El Congreso aplaza su decisión sobre la formación del grupo de CDC

La Mesa del Congreso decidió conceder un plazo de alegaciones a los 8 diputados de la antigua Convergència para que justifiquen su aspiración a constituirse en grupo parlamentario. A primera vista no cumplen para ello ninguno de los requisitos que exige el reglamento de la Cámara y, además, tampoco está claro que puedan inscribirlo con la denominación de Partit Demòcrata Català, que sigue sin ser admitida en el registro correspondiente del Ministerio del Interior.

La antigua Convergència plantea a la Cámara un problema grave al pedir grupo sin explicar sobre qué base de interpretación jurídica lo hacen al no tener los mínimos requeridos: ni 15 diputados, ni el 5% del voto en el ámbito nacional ni el 15% en las circunscripciones en que concurrieron (en dos de ellas, Barcelona y Tarragona, se quedaron por debajo de ese umbral).

La aspiración de los antiguos parlamentarios de CDC dividió a los miembros de la Mesa. Los miembros del Grupo Popular y los del PSOE, con la presidenta, Ana Pastor, al frente impusieron su mayoría (5 votos) para pedir aclaraciones a Convergència. Los representantes de Ciudadanos y de Podemos (4 votos) pedían rechazar directamente la constitución del Grupo Parlamentario Catalán (Partit Demòcrata).

Pastor destacó después de la reunión de la Mesa que la posición de los antiguos nacionalistas catalanes era “inédita” en la historia de la Cámara, tanto por el incumplimiento de los requisitos reglamentarios como por el hecho de que la denominación sea objeto de litigio entre Convergència y Demòcrates de Catalunya, escindidos de Unió.

La concesión de un plazo extra para presentar alegaciones es apoyada por PP y PSOE, mientras que Podemos y Ciudadanos la rechazan

Los ocho diputados de la antigua CDC tienen ahora 48 horas para explicar los argumentos jurídicos o reglamentarios a favor de sus aspiraciones y será la Mesa el órgano que decida en última instancia, el próximo lunes o martes, si admite la constitución del grupo.

El Congreso rechazó por amplia mayoría (por 7 votos contra 2) la pretensión de las confluencias de Podemos de constituirse en grupos parlamentarios. En ese punto el reglamento de la Cámara no deja margen alguno para otra interpretación. No han competido entre sí, luego los diputados afectados sólo pueden estar en el grupo de Unidos Podemos-En Comú o pasarse al Mixto.

Homs, tranquilo

Poco después compareció en la Cámara el portavoz convergente, Francesc Homs, aparentemente tranquilo y confiado en que al final la Mesa dará la razón a su partido. CDC presentará las alegaciones y los precedentes que sustentan su petición, recordando cómo en otras ocasiones la Mesa también interpretó el reglamento con flexibilidad, algo que también ha autorizado el Tribunal Constitucional en diversas sentencias. Convergència, por ejemplo, apela a lo que ocurrió en 1986, cuando el PNV no consiguió representación en Navarra ni allí alcanzó (se quedó lejísimos) el 15%. Entonces, se le concedió grupo haciendo una media aritmética del resultado obtenido en las cuatro provincias, al margen del censo del conjunto de ellas. El porcentaje, decía Homs, "se ha calculado de forma muy diferente" en cada legislatura, aparte de que el TC ha estipulado que debe hacerse la lectura más favorable para la formación de los grupos.

CDC llevará como argumentos los precedentes de otras legislaturas, y no cree que deba haber problemas con la denominación de PDC

Homs tampoco cree que haya problemas con el nombre, porque la denominación del grupo no tiene por qué tener un correlato con el nombre del partido. Si Interior se negase a inscribir el PDC, entonces Convergència "se adaptaría", igual que en la X Legislatura modificó su marca tras la ruptura con Unió: pasó de Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) a Grupo Parlamentario Catalán de Convergència y de Unió. El portavoz recordó que en esa legislatura IU se llamó, junto a sus aliados, Izquierda Plural, pese a que no existía esa marca en el Registro de Partidos. Pero sí era el nombre de la coalición.

CDC espera que no se hagan "interpretaciones políticas" de la decisión de la Mesa, y que al final el hecho de que tenga o no grupo se base en fundamentos jurídicos, y no en la cuestión del desafío del Parlament al TC, que abre la puerta a una declaración unilateral de independencia.