Es noticia
El euro ve reducido su peso en la 'despensa' mundial de divisas a mínimos desde el año 2000
  1. Economía
IMPACTO DE LA 'CRISIS DEL EURO'

El euro ve reducido su peso en la 'despensa' mundial de divisas a mínimos desde el año 2000

En el año 2000, el euro aún inspiraba dudas. Había nacido oficialmente un año antes, pero como no estaba en el bolsillo de los ciudadanos -eso

Foto: El euro ve reducido su peso en la 'despensa' mundial de divisas a mínimos desde el año 2000
El euro ve reducido su peso en la 'despensa' mundial de divisas a mínimos desde el año 2000

En el año 2000, el euro aún inspiraba dudas. Había nacido oficialmente un año antes, pero como no estaba en el bolsillo de los ciudadanos -eso no ocurrió hasta 2002- todavía se le veía más como una divisa virtual que como una real. Esas dudas se tradujeron en una notable caída contra el dólar, hasta el punto de que en octubre de ese año se depreció hasta los 0,82 dólares, un cambio que aún hoy supone su mínimo histórico contra el billete verde. Hay que remontarse hasta ese contexto, hasta la primera fase del alumbramiento de la moneda única, para encontrar una presencia menor del euro en las reservas internacionales de divisa extranjera que la registrada en 2012. 

Un informe difundido ayer por el Banco Central Europeo (BCE), titulado "El rol internacional del euro", revela que el año pasado la divisa europea sólo representaba el 23,9% de las reservas internacionales, por debajo del 25,1% de finales de 2011 y la proporción más baja desde el año 2000. Se trata, además, del tercer descenso anual consecutivo, desde el 25,9% alcanzado en 2009. O lo que es lo mismo, su peso viene cayendo desde el estallido de la crisis de la deuda soberana en 2010. 

El propio documento vincula la caída del euro en la despensa mundial de divisas a la crisis del euro. "En 2012, la crisis del euro continuó afectando en el uso internacional del euro, que decayó moderadamente en algunos segmentos del mercado. La persistente fragmentación del sistema financiero en la Eurozona es una de las principales causas conductoras de esta evolución, puesto que afecta a la profundidad y la liquidez de los mercados de capitales de la región", sostiene el informe. 

La desconfianza que delatan los datos fue mayor entre los mercados emergentes que entre los desarrollados. En las reservas de los primeros, el peso del euro cayó en 3,6 puntos porcentuales, del 27,8% de finales de 2011 hasta el 24,2% de 2012, mientras que el del dólar creció del 57,2 al 60,1%. Esta evolución resulta relevante porque los mercados emergentes son los que poseen un mayor volumen de reservas en divisa extranjera. De hecho, y a raíz de la crisis financiera de 1997 y 1998, los emergentes -con los asiáticos a la cabeza- comenzaron a amasar una cantidad cada vez mayor de reservas con la pretensión de quedar menos expuestos que en el pasado a posibles turbulencias financieras. Como muestra, y según los datos del BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 1999 y 2012 la despensa mundial de divisas creció desde los 1,78 hasta los 10,93 billones de dólares. 

Al mismo tiempo, el BCE reconoce que sólo la intercesión de su presidente, Mario Draghi, evitó unos datos peores. Primero con su intervención verbal del 26 de julio de 2012, cuando se comprometió a "hacer lo que sea necesario" para salvar al euro, y luego con el lanzamiento de un nuevo programa de compra de bonos (OMT) en septiembre, Draghi levantó un dique que reforzó las costuras del euro y disipó el temor a una ruptura de la moneda única

Más efectos 

Aunque esas maniobras calmaron la situación, la huella de la crisis influyó, en efecto, a la presencia del euro en los mercados más allá del descenso de su peso en las reservas. En el mercado internacional de deuda, el euro menguó su presencia del 26,2 al 25,5% del volumen total de emisiones, "porque las tensiones en la deuda soberana posiblemente han afectado al apetito sobre las emisiones internacionales de deuda denominada en euros", precisa el informe. Y añade como otro motivo que "los costes de financiación continuaron favoreciendo la emisión de deuda denominada en dólares más que en euros". En contraposición con la caída del euro, el dólar acaparó el 52,4% de las emisiones, casi 2 puntos porcentuales más que a finales de 2011. 

Otros apartados del estudio, como los que miden el peso del euro en los préstamos internacionales, en los depósitos o en la actividad comercial, también reflejan caídas de la presencia del euro en el concierto internacional, un efecto directamente vinculado al riesgo de ruptura de la moneda única que durante muchos meses se respiró en el mercado. 

En el año 2000, el euro aún inspiraba dudas. Había nacido oficialmente un año antes, pero como no estaba en el bolsillo de los ciudadanos -eso no ocurrió hasta 2002- todavía se le veía más como una divisa virtual que como una real. Esas dudas se tradujeron en una notable caída contra el dólar, hasta el punto de que en octubre de ese año se depreció hasta los 0,82 dólares, un cambio que aún hoy supone su mínimo histórico contra el billete verde. Hay que remontarse hasta ese contexto, hasta la primera fase del alumbramiento de la moneda única, para encontrar una presencia menor del euro en las reservas internacionales de divisa extranjera que la registrada en 2012.