Botín sacrifica el beneficio de Santander en su última gran limpieza de balance

Banco Santander publica mañana los resultados del tercer trimestre del año. Una presentación que, según diversas fuentes próximas a la entidad, incluyen unas enormes provisiones contra el beneficio neto y el capital para liquidar de una vez por todas las dotaciones que el Banco de España exige a los grupos financieros españoles tras la aprobación de los dos reales decretos de febrero y mayo.

Según distintos analistas, Santander va a reservar hasta 1.900 millones de euros procedentes de su beneficio ordinario –unos 1.400 millones- y de sus ingresos extraordinarios –al menos 490 millones- para cumplir al cierre de septiembre con las provisiones que le ha impuesto la nueva normativa del Ministerio de Economía.

Dichos reales decretos obligan a Banco Santander a reservar un total 8.800 millones para adaptar su balance a los conocidos como Guindos I y Guindos II. De ese volumen, 2.000 millones se cargarían contra el capital y 6.800 millones, contra los resultados. Sobre esta última cantidad, rebajada según varios cálculos en unos 300 millones, el grupo ya había cubierto 4.580 millones a finales de junio, el 70% del total.

De esos 4.580 millones, 1.800 los cargó el banco en el último trimestre de 2011 al conocerse que el nuevo ministro endurecería las normativas sobre capital y exposición al crédito promotor. Los otros 2.870 millones los restó de las cuentas del segundo trimestre de este año, en la proporción de 1.896 millones de euros antes de impuestos procedentes del beneficio ordinario y 884 de las ganancias de capital. Por tanto, apenas le faltan unos 1.960 millones adicionales.

Un esfuerzo que, según distintas fuentes, Santander va a repetir en las cuentas del trimestre para finiquitar el impacto de los reales decretos impulsados por Luis del Guindos. El banco ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información. No obstante, fue Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado de Santander, el que insinuó a finales de septiembre en una conferencia con inversores en Londres que el banco acometería la casi totalidad de esas provisiones adicionales al cierre del tercer trimestre, de tal modo que cuando presentase las cuentas del año completo, ya en febrero de 2013, el balance ofreciese una imagen fiel de los negocios ordinarios.

Preguntadas las fuentes oficiales por las declaraciones en la conferencia de Londres organizada por Bank of America Merrill Lynch, tampoco han querido añadir ningún comentario. En esa reunión, la mano derecha de Emilio Botín expuso que la entidad generaba un beneficio neto trimestral de entre 1.400 y 1.600 millones, que sumados a los 490 millones ingresados por la venta del negocio de seguros en España y Portugal a Deutsche Bank, permitía cubrir todas las exigencias.

Ventaja sobre BBVA

La banca tiene de tiempo hasta el 31 de diciembre de este año para cumplir con la normativa o hasta el 31 de diciembre de 2013 en el caso de haber participado en algún proceso de fusión. Santander no ha protagonizado ninguna operación corporativa, pero de cualquier manera no quiere agotar el plazo para enviar un mensaje significativo a los inversores, con los que el próximo año se verá en otro Investor Day o reunión con más de 200 gestores de cartera en los que el banco desnuda por completo sus cifras.

Además, quiere adelantarse a su eterno competidor, BBVA, que si se ha visto inmerso en la adquisición de Unimm, por lo que tiene un año más para alcanzar los ratios de provisiones y capital. La entidad presidida por Francisco González debía aumentar sus dotaciones en 4.637 millones, de los que tan solo ha cubierto 1.434 (el 30%). Por tanto, le quedan 3.202 millones pendientes de ahorrar, casi el 70% del total.

Fuentes de un broker de clientes institucionales aseguran que “cuanto antes se cumplan con los reales decretos, antes se ganarán la confianza de los inversores, que están empezando a picotear en los grandes bancos españoles”. Prueba de ello es que ambos bancos se han preciado casi un 50% desde los mínimos de finales de julio. No obstante, esa ventaja en provisiones ha permitido a Santander revalorizarse un 21,8% en lo que va de año, frente al 5% de BBVA.