El Tesoro Público no pisa el freno: intentará captar 5.000 millones de euros este jueves

El Tesoro Público español no quiere dejar para mañana lo que pueda hacer hoy. Por eso, en la primera subasta de deuda de marzo, que tendrá lugar este jueves, se ha propuesto el objetivo de financiación más ambicioso de las últimas colocaciones de deuda a medio y largo plazo. En concreto, intentará captar entre 4.000 y 5.000 millones de euros.

Se trata de la meta más ambiciosa desde la primera subasta de bonos y obligaciones del año, que tuvo lugar el 10 de enero. Entonces también se propuso conseguir entre 4.000 y 5.000 millones –finalmente logró 5.816,5 millones, que crecieron hasta los 6.955,3 tras la segunda vuelta-; posteriormente, en las otras tres emisiones de deuda a medio y largo plazo se planteó captar o bien entre 3.000 y 4.000 millones o bien entre 3.500 y 4.500 millones.

Sin temor al contagio

Con el establecimiento de este objetivo, el Tesoro demuestra que no se siente intimidado por el resultado de las elecciones italianas. Será la primera subasta tras estos comicios, pero el organismo emisor no teme el contagio. De algún modo, así lo justifica la evolución de la prima de riesgo española, que mide el interés adicional que exigen los inversores a los bonos españoles a 10 años con respecto a los alemanes con igual vencimiento. Aunque la prima llegó a dispararse por encima de los 400 puntos básicos el pasado martes, en las jornadas posteriores la tensión se moderó y ayer se situó en los 367 puntos básicos, todavía por debajo de los 395 a los que terminó 2012. 

Es más, como muestra de que, al menos por el momento, el contagio no se está produciendo, la brecha entre la rentabilidad de los bonos españoles e italianos se está estrechando por momentos. El viernes previo a las elecciones, el mercado pedía a los bonos españoles 70 puntos básicos más que a los italianos; ayer, esa distancia se redujo hasta los 21, la menor desde abril de 2012. 

Últimos precedentes

Para inaugurar marzo, el Tesoro emitirá títulos a dos, cinco y diez años. En concreto, los primeros tendrán vencimiento en octubre de 2015. La última vez que el organismo emisor los subastó fue el 17 de enero; entonces, se colocaron con un rendimiento medio del 2,71%, por debajo de su rendimiento actual en el mercado secundario –en el que cotizan los títulos tras haber sido emitidos-, que se encuentra en el 2,84%.

Los títulos a cinco años tienen fecha de caducidad en enero de 2018. El último precedente data del 7 de febrero, cuando se adjudicaron con un rendimiento medio del 4,12%; ahora se encuentran en el 3,74%. Por último, el organismo emisor lanzará obligaciones con vencimiento en enero de 2023, que el 21 de febrero se subastaron con una rentabilidad media del 5,20% y cuyo rendimiento en el secundario se sitúa actualmente en el 5,08%.