Rosell impulsa la candidatura de José Antonio Segurado (de 75 años) para renovar Ceim

La sombra de Gerardo Díaz Ferrán vuelve a planear sobre CEOE. Aunque el expresidente de los empresarios españoles continúa en prisión, la estrategia ‘condescendiente’ que adoptó la patronal durante los meses que precedieron a su salida de la organización -en palabras de un dirigente- continúa pesando como una losa. Y eso explica que ayer, durante un intenso Comité Ejecutivo, la veintena de empresarios que tomó la palabra pidiera que no se repitiera “el mismo error”.

Sólo los representantes de la patronal vasca Confebask y de la industria química reclamaron sin ambages su salida inmediata de los órganos de dirección de CEOE, mientras que el presidente Juan Rosell contemporizaba en público con un: “Arturo, haz lo que tengas que hacer”, que ha irritado a muchos dirigentes empresariales.

Esa actitud formalmente complaciente, sin embargo, no parece que vaya a calmar los ánimos. Hasta el punto de que la presión es ya insostenible (aunque sea en voz baja). Ya se da por hecho que el propio Fernández -primer presidente de Ceim después de la fusión de varias asociaciones.

Según fuentes de toda solvencia, Segurado -exdirigente de Alianza Popular- sería el candidato de Rosell, que aunque no pida a las claras su dimisión, siempre se ha sentido incómodo con Fernández, con quien no comparte prácticamente nada, y que además le ha generado numerosos problemas por muchas de sus polémicas declaraciones. No hay que olvidar que Arturo Fernández continúa imputado en su calidad de consejero de Bankia.

Según esas fuentes, Segurado sería una especie de presidente de transición hasta que se celebren el año que viene las elecciones ordinarias en la Ceim, donde ayer reinaba la más absoluta de las confusiones entre sus 380 organizaciones asociadas.

Según un comunicado de la propia Ceim, los miembros de la junta directiva dieron su apoyo “unánime” a Fernández, como cabía esperar, pero nada se dijo sobre ese ‘periodo de reflexión’ que el propio presidente de los empresarios madrileños se ha dado. Este aparente respaldo, según otras fuentes que conocen bien los entresijos de la patronal, es, sin embargo, más ficticio que real.  

Críticas contra Fernández 

Fernández tiene como oposición a la patronal del metal de Madrid, representada por Miguel Guerrero Sedano, y, en particular, el empresario Juan Pablo Lázaro Montero de Espinosa, a quien se considera un auténtico relevo generacional. Según las fuentes, hasta los representantes de El Corte Inglés han mostrado su malestar con la gestión de Fernández.

Montero de Espinosa es actualmente presidente del Club Financiero Génova, de Madrid, y empresario de éxito (es propietario y presidente ejecutivo de Sending Transporte Urgente) y  ha tenido continuos enfrentamientos con Fernández. Forma parte de la Comisión de Economía de CEOE y se le relaciona bien con José Luis Feito, vicepresidente de los empresarios y de gran influencia en la gran patronal por su sólida formación.

Montero de Espinosa sería, por lo tanto, la renovación, mientras que Segurado sería sólo un líder provisional hasta la convocatoria electoral. Rosell considera que Segurado -un empresario sin empresa- es el único que tiene actualmente ‘autoridad moral’ para invitar a Fernández a que se marche. Entre otras cosas debido a que en realidad Segurado es el perfil que más gusta a un amplio sector de la patronal, donde se reclama volver al ‘modelo Cuevas’, otro empresario sin empresa que, sin embargo, profesionalizó la CEOE y le evitó de caer en escándalos empresariales. Algo que no ocurrió, desde luego, en tiempos de Díaz Ferrán.

Rosell no lo va tener fácil. Dentro de la ejecutiva de la gran patronal hay quien sostiene que si el elegido es Segurado, la CEOE lanzaría el mensaje de que es una organización anclada en el pasado. Pero no hay que olvidar, como sostiene la fuente, que “ser mayor en Diego de León [la sede de la patronal] es un grado”.