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Ni siquiera en verano: la economía destruye 16.000 empleos y el paro escala a 5,69 millones
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LA ECONOMÍA PERDIÓ 885.000 EMPLEOS EN EL ÚLTIMO AÑO

Ni siquiera en verano: la economía destruye 16.000 empleos y el paro escala a 5,69 millones

El desempleo no da respiro. Ni siquiera durante los meses más favorables del año por la alta temporalidad de la economía española derivada de su especialización

El desempleo no da respiro. Ni siquiera durante los meses más favorables del año por la alta temporalidad de la economía española derivada de su especialización productiva (turismo, construcción o agricultura). Entre abril y junio, la economía destruyó 15.900 empleos, mientras que el paro escaló hasta el 24,63% de la población activa. O lo que es lo mismo, según la EPA, hoy hay 53.500 parados más que en el trimestre anterior. El desempleo afecta ya a 5,69 millones de trabajadores, y castiga especialmente a lo inmigrantes, entre quienes el 35,7% está en paro.

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Si la comparación se hace en términos anuales, el resultado es dramático. En los últimos doce meses, la economía española ha perdido nada menos que 885.800 puestos de trabajo, casi el 5% de la fuerza laboral, y, al mismo tiempo, 859.400 trabajadores han pasado a engrosar las listas del paro. Es decir, un increíble aumento del desempleo del 17,8% cuatro años después del comienzo de la crisis. Para hacerse una idea del fuerte deterioro de la actividad no hay que olvidar que la EPA del año pasado en el mismo periodo reflejó la creación de 151.400 puestos de trabajo (-15.900 ahora) y el paro se redujo en 76.500 personas (53.500 más ahora)

Esto significa que desde el punto máximo de la ocupación, que se alcanzó en el tercer trimestre de 2007, la economía española ha destruido nada menos que 3,1 millones de puestos de trabajo. O lo que es igual, 15 de cada 100 empleos se han perdido, lo que da idea de la intensidad del ajuste. Sin parangón en la Unión Europea. Las cifras serían todavía peores si no se hubiera producido un descenso de la población activa (ocupados más parados que buscan activamente empleo), lo que refleja el llamado ‘efecto desánimo’. La tasa de actividad se sitúa en el 60% (sube al 75% en el caso de los inmigrantes).

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al segundo trimestre del año son consistentes con el deterioro de la actividad económica (-0,4% en términos intertrimestrales), y reflejan  que la pérdida de empleo afecta a todos los sectores productivos. Sin excepción. La ocupación en el sector servicios cae casi un 4%; pero es que en la construcción, donde el ajuste no cesa, el desplome del empleo es del 16,6% en un año, mientras que la industria pierde algo más del 5% de su fuerza laboral. Incluso entre los empleadores, y en términos anuales, se produce una caída del 2,9% en la ocupación, la mitad que en el caso de los asalariados.

El drama de tener más de 55 años

La consecuencia, como no puede ser de otra manera, es un vertiginoso crecimiento del paro. En particular entre los mayores de 55 años, cuya tasa de  aumento del desempleo es del 30,5%; es decir, casi el doble que en el resto de colectivos. Ya hay casi 496.000 trabajadores con más de 55 años en paro y con remotas probabilidades de encontrar un empleo. En el caso de las mujeres, las cifras son todavía más dramáticas. El paro entre las mayores de 55 años está creciendo a un ritmo anual del 43%.

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Las cifras de la EPA, igualmente, reflejan la dualidad del mercado de trabajo español. Mientras que el número de asalariados con contrato indefinido cae un 3,5%, el de temporales se hunde un 12,7%, lo que refleja claramente sobre qué sectores está cayendo el rigor de la crisis.

Ahora bien, con una importante novedad. En el segundo trimestre de este año, ya con la última reforma laboral plenamente operativa, el número de asalariados con contrato fijo ha crecido un 4,4%, mientras que el de contratos temporales ha caído un 18,3%, lo que puede indicar un cambio de tendencia.

La dualidad del mercado de trabajo se manifiesta, igualmente, en el hecho de ya hay tres comunidades autónomas, Andalucía, Canarias y Extremadura, con más del 33% de su población activa en paro. Por el contrario, País Vasco, Navarra, Madrid, Cantabria, Aragón y Castilla y León se mantienen todavía por debajo del 20%, siendo las dos regiones con sistema fiscal propio las que mejor aguantan el tirón de la crisis (tasa de paro por debajo del 17%).

El desempleo no da respiro. Ni siquiera durante los meses más favorables del año por la alta temporalidad de la economía española derivada de su especialización productiva (turismo, construcción o agricultura). Entre abril y junio, la economía destruyó 15.900 empleos, mientras que el paro escaló hasta el 24,63% de la población activa. O lo que es lo mismo, según la EPA, hoy hay 53.500 parados más que en el trimestre anterior. El desempleo afecta ya a 5,69 millones de trabajadores, y castiga especialmente a lo inmigrantes, entre quienes el 35,7% está en paro.