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Botín aprovecha la fisura entre FG y Guindos para ofrecer un “cheque en blanco” a Rajoy
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SANTANDER PARTICIPARÁ EN LAS PRÓXIMAS SUBASTAS BANCARIAS Y ENTRARÁ EN SAREB

Botín aprovecha la fisura entre FG y Guindos para ofrecer un “cheque en blanco” a Rajoy

Si Mariano Rajoy no va a Boadilla del Monte, será Emilio Botín quien tenga que acudir a Moncloa, pero antes de hacer la entrada triunfal en

Foto: Botín aprovecha la fisura entre FG y Guindos para ofrecer un “cheque en blanco” a Rajoy
Botín aprovecha la fisura entre FG y Guindos para ofrecer un “cheque en blanco” a Rajoy

Si Mariano Rajoy no va a Boadilla del Monte, será Emilio Botín quien tenga que acudir a Moncloa, pero antes de hacer la entrada triunfal en Palacio, el presidente del Banco Santander ha decidido presentar sus mejores cartas credenciales ante el ministro de Economía, Luis de Guindos. El primer banquero de España, a través del máximo responsable de la política económica, le ha hecho llegar al jefe del Gobierno su consideración más distinguida y su respaldo incondicional a todas las iniciativas institucionales para las que su entidad pueda servir de inestimable ayuda.

Desde la entrada accionarial en el controvertido banco malo hasta la participación en la reforma del mapa financiero que España negocia con la Unión Europea, el Banco Santander quiere mostrar su mejor cara ante los malos tiempos que corren actuando de escudero fiel del Gobierno en la lucha contra la crisis. Botín es consciente de que los actuales inquilinos monclovitas no tienen nada que ver con sus antecesores y no van a dejarse deslumbrar fácilmente por la política de gestos y los baños de multitudes con la élite empresarial. En la nueva España del PP no basta con pregonar, es necesario repartir trigo demostrando que obras son amores y arrimando bien el hombro, como diría Su Majestad.

El presidente del Banco Santander parte, además, con un cierto handicap en la competición por desbancar a su acérrimo rival del BBVA como banquero de cabecera de Rajoy. Francisco González le ha ganado el terreno con varios cuerpos de ventaja aprovechando su inveterada relación con el Partido Popular y la muy especial que mantiene con su paisano de la Moncloa. De casta le viene al galgo, pero en medio de la crisis interminable es peligroso desgastarse en las primeras vueltas de carrera y siempre hay alguna curva para meter el morro y equilibrar la pole antes de pisar la línea de meta.

Botín no ha dudado en aprovechar la desafección que caracteriza las relaciones entre FG y LdG, una fisura que se va ensanchando a medida que el ministro sigue tirando de la cuerda para atar en corto a la banca con sus sucesivos planes de reforma. Guindos no termina de marcar una frontera clara entre las entidades sistémicas y las que deben pasar a mejor vida, ya sea por liquidación directa o fagocitosis inducida. La paciencia adorna siempre la virtud de los grandes empresarios, pero hay cosas que claman al cielo y si malo es que Bankia siga abriéndose paso a codazos con las muletas del Estado, lo que ya resulta imperdonable para FG es el atrevimiento del ministro a la hora de recuperar para la causa al “amigo” Goirigolzarri, figura de una especie en extinción que el BBVA suponía bien pagado y no menos amortizado.

Francisco González ha encarnado la oposición más o menos explícita que las grandes entidades bancarias del país habían esgrimido ante el trágala de la nueva Sareb. El banco malo ha desatado públicamente las hostilidades larvadas con el ministro de Economía, que habían sido apaciguadas poco antes del verano cuando el propio Luis de Guindos tuvo que dar un toque de atención al presidente del BBVA. En aquel momento las diferentes sensibilidades obedecían  a un puro toma y daca entre regulador y regulado, donde el primero defendía la legitimidad de la acción de gobierno y el segundo amparaba la defensa de sus intereses con su privilegiado ascendente político.

Pero el duelo a espada con botón en la punta se ha convertido en una especie de justa a primera sangre donde cualquiera puede resultar herido. Botín ha comprendido que es el momento adecuado para colocarse al lado del ministro, congraciándose con Rajoy y marcando al tiempo distancias con FG, aunque para ello deba gastar algo más que palabras en socorro del Gobierno y su agenda reformista dentro del sistema financiero.

El Banco Santander ha respondido a las exigencias de saneamiento como el más aplicado de la clase cubriendo durante los nueve primeros meses del año hasta un 90% de los deberes impuestos por los llamados “decretos Guindos 1 y Guindos 2”. El profesor manda y el alumno responde en un clima de camaradería impensable meses atrás, cuando fuentes del PP aseguraban que Botín había tirado la toalla en España para concentrarse en su operación internacional, incluida la Fórmula 1 y su doble apuesta por Fernando Alonso o Lewis Hamilton.

Al contrario, el banquero quiere ejercer como un buen hijo pródigo pagando la penitencia de su arrepentimiento como socio de referencia en el capital de ese banco malo de la discordia entre FG y el Ministerio de Economía. Para despejar cualquier duda, el propio Botín se puso en contacto hace pocos días con Luis de Guindos para tranquilizar al ministro y ofrecer su más abnegada colaboración en lo que puede ser el principio de una larga amistad con el Gobierno.

En los aledaños de Palacio ya se hacen los dedos huéspedes con lo que consideran un “cheque en blanco” del nuevo paladín de la gran reforma financiera. Botín tendrá ocasión de demostrar que es hombre de palabra en las próximas subastas bancarias, especialmente en la de Caixa Catalunya, cuya puja será abierta por el FROB inmediatamente después de cerrada la del Banco de Valencia. El Grupo Santander se ha quedado  hasta ahora al margen del proceso de reestructuración, pero la nueva entente cordiale con el Gobierno necesita un lazo más sanguíneo, un matrimonio de conveniencia que selle el pacto con Guindos y convierta a Botín, salvo mejor oferta de FG, en el aliado preferente de Rajoy, como ya lo fue de Zapatero.

Si Mariano Rajoy no va a Boadilla del Monte, será Emilio Botín quien tenga que acudir a Moncloa, pero antes de hacer la entrada triunfal en Palacio, el presidente del Banco Santander ha decidido presentar sus mejores cartas credenciales ante el ministro de Economía, Luis de Guindos. El primer banquero de España, a través del máximo responsable de la política económica, le ha hecho llegar al jefe del Gobierno su consideración más distinguida y su respaldo incondicional a todas las iniciativas institucionales para las que su entidad pueda servir de inestimable ayuda.

Mariano Rajoy Emilio Botín Luis de Guindos