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Draghi y King ratifican que sus naves seguirán mucho tiempo en el 'planeta de los tipos 0'
  1. Economía
EL PRESIDENTE DEL BCE DEFIENDE LA OMT EN BERLÍN

Draghi y King ratifican que sus naves seguirán mucho tiempo en el 'planeta de los tipos 0'

La crisis ha situado a los bancos centrales en una dimensión desconocida. Las principales instituciones del mundo han viajado más lejos que nunca con su política

Foto: Draghi y King ratifican que sus naves seguirán mucho tiempo en el 'planeta de los tipos 0'
Draghi y King ratifican que sus naves seguirán mucho tiempo en el 'planeta de los tipos 0'

La crisis ha situado a los bancos centrales en una dimensión desconocida. Las principales instituciones del mundo han viajado más lejos que nunca con su política monetaria. Una de esas aventuras las ha llevado al planeta de los tipos de interés cero, es decir, a reducir el precio del dinero por debajo del 1%. Entre ellos figuran el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra y ayer sus dos dirigentes, Mario Draghi y Mervyn King, respectivamente, aprovecharon sus comparecencias públicas para reiterar que aún queda mucho para que sus naves despeguen de ese planeta. O lo que es lo mismo, trataron de calmar unos ánimos que estaban agitados desde que el 19 de junio otra entidad, la Reserva Federal (Fed) estadounidense, adelantó su calendario de retirada de los estímulos para los próximos meses. 

En el caso del presidente del BCE, aseguró que "la estabilidad de los precios asegurada y el conjunto de las perspectivas económicas todavía garantizan que la política monetaria seguirá siendo expansiva". O lo que es lo mismo, que en su horizonte no figura un endurecimiento de las condiciones financieras en forma de subidas de los tipos de interés, que se encuentran en el 0,5% desde el pasado 2 de mayo. 

Aprovechando que comparecía en Berlín, Draghi también hizo un alegato en defensa de su programa de compras de deuda, más conocido por sus siglas OMT, cuya adecuación a las leyes germanas está siendo examinada por el Tribunal Constitucional alemán. El presidente del BCE, que lanzó la OMT el pasado 6 de septiembre como dique para detener la crisis del euro, reiteró que "sus beneficios han sido ampliamente conocidos desde que se anunció hace casi un año". Tras insistir en que el programa está supeditado a "unas condiciones estrictas y efectivas" y que no constituye "una transferencia de riesgos de la periferia al núcleo de Europa", aseguró que "gracias a la OMT, la Eurozona es un lugar más estable y fiable en el que invertir de lo que era hace un año". 

Despedida de King 

Si en el caso de Draghi su mensaje sonó a que no tiene previsto un cambio de planteamiento a corto plazo, en el de King su discurso fue un epitafio, puesto que abandonará su cargo como gobernador del Banco de Inglaterra el próximo sábado para darle el relevo al canadiense Mark Carney. Respondiendo al recado que el Banco Internacional de Pagos (BIP) envió el lunes a los bancos centrales, a los que les recordó que "un prolongado periodo de tasas de interés muy bajas expone todavía más a las economías abiertas a repercusiones que ahora son bien conocidas", Mervyn King defendió que sería "prematuro" comenzar a elevar ya los intereses. Es más, no dudó en catalogar esta posibilidad como "una locura", cuyo resultado conllevaría que los bancos centrales tendrían que volver a reducir los tipos en el futuro por la recaída que sufriría la economía. 

Carney, por tanto, ya sabe cómo opina la persona que aún gobierna el Banco de Inglaterra. Bajo su batuta, la entidad abarató el precio del dinero hasta el mínimo histórico del 0,5% en marzo de 2009, un nivel en el que permanece en la actualidad. Pero no fue la primera institución que viajó al planeta de los tipos de interés cero con motivo de esta crisis -Japón es un caso aparte- ni la que más tiempo lleva en él. Ese honor corresponde a la Fed, que no toca los intereses desde que los recortó hasta el 0-0,25% en diciembre de 2008. Siguen, por tanto, ahí, y la semana pasada el banco central estadounidense confirmó que sus intenciones actuales pasan por no elevar los tipos al menos hasta 2015.

Sin embargo, tanto el calendario definido por la Fed para ir retirando sus estímulos más extraordinarios como el aviso lanzado por el BIP confirman que los bancos centrales encaran un reto mayúsculo: el de identificar cuándo y cómo desmontar la estrategia monetaria anticrisis planteada estos años. Dar marcha atrás demasiado pronto y con brusquedad podría abortar la recuperación; hacerlo demasiado tarde y demasiado lento alimentaria nuevos excesos financieros y nuevas burbujas. El reto está servido.

La crisis ha situado a los bancos centrales en una dimensión desconocida. Las principales instituciones del mundo han viajado más lejos que nunca con su política monetaria. Una de esas aventuras las ha llevado al planeta de los tipos de interés cero, es decir, a reducir el precio del dinero por debajo del 1%. Entre ellos figuran el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra y ayer sus dos dirigentes, Mario Draghi y Mervyn King, respectivamente, aprovecharon sus comparecencias públicas para reiterar que aún queda mucho para que sus naves despeguen de ese planeta. O lo que es lo mismo, trataron de calmar unos ánimos que estaban agitados desde que el 19 de junio otra entidad, la Reserva Federal (Fed) estadounidense, adelantó su calendario de retirada de los estímulos para los próximos meses.