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Montoro advierte que peligran las nóminas de los funcionarios si no aumentan los ingresos
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RAJOY NO DA MÁS MARGEN PARA EL DEBATE NI RUBALCABA OFRECE ALTERNATIVA

Montoro advierte que peligran las nóminas de los funcionarios si no aumentan los ingresos

Mariano Rajoy no da margen para el debate ("el Gobierno elige entre el mal o un mal peor"), Alfredo Pérez Rubalcaba hace la oposición que puede

Foto: Montoro advierte que peligran las nóminas de los funcionarios si no aumentan los ingresos
Montoro advierte que peligran las nóminas de los funcionarios si no aumentan los ingresos

Mariano Rajoy no da margen para el debate ("el Gobierno elige entre el mal o un mal peor"), Alfredo Pérez Rubalcaba hace la oposición que puede (eleva un poco el tono, sigue sin alternativa y disimula el pasado) y Cristóbal Montoro admite que recorta el salario de los empleados públicos directamente porque no hay dinero para pagar. El Congreso mantiene su actividad en pleno verano como si no fueran vacaciones parlamentarias, pero la recesión y las recetas propias e impuestas desde fuera que aplica el Gobierno dejan bajo mínimos de argumentos la habitual pugna Gobierno-oposición.

"Todas las medidas son necesarias y absolutamente imprescindibles", dijo Rajoy sobre sus decisiones del pasado viernes, la mayor subida de impuestos indirectos de la democracia y otro conjunto de ajustes y recortes de gasto para intentar cumplir con el objetivo de déficit comprometido. El presidente del Gobierno se defendió del acoso de los portavoces de la oposición, el primero Pérez Rubalcaba, con la reiteración de que hace lo único que puede hacer. Aunque sea "la vía más difícil y la más dura" para salir de la recesión.

Al secretario general del PSOE no le han convencido los argumentos de Rajoy, que se reducen al principio de que subir impuestos y reducir gastos al tiempo es inevitable ante la ruina en que se ha encontrado el Estado. Rubalcaba aplica muchos adjetivos a su rechazo a todas y cada una de las medidas. Este miércoles se mostró un poco más duro en el tono, pero sin perder las formas.

El jefe del Ejecutivo admitió que, en efecto, en el corto plazo no cabe esperar mejora alguna en la situación de la economía. Y contundente al responder a la oposición total del dirigente socialista: "Si no puedo bajar los gastos y subir los ingresos, ¿me puede explicar usted cómo se puede reducir el déficit público?". Rajoy logró al menos que sus diputados le aplaudieran. Igual que Rubalcaba cuando se esmeró en acusar al Ejecutivo de "machacar con impuestos a los trabajadores" y recortar "salvajemente" los salarios de los empleados públicos.

Después de dejar la tribuna, Rajoy aprovechó las preguntas de los periodistas en los pasillos de la Cámara para remachar el fatalismo de sus medidas, "duras y difíciles", además de sin alternativa posible para sacar a España de la crisis. Y más explicaciones de tono didáctico: "Nos hemos endeudado mucho los últimos años, hemos gastado lo que no teníamos, debemos mucho dinero, hay muchas dificultades para financiarse y el Gobierno cree que hay que hacer un esfuerzo".

Las intervenciones del resto de los diputados del PSOE pasaron del endurecimiento requerido por la dirección del partido al catastrofismo. Según los socialistas, el Gobierno ya ha "desmantelado" la sanidad pública, ha arruinado las prestaciones por dependencia, hundido el sistema de prestación por desempleo y expoliado a los funcionarios.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, sacó a relucir los recortes en las prestaciones por desempleo que aplicó Felipe González en 1992 para defender que los suyos son "ajustes con sensibilidad" comparados con las "brutales" reducciones aplicadas hace 20 años por los socialistas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cerró una sesión de control con más explicaciones dramáticas sobre el recorte salarial a los empleados públicos. Se quitan pagas porque no hay para pagarlas, vino a decir. "No hay dinero y cuando no hay dinero hay que extender la jornada laboral", sostuvo Montoro, además de recordar que el sueldo de los funcionarios depende de los impuestos, por lo que si no sube la recaudación, hay riesgo de impago de las nóminas, "y eso es lo que está ocurriendo en las comunidades autónomas y en las corporaciones locales".

Mariano Rajoy no da margen para el debate ("el Gobierno elige entre el mal o un mal peor"), Alfredo Pérez Rubalcaba hace la oposición que puede (eleva un poco el tono, sigue sin alternativa y disimula el pasado) y Cristóbal Montoro admite que recorta el salario de los empleados públicos directamente porque no hay dinero para pagar. El Congreso mantiene su actividad en pleno verano como si no fueran vacaciones parlamentarias, pero la recesión y las recetas propias e impuestas desde fuera que aplica el Gobierno dejan bajo mínimos de argumentos la habitual pugna Gobierno-oposición.

Cristóbal Montoro