La Generalitat reducirá 1.000 millones su deuda al vender de Aigües de Ter Llobregat

La Generalitat no sólo se apuntará 1.000 millones de ingresos con la venta de Aigües del Ter Llobregat (ATLL). También desconsolidará de su deuda pública los cerca de 1.000 millones que la empresa pública acumula en su pasivo, según han señalado fuentes financieras conocedoras del proceso de privatización.

La Generalitat acumula un endeudamiento de 45.000 millones. Una reducción de deuda de 1.000 millones supone un recorte del 2,2%, algo nada desdeñable en un momento en que la administración catalana no puede financiarse en el exterior, tiene cerrados los mercados de capitales y ha tenido que recurrir al rescate del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)

Al cierre de 2011, la deuda de la ATLL sumaba 758 millones, según consta en la Memoria de la empresa correspondiente a ese año. Esa deuda incluye los créditos a largo, a corto y los pagos pendientes a proveedores y se ha incrementado durante este año.

La privatización de ATLL es la que más ha interesado a los inversores de todas las que ha puesto en marcha la Generalitat. Acciona y Agbar pulsan por hacerse con el control de la empresa.

Agbar se ha asociado con Aigües de Terrassa, Aigües de Sabadell y las constructoras Acsa, Copisa y Calaf. Juntos tienen una participación del 37% del consorcio que opta, mientras que First State tiene un 33% y Caisse de Dépôt el 30%,

Por otro lado, Acciona tiene una participación del 39% en su consorcio, mientras que el 22% restante corresponde a otros inversores -Aigües de Catalunya, Gopa Consulting, Acacia ISP, Global Buridan, Global Lubbock y Gestió Catalana d'Aigües. En estos grupos, participa entre otros el grupo inversor de Liliana Godia, en un intento de los Entrecanales de catalanizar su oferta.

Búsqueda de socios

Los Entrecanales, que gestionan activos por 4.800 millones de euros en este sector, ha mostrado un gran interés por esta operación. En especial por la elevada rentabilidad que ofrece la Generalitat en la compra de ATLL. Para ello, contactaron con diversos grupos y family offices catalanes. Entre otros, con los Lara y con los Daurella. Pero finalmente sólo Liliana Godia y su marido, Manel Torreblanca, aceptaron participar en la puja.

La operación en liza es muy importante. Hay que desembolsar 300 millones y luego abonar en los años siguientes otros 700 millones en concepto de canon. Pese a eso, el plan de la Generalitat es apuntarse los 1.000 millones el primer año, considerando los ingresos futuros como asegurados.