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Las reticencias del Santander ‘congelan’ el crédito de 55 millones para salvar a Pescanova
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APLAZADA LA FIRMA CON LOS BANCOS ACREEDORES

Las reticencias del Santander ‘congelan’ el crédito de 55 millones para salvar a Pescanova

La firma del crédito de 55 millones de euros que debe salvar a Pescanova ha quedado aplazada debido a las reticencias del Banco Santander y Bankinter

Foto: Las reticencias del Santander ‘congelan’ el crédito de 55 millones para salvar a Pescanova
Las reticencias del Santander ‘congelan’ el crédito de 55 millones para salvar a Pescanova

La firma del crédito de 55 millones de euros que debe salvar a Pescanova ha quedado aplazada debido a las reticencias del Banco Santander y Bankinter a aportar su parte correspondiente. Una vez comprobado que la primera marca financiera de España no se ha sumado al proyecto, Deloitte, administrador concursal del grupo pesquero, ha decidido postergar su firma hasta la semana que viene. Cabe señalar que BBVA, la última entidad que sumó junto con el banco presidido por Emilio Botín al rescate de Pescanova, no ha puesto peros a la aportación de fondos frescos. 

La dotación de estos recursos es esencial para la supervivencia de la compañía y como tal debe ir destinada a pagar los gastos de circulante, evitando un colapso financiero que haría irreversible la suspensión de pagos y abocaría a la liquidación de la empresa.

Deloitte ha chocado con las reticencias de las dos entidades con las que contaba en un principio para esta inyección de urgencias: Santander y Bankinter, que habrían puesto pegas a última hora. Por el contrario, el grupo de bancos compuesto por el denominado steering commitee, encargado de renegociar la financiación de Pescanova y formado por  Bankia, Sabadell, Popular, Deutsche Bank, Caixabank y NCG Banco, se muestra dispuesto a brindar su apoyo tras garantizarse la preeminencia de cobro y fijarse la sede del grupo en Chapela y la marca como aval.   

 El principio de acuerdo establece compromisos ineludibles sobre el destino de los fondos que deben orientarse con carácter exclusivo al pago de nóminas y demás gastos corrientes, siguiendo las indicaciones del juzgado cuando admitió el concurso y reafirmó la necesidad de abordar medidas encaminadas a proteger la empresa y sus puestos de trabajo. El préstamo estará vinculado con la garantía hipotecaria de la fábrica que Pescanova posee en Vigo y también con la propia marca de la compañía, que es sin duda uno de los principales activos de la entidad.

Las condiciones del crédito establecen un tipo de interés de cuatro puntos sobre el Euribor y un plazo final de amortización de siete meses, de manera que los nuevos responsables de Pescanova deberán asegurar el reembolso de los 55 millones de euros antes de que termine el presente ejercicio 2013.

Deloitte choca con los hombres de Sousa

Por otra parte, tal y como informó este diario, la firma de auditoría Deloitte calcula que todavía necesitará unos cuatro meses para controlar de una manera efectiva Pescanova, según han desvelado fuentes empresariales cercanas a la multinacional gallega.

Deloitte actúa como administrador concursal de Pescanova a propuesta de la CNMV desde el pasado mes de abril. Pero el control efectivo del grupo está resultando más difícil de lo previsto porque gran parte del equipo directivo son hombres que deben fidelidad al expresidente Manuel Fernández de Sousa, que ahora se encuentra en la picota después de que la deuda que se ocultaba en el balance del grupo haya aflorado, más de 1.500 millones, y la compañía esté al borde del precipicio financiero.

Deloitte está haciendo ímprobos esfuerzos para hacerse con el poder en la multinacional gallega, de difícil gestión y sin comparación posible en el mundo empresarial español y europeo. Sólo hay un grupo pesquero noruego que podría resultar equivalente. Pero lo que sobre todo dificulta la toma de control es la enorme cantidad de hombres de Fernández de Sousa que todavía ocupan puestos claves. Muchos de ellos, además, mantienen cargos estratégicos en filiales del grupo, lo que dificulta las tareas de Deloitte.

Entres estos peones de Fernández de Sousa se encuentran el director de Auditoría, Joaquín Viña Tamargo (exconsejero de Harinas y Sémolas del Noreste y uno de los que más palos en las ruedas está poniendo), pero también el director general de Área,Olegario Casal Cabaleiro (también apoderado de la filial de Pescanova Novapesca Trading); el director de Asesoría jurídica, César Mata, quien ha cesado como secretario del consejo pero continúa en este puesto fundamental (también es apoderado de las filiales Frigodis y consejero de Harinas y Sémolas del Noreste); el director del Área de administración, Alfredo López Uroz (apoderado de sociedades como Bajamar Séptima, Fricatamar y Pescafina) y el director financiero, Carlos Turci (nombrado por Fernández Sousa con Pescanova en situación de preconcurso y, además, apoderado entre otras de Bajamar Séptima y Pescafina). En otras palabras, o consiguen renovar medio equipo de la alta dirección o en Deloitte son conscientes de que les costará gestionar de verdad el grupo gallego. 

La firma del crédito de 55 millones de euros que debe salvar a Pescanova ha quedado aplazada debido a las reticencias del Banco Santander y Bankinter a aportar su parte correspondiente. Una vez comprobado que la primera marca financiera de España no se ha sumado al proyecto, Deloitte, administrador concursal del grupo pesquero, ha decidido postergar su firma hasta la semana que viene. Cabe señalar que BBVA, la última entidad que sumó junto con el banco presidido por Emilio Botín al rescate de Pescanova, no ha puesto peros a la aportación de fondos frescos. 

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