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Feijóo se juega subir dos escaños o perder la mayoría en un puñado de votos
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LOS FACTORES DE DUDA SON MARIO CONDE (SIN ESCAÑO) Y LA POSIBLE IRRUPCIÓN DE UPyD

Feijóo se juega subir dos escaños o perder la mayoría en un puñado de votos

La dirección del Partido Popular afronta las elecciones autonómicas en Galicia con relativa tranquilidad. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aporta datos optimistas, basados

Foto: Feijóo se juega subir dos escaños o perder la mayoría en un puñado de votos
Feijóo se juega subir dos escaños o perder la mayoría en un puñado de votos

La dirección del Partido Popular afronta las elecciones autonómicas en Galicia con relativa tranquilidad. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aporta datos optimistas, basados en sondeos de este verano, pero también procedentes de sus numerosos cargos institucionales y de partido repartidos en todas las administraciones y en cada rincón de cada comarca y parroquia de las cuatro provincias gallegas. Las primeras encuestas internas apuntan que el PP podría alcanzar hasta 40 escaños (la mayoría absoluta está en 38), pero cualquier variable a la baja en las circunscripciones clave le podría dejar en 37 por un puñado de votos.

En fuentes de la dirección nacional del partido, donde confían ciegamente en las previsiones y los planes de campaña que decide Feijóo, reconocen que la organización regional se muestra confiada en la victoria pero con grandes reservas sobre el margen de la misma porque, como pasó en los comicios de 2005, el PP puede rozar el 46 por ciento de los votos, sacar 12 puntos de ventaja a los socialistas y pasar a la oposición por quedarse en 37 escaños al perder por un resto de un centenar de votos en una sola provincia. Le pasó a Manuel Fraga hace siete años. El PSOE sumó sus 25 escaños a los 13 de los nacionalistas del BNG para hacerse con la Xunta.

“Por un puñado de votos en dos circunscripciones igual podemos sumar dos diputados más que perder el número 38”, reconocen en fuentes del PP donde también admiten que los datos suministrados desde Galicia establecían una horquilla entre 38 (los que ahora tiene Feijóo)y 40 diputados con una intención de voto de casi el 50 por ciento del electorado. Los populares descartan cualquier subida de los socialistas, estancados en los 25 parlamentarios desde hace dos legislaturas. Los nacionalistas de izquierdas se presentan esta vez divididos entre el BNG ‘oficial’ y la coalición entre su antiguo jefe Xosé Manuel Beiras con la IU local.

Cualquier trasvase de votos desde el electorado del centro derecha hacia los tres partidos que podrían formar esta vez formar una coalición de socialistas, comunistas e independentistas está descartada. El factor que desconcierta y dificulta los pronósticos en el PP es la aparición de dos partidos que sí podrían recoger algunos votos de su propio electorado: UPyD y la Sociedad Civil y Democracia que encabeza Mario Conde, el ex banquero condenado por estafa y apropiación indebida en el ‘caso Banesto’.

La provincia clave

Las dudas en algunos medios del PP sobre la posibilidad de que Conde en persona encabece las candidaturas han desaparecido este fin de semana tras confirmar su cartel por Pontevedra, pues especulaban con la posibilidad de que reservara su estreno en elecciones para las próximas europeas, de ámbito nacional, donde correría menos riesgo de quedarse con cero escaños. Pero en el Partido Popular sí temen que en estos comicios autonómicos, aunque consideran muy difícil que el ex banquero obtenga escaño, logre ese puñado de votos que les suponga perder un escaño clave en Pontevedra, que es donde planea probar fortuna Sociedad Civil y Democracia.

El meollo de los comicios estará en la influencia de la política nacional y el desgaste del Gobierno de Rajoy en unas elecciones autonómicas convocadas en un feudo tradicional del PP que es además la región de origen de Mariano Rajoy. En la medida en que la campaña se mueva en el ámbito más local (la gestión de Feijóo) las perspectivas son más favorables para los populares y si entran en liza los problemas más nacionales la cuestión se les complica.

El PSOE (por lo que reflejan las encuestas) tampoco está para recoger en forma de voto descontento alguno con el Ejecutivo nacional, pero el desconcierto del electorado del PP sí podría beneficiar al partido de Rosa Díez (que suele captar votos de los dos partidos mayoritarios). En Asturias parecía también complicado pero UPyD logró hacerse con un escaño que luego fue decisivo para que PSOE e IU pudieran gobernar. En el PP esperan ahora al sondeo preelectoral del CIS, que será el primero que recoja las expectativas de ambas formaciones debutantes. Si en el arranque de la campaña el juego sigue entre los partidos ‘clásicos’ (PP, socialistas y nacionalistas del BNG y escindidos), en los populares respirarán más tranquilos.

La dirección del Partido Popular afronta las elecciones autonómicas en Galicia con relativa tranquilidad. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aporta datos optimistas, basados en sondeos de este verano, pero también procedentes de sus numerosos cargos institucionales y de partido repartidos en todas las administraciones y en cada rincón de cada comarca y parroquia de las cuatro provincias gallegas. Las primeras encuestas internas apuntan que el PP podría alcanzar hasta 40 escaños (la mayoría absoluta está en 38), pero cualquier variable a la baja en las circunscripciones clave le podría dejar en 37 por un puñado de votos.