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Asturias: la guerra Rajoy-Cascos precipita las cuartas elecciones en 10 meses y en plena crisis
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EL PP SE NEGÓ A NEGOCIAR LOS PRESUPUESTOS

Asturias: la guerra Rajoy-Cascos precipita las cuartas elecciones en 10 meses y en plena crisis

“Ha sido una reacción típica de Cascos, una ‘cascada’ más de un hombre que no ha calibrado sus consecuencias”. En fuentes del PP, sorprendidos aún por

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Asturias: la guerra Rajoy-Cascos precipita las cuartas elecciones en 10 meses y en plena crisis

“Ha sido una reacción típica de Cascos, una ‘cascada’ más de un hombre que no ha calibrado sus consecuencias”. En fuentes del PP, sorprendidos aún por la decisión de Francisco Álvarez-Cascos, desacreditan la última ocurrencia de su ex: convocar elecciones el 25 de marzo sólo ocho meses después de haber conseguido gobernar en minoría el Principado de Asturias. Es el último órdago de un político atípico que responde así al envite del PP que se negó a negociar los presupuestos de la Comunidad a través de enmiendas parciales.

Por primera vez en la historia, una autonomía no histórica adelanta elecciones. Cascos, tras varios meses de toma y daca con socialistas y, sobre todo, ‘populares’ para aprobar los Presupuestos de 2012, decidió de manera sorpresiva romper la baraja y convocar elecciones tras denunciar “un complot de PSOE y PP”. Y todo ello, en medio de la peor crisis económica de la región.

Fuentes del Gobierno asturiano reconocen que no saben aún cuánto costará organizar unas nuevas elecciones, las cuartas a las que acuden los asturianos en sólo diez meses (tras las autonómicas y municipales de mayo pasado y las generales de noviembre), y habrá que aprobar una partida extraordinaria para sufragarla.

La convocatoria electoral es el último escenario de la guerra entre Francisco Álvarez-Cascos y Mariano Rajoy, dos de los ex vicepresidentes de Aznar ahora irreconciliables. La ruptura comenzó cuando Rajoy decidió ignorar el deseo de su antiguo compañero de ser el candidato del PP a las autonómicas ante el amago de rebelión del partido en Asturias, encabezado por Gabino de Lorenzo. Rajoy, pese a que nunca le dijo a Cascos ni que sí ni que no, muy en su línea, al final se inclinó por Isabel Pérez Espinosa. Y Cascos, que se sintió engañado por Rajoy, rompió con el PP y fundó el Foro Asturias.

Las autonómicas de mayo le dieron el triunfo en número de escaños (16) por encima del PSOE (15) y del peor resultado jamás cosechado por el PP en la región (10). Cascos fue investido presidente en minoría y así ha tenido que gobernar. La incapacidad del político asturiano para llegar a acuerdos se sumaba a la nula disposición de PP y PSOE para hacer lo mismo. Y la máxima expresión del pulso llegó con los presupuestos: los ‘populares’ insistían en negociar desde cero, presentando una enmienda a la totalidad. Incluso, llegando a apoyar que se prorrogaran las cuentas anteriores, de PSOE e IU… contra las que el PP votó el pasado año.

La vehemente apuesta de Cascos, además de suponer un nuevo golpe para la depauperada economía asturiana, a la cola de España en población activa e incluso decreciendo demográficamente, puede suponer un todo o nada para la joven aventura política de su partido. En 8 meses de ‘no gobierno’, paralizado por unos presupuestos irreales, una crisis galopante y un recorte en el dinero que llegaba desde el Gobierno central, los analistas demoscópicos están convencidos de que el FAC de Cascos no logrará repetir los resultados de mayo. Es más, creen que el 25 de marzo las urnas hablarán con un lenguaje parecido a las generales del 20-N: el FAC perdió muchos votos y quedó muy lejos del PP y por detrás incluso del PSOE. El propio empresariado asturiano, que apoyó a Cascos, se quejaba últimamente de la paralización que vivía la región, con recortes constantes y sin financiación por la ausencia de Presupuestos, con conflictos culturales abiertos en Gijón y Avilés y con permanentes agravios con el Gobierno de la nación.

Mariano Rajoy está decidido a sacar ventaja de esta decisión de Cascos en la que su propio entorno asegura que ha influido la vehemencia de un político que se siente acosado por su antiguo partido y, directamente, por su ex compañero hoy en La Moncloa que no ha dudado en designar como delegado del Gobierno en Asturias al principal rival de Cascos, Gabino de Lorenzo. En Génova creen que puede recuperarse el Gobierno del Principado, y están incluso dispuestos a gobernar con acuerdos puntuales… del PSOE, porque nada hace augurar una mayoría suficiente para gobernar en solitario. Y si cae Asturias, ya serán doce las autonomías bajo el mandato de Rajoy, el mayor poder que ningún presidente del Gobierno ha tenido en la historia democrática de la España de las autonomías.

“Ha sido una reacción típica de Cascos, una ‘cascada’ más de un hombre que no ha calibrado sus consecuencias”. En fuentes del PP, sorprendidos aún por la decisión de Francisco Álvarez-Cascos, desacreditan la última ocurrencia de su ex: convocar elecciones el 25 de marzo sólo ocho meses después de haber conseguido gobernar en minoría el Principado de Asturias. Es el último órdago de un político atípico que responde así al envite del PP que se negó a negociar los presupuestos de la Comunidad a través de enmiendas parciales.

Francisco Álvarez Cascos Mariano Rajoy