impuestos o los recortes presupuestarios.

Rajoy también tendrá que decidir sobre las listas para las elecciones europeas. Los presidentes del Gobierno suelen recurrir a estos puestos para recolocar a ministros salientesDurante este año no habrá elecciones, pero la primavera siguiente llegan las elecciones europeas, donde no están en juego grandes parcelas de poder, pero sirven de gran encuesta sobre la popularidad del Gobierno, las opciones de la oposición y, esta vez, para comprobar si el bipartidismo corregido hasta ahora vigente en España está tan en cuestión como reflejan los sondeos.

La convención, donde no habrá cambios en la dirección pero sí supondrá distintos grados de protagonismo de los dirigentes del PP, será el último gran acto de partido ante el prólogo de una posible remodelación del Gobierno. En Génova dan por hecho que Rajoy no hará cambios en su gabinete antes del otoño, pero esperan que, si se confirma el fin de la recesión para fin de año, el jefe del Ejecutivo se anime a dar un impulso a su mandato. Tocará a partir de entonces, según los mismos medios, remodelar un equipo quemado después de dos años de duras reformas y ajustes, inevitables pero de efectos positivos retardados.

El sustituto de Mayor, exministro o miembro de la dirección descolocado

Entre Navidad y Semana Santa, Rajoy también tendrá que decidir sobre las listas para las elecciones europeas de la primavera. Todos los presidentes del Gobierno suelen recurrir a los puestos de comisarios y eurodiputados para recolocar a ministros salientes. Además, el jefe del Ejecutivo tendrá que decidir sobre la continuidad o no al frente de las listas del PP al Parlamento Europeo de Jaime Mayor Oreja, cada día más alejado de la dirección del partido. 

Más que la opción de un exministro procedente de un gabinete con muy bajas cotas de popularidad y para sustituir al exministro del Interior en Bruselas, en el partido empiezan a manejar los nombres de curtidos miembros de la dirección hoy descolocados en la misma y que no acaban de encajar con la secretaria general, María Dolores de Cospedal. En esa hipótesis, los exministros podrían engrosar la candidatura, pero para encabezarla sería mejor alguien que no hubiera tenido responsabilidades de gobierno en el primer gabinete de Rajoy.

Mariano Rajoy también prefiere dejar para final de año, cuando sostiene que acabará la recesión, la gran asamblea del partido que debe convocar en 2013. Según fuentes del PP, ya ha decidido celebrarla después del verano, casi en el ecuador de la legislatura y en un periodo en el que se abren las expectativas internas de posibles cambios en el Gobierno. Haya o no síntomas de recuperación para el próximo otoño, el PP tendrá que pensar para entonces en congraciarse con su electorado ante la próxima cita electoral: los comicios europeos de la primavera.