Rubalcaba pasa al ataque contra Rajoy de la mano de mineros y funcionarios

El PSOE ha pasado al ataque. Con el Congreso de los Diputados cercado por las Fuerzas de Seguridad, y cada vez más colectivos protestando contra el Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba trata de evitar que la ciudadanía siga con dificultades para diferenciarlo de Mariano Rajoy. Por ello, los socialistas mostraron ayer su perfil más duro tachando de franquistas las intenciones del Ejecutivo, fotografiándose con mujeres de mineros o reclamando que la Policía levante el imponente cordón de seguridad que protege al Parlamento.

El fracaso de la oferta de pacto de Rubalcaba a Rajoy en el último debate parlamentario, junto con las dudas que generó su intervención en sus propias filas, han desencadenado una nueva radicalización de la estrategia de oposición socialista. El secretario general del PSOE ha optado por tomarse la revancha este jueves replicando a Cristóbal Montoro en el debate de convalidación de los últimos recortes; y desde el lunes, cuando tuvo lugar la última reunión de la Ejecutiva en Ferraz, ha animado a los suyos a dejar bien claro el rechazo a las políticas del PP.

El portavoz económico socialista, Valeriano Gómez, inició ayer la carga contra Montoro tildándolo como “el ministro más irresponsable del Gobierno”. En un amargo debate, el exministro de Trabajo acabó tachando de franquistas los planes del Ejecutivo para reducir las subvenciones a partidos y sindicatos. “Me suena mucho a una vieja situación: con un solo partido, con un solo sindicato y con los alcaldes elegidos a dedo. Si eso es lo que ustedes quieren, díganlo. La política democrática es mucho más importante y se basa en partidos políticos, en organizaciones sindicales y en Ayuntamientos libres”, afirmó.

Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Soraya Rodríguez, aprovechó la jornada para fotografiarse a las puertas del Congreso con mujeres de mineros que protestaban tras una pancarta con el lema “Que se cumpla lo pactado”. El PSOE se ha sumado por completo a esta causa, pese a que sus protestas no siempre han sido pacíficas. Además, los socialistas denunciaron un trato “vejatorio” hacia estas mujeres en su visita a las Cortes, ya que, según denunciaron, fueron cacheadas con exceso de celo antes de acceder a la zona reservada a los invitados. Más tarde, dos personas fueron desalojadas de la tribuna por interrumpir el debate sobre el futuro del carbón, abandonando el hemiciclo entre los aplausos de diputados de PSOE e IU.

Mucha Policía

Rodríguez también remitió una carta al presidente del Congresos, Jesús Posada, pidiéndole que solicite al Gobierno la retirada de las medidas de seguridad excepcionales que protegen la Cámara. “Creemos que en nada ayuda a la propia imagen de la institución y de los que ejercemos labores de representación de la ciudadanía”, indica la misiva. Asimismo, añade que tanto las vallas como la presencia de antidisturbios impiden “la libre circulación de personas y vehículos”, por lo que “se fomenta una imagen de alejamiento y de separación entre el Parlamento” y los ciudadanos.

Pero el endurecimiento de la estrategia de Rubalcaba no acaba aquí. El secretario general parece que no quiere seguir pasando por blando, y desde Ferraz se ha orquestado una batería de reuniones para sumarse a las protestas de “los afectados por los recortes de Rajoy”. Así, Rubalcaba se reunirá el día 25 con responsables de la función pública de UGT, CCOO y CSIF. Su número dos, Elena Valenciano, mantendrá encuentros con organizaciones de colectivos de mujeres, con empresarios y productores del mundo de la cultura; mientras que otros dirigentes aparecerán junto a asociaciones de jóvenes, pensionistas y representantes del sector turístico. Y es que, tras el apoyo brindado por Rubalcaba a Rajoy en Europa, las filas socialistas necesitan enseñar los colmillos.