Economía abre una investigación a Deloitte por la auditoría de Banco de Valencia
El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente de Economía, ha abierto una investigación sobre el trabajo de Deloitte en Banco de Valencia, donde
No son las únicas anomalías. El grueso del agujero de 1.000 millones provenía de que todavía tenía en sus libros muchos activos inmobiliarios (garantía de préstamos o adjudicados) con el valor al que se concedieron los préstamos, es decir, a valor contable, en vez de a un precio realista que le habría obligado a provisionar la diferencia. Estas valoraciones desfasadas, que se produjeron durante la gestión del consejero delegado Domingo Parra, tampoco fueron detectadas por Deloitte.
En descargo del auditor, hay que decir que el Banco de España tampoco detectó ningún problema hasta una inspección en octubre de 2011, que a la postre provocó su intervención. Se trata de una situación muy parecida a la de la CAM, para la que KPMG también emitió auditorías limpias y el Banco de España no hizo nada entre la ruptura de Banco Base en marzo de 2010 y la intervención en julio de ese año, pese a que la caja acumulaba unas pérdidas de 1.700 millones, según reconoció después el supervisor.
Responsabilidad en la OPV de Bankia
No son las únicas anomalías. El grueso del agujero de 1.000 millones provenía de que todavía tenía en sus libros muchos activos inmobiliarios (garantía de préstamos o adjudicados) con el valor al que se concedieron los préstamos, es decir, a valor contable, en vez de a un precio realista que le habría obligado a provisionar la diferencia. Estas valoraciones desfasadas, que se produjeron durante la gestión del consejero delegado Domingo Parra, tampoco fueron detectadas por Deloitte.