Hacienda asume la última palabra para atajar el déficit de tarifa

Cristóbal Montoro acumula trabajo y competencias. El titular del Ministerio de Hacienda se ha convertido también en el responsable del Gobierno que tenga la última palabra para decidir cómo atajar el problema estructural del déficit de tarifa, el agujero de 24.000 millones de euros que acumula el sistema eléctrico del país. Según fuentes del sector energético, el Ministerio de Industria ha dejado de ser ya el interlocutor para negociar la política de ajustes que prepara el Ejecutivo y cualquier intermediación por parte de los operadores energéticos tiene que pasar por el responsable de los Presupuestos.

A falta de dos semanas para el mes de julio, el sector eléctrico espera que el Gobierno anuncie en breve la segunda parte del plan de reformas para el mercado energético. Han pasado ya más de dos meses desde que a finales de marzo el ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció la subida del precio de la luz en un 7% y un programa de recortes de 1.700 millones para poder estabilizar el déficit del sistema, de manera que para 2013 pueda llegarse a un equilibrio. Sin embargo, nada se sabe sobre la segunda oleada de recortes ni del ajuste final que se realizará desde el Ministerio de Hacienda.

Ante esta situación, los distintos operadores del mercado energético siguen movilizándose. Ayer fue turno de los eólicos, una de las facciones del frente renovable, que no tuvieron recato a la hora de calificar la situación de su sector como "insostenible". Así se manifestó ayer la presidenta de la patronal Asociación Empresarial Eólica (AEE), Rocío Sicre, quien pidió públicamente al Gobierno que no aplique recortes retroactivos a las primas que reciben las energías renovables, al considerar que esa debe ser la "línea roja" que no ha de cruzar el Gobierno cuando diseñe su nueva regulación energética.

Durante la Convención Eólica 2012, que arrancó ayer en Madrid y continúa este miércoles, la presidenta de los productores eólicos reconoció que "el problema es acuciante. Estamos dispuestos a hacer sacrificios, pero no medidas retroactivas; eso es una mala práctica regulatoria. Cambiar las reglas a mitad del partido es una decisión grave". Con respecto a la situación actual de la energía eólica, después de que el Gobierno paralizara la concesión de nuevas primas a renovables, Sicre ha asegurado que "los efectos están siendo desastrosos" y que el nuevo escenario "está estrangulando la industria".

El tiempo para que el Ejecutivo abra una línea de diálogo con los eólicos se ha agotado. Los deseos de negociar un nuevo marco regulatorio "adecuado, estable y predecible", que aporte seguridad jurídica y que consiga atraer inversión son un ejercicio de voluntarismo. En el fondo, una situación similar a la del resto de productores, tanto renovables (fotovoltaicos y termosolares) como convencionales (eléctricas), que han dado por perdida su capacidad de acceder a Industria y tratan por todos los medios de acceder al Ministerio de Hacienda antes de que el equipo de Montoro confirme el marco de recortes que se avecina. 

Como quedó claro ayer, con la ausencia de última hora de algún representante de Industria, las relaciones entre el legislador y los operadores son mínimas por no decir nulas. "Nos sentimos decepcionados de que nadie del Ejecutivo nos acompañe, pero más aún de que no hayan aceptado nuestra mano para diseñar la hoja de ruta de la energía", lamentaban ayer martes los eólicos. "Nos atienden, pero lo único que nos dicen es que primero hay que resolver el déficit de tarifa". El susto llegará alguno de los próximos viernes. Hasta entonces, cualquier ruego tiene que hacerse llegar a Montoro.