Es noticia
ACS colocará un consejero delegado a Florentino Pérez que aligere carga de trabajo
  1. Empresas
FERNÁNDEZ VERDES ES EL CANDIDATO

ACS colocará un consejero delegado a Florentino Pérez que aligere carga de trabajo

La decisión se justifica en el crecimiento de la compañía y facilita la separación de funciones que reclaman los grandes inversores extranjeros

Foto: El presidente de ACS, Florentino Pérez (d), junto al vicepresidente de la empresa, Pablo Vallbona. (EFE)
El presidente de ACS, Florentino Pérez (d), junto al vicepresidente de la empresa, Pablo Vallbona. (EFE)

A falta del acuerdo definitivo en junta general de accionistas, la decisión está ya prevista por el consejo de administración y supuestamente asumida por el presidente. ACS nombrará un consejero delegado que complemente las funciones de Florentino Pérez al mando y control del grupo constructor y de servicios. El elegido para el cargo no es otro que Marcelino Fernández Verdes, el ejecutivo de la casa que probablemente mejor conoce el entramado de negocios que se agrupan bajo las siglas de ACS.

La separación de funciones ejecutivas es una cuestión que se viene barruntando desde hace tiempo en ACS. Algunos de sus accionistas de postín incidieron al respecto nada más tomar posesión Florentino Pérez de la presidencia del Real Madrid, allá por el año 2000, en su primera etapa al frente del club blanco. Su salida intempestiva del mundo del fútbol en 2006 se justificó también como la consecuencia obligada de una mayor atención a sus quehaceres empresariales en el grupo constructor, argumento que se vino abajo cuando el dirigente madridista volvió por sus fueros en 2009.

Sea como fuere, y con independencia del coste en tiempo y dedicación que pueda generar un pluriempleo tan distinguido en dos instituciones como el Real Madrid y ACS, lo cierto es que el grupo constructor ha evolucionado mucho en el último decenio. La constructora apegada a las concesiones públicas se ha transformado en una entidad multinacional que factura casi 40.000 millones de euros, con un 85% del volumen de negocio fuera de nuestras fronteras.

No es de extrañar que los principales accionistas de referencia se decanten por la designación de un ejecutivo capaz de aligerar la carga del presidente, adaptando el proceso de decisiones operativas en el día a día a los estándares más modernos de gobierno corporativo que existen en el mundo. Los más suspicaces entenderán que el poder plenipotenciario de Florentino Pérez puede verse resentido, pero esa es una apreciación que fuentes de la propia ACS desmienten categóricamente apelando al historial del que está llamado a convertirse más pronto que tarde en consejero delegado de la compañía.

Reconocimiento de la labor en Hotchief

placeholder Marcelino Fernández Verdes. (EFE)

Marcelino Fernández Verdes es, por encima de todo, un hombre de la confianza personal de Florentino Pérez, que cuenta con una dilatada hoja de servicios en distintas filiales del grupo, tanto dentro de los negocios de construcción como en la actividad de concesiones y servicios medioambientales. Tras ocupar la presidencia de Dragados, Fernández Verdes trasladó su residencia a Alemania hace dos años para incorporarse a la dirección operativa de Hotchief AG, la empresa adquirida por ACS en un proceso que se inició en 2007.

La gestión de Fernández Verdes en la filial alemana no ha pasado desapercibida dentro del consejo de administración de ACS, mucho menos cuando los acontecimientos precipitaron en noviembre de 2012 su ascenso al primer cargo ejecutivo de Hotchief en sustitución de Frank Stieler. El directivo ha manejado con especial sensibilidad las reacciones contrarias con que fue contestada inicialmente la irrupción de la compañía española en el mercado germano, hasta el punto de que algunos medios han apuntado la posibilidad de que Hotchief termine integrándose dentro de ACS a partir de una fusión con Dragados para crear el primer grupo de construcción mundial.

Lo que está muy claro es que Hotchief, y su filial australiana Leighton, ha supuesto un salto cuantitativo en el perímetro de consolidación de ACS, que ha permitido compensar otros movimientos no tan prósperos dentro del grupo, especialmente el ‘patinazo’ de la fallida operación de compra de acciones de Iberdrola. La diversificación internacional ha minimizado además los riesgos de la operativa en el mercado doméstico facilitando también la labor de saneamiento interno en la que todavía está empeñada la corporación. Son pues diversos y muy variados los frentes que ahora exigen la atención directiva de ACS y justifican más que nunca la incorporación del nuevo consejero delegado.

El sucedáneo de la separación de poderes

La designación podría incluso hacerse efectiva en la próxima junta general de accionistas que ACS celebrará en primavera. La reestructuración de la cúpula ejecutiva supondrá también un paso adelante en relación a las tendencias que marcan los inversores internacionales. La aparición en España de los llamados proxy advisors, encargados de asesorar el voto de los grandes accionistas institucionales, ha puesto al descubierto ciertas lagunas comparativas del llamado buen gobierno corporativo en España.

La división de poderes que en términos anglosajones se establece entre el Chairman y el Chief Executive Officer (CEO) ha sido uno de los principales debates en el seno de las grandes sociedades cotizadas. La mayor parte lo han resuelto con el nombramiento de directores generales de operaciones que adornan su tarjeta de visita con el título de consejero delegado, sin que ello implique realmente el verdadero poder ejecutivo que en nuestro país suele estar reservado al presidente. Así es como funcionan de un tiempo a esta parte muchas de las grandes multinacionales españolas, pero algunas ni siquiera han adaptado este implante sucedáneo que, en todo caso, representa un interesante avance dentro del selecto Ibex 35. En ACS han considerado que ya va siendo hora.

A falta del acuerdo definitivo en junta general de accionistas, la decisión está ya prevista por el consejo de administración y supuestamente asumida por el presidente. ACS nombrará un consejero delegado que complemente las funciones de Florentino Pérez al mando y control del grupo constructor y de servicios. El elegido para el cargo no es otro que Marcelino Fernández Verdes, el ejecutivo de la casa que probablemente mejor conoce el entramado de negocios que se agrupan bajo las siglas de ACS.

Florentino Pérez Gobierno Corporativo Ibex 35
El redactor recomienda