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Unicaja e Ibercaja salen mejor paradas que Liberbank y BMN
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EL REAL DECRETO MARCA EL BAILE DE FUSIONES

Unicaja e Ibercaja salen mejor paradas que Liberbank y BMN

Son cuatro, pero tienen que terminar siendo menos. Economía quiere que las cuatro cajas medianas del sector culminen un proceso de concentración. Por las buenas o

Foto: Unicaja e Ibercaja salen mejor paradas que Liberbank y BMN
Unicaja e Ibercaja salen mejor paradas que Liberbank y BMN

Son cuatro, pero tienen que terminar siendo menos. Economía quiere que las cuatro cajas medianas del sector culminen un proceso de concentración. Por las buenas o por las malas. Y tras semanas de indecisión, el impacto que tendrá el nuevo Real Decreto Ley aprobado por el Ministerio de Economía para acelerar el saneamiento del sector financiero ha marcado diferencias determinantes para el baile de fusiones. Quedan dos grupos marcados: por un lado, Unicaja e Ibercaja, que podrán hacer frente a las provisiones de manera independiente; y por otro, Liberbank y BMN, que muy probablemente necesiten dinero público.

Más allá de los 15.000 millones de provisiones que acaparan las cinco entidades más grandes del sistema, otra de las derivadas importantes del Real Decreto afecta de lleno a los medianos. En este sentido, el mejor parado vuelve a ser Unicaja, en pleno periodo de absorción de Caja España-Duero, que ha estimado en 888 millones netos su necesidad de provisión. En el caso de la entidad malagueña, tiene la ventaja de poder absorber la parte de la castellana (607 millones) contra capital, y además cuenta con 1.000 millones a disposición del FROB 3 que le concedió el Banco de España, por lo que podrá hacer frente a las condiciones del RDL.

En el caso de Ibercaja, la entidad aragonesa ha evaluado en 697 millones de euros netos (995 brutos) el impacto, incluida Caja3, la suma de Caja Inmaculada, Caja Círculo y Caja Badajoz que adquirió sin ningún tipo de ayudas. Estas provisiones podrá dotarlas contra reservas gracias al régimen especial de fusiones, que le permite hacerlo además en un periodo de dos años. En su caso, como en el de Unicaja, el ratio de solvencia deberá quedar por encima del 10% después de las provisiones para no tener que reclamar el nuevo plan de ayudas abierto por Economía para todas las entidades que no puedan cumplir.

Pero los que tendrán verdaderas dificultadas para seguir manteniendo la nota de solvencia exigida por Economía son Liberbank y BMN, por lo que tendrán que aceptar la línea de capital público. En el caso de la entidad nucleada en torno a Caja Murcia, el impacto neto del Real Decreto supone 640 millones de euros, un desfase imposible de cubrir con ingresos ordinarios (81 millones de beneficio en 2011) y que le hará entrar en pérdidas, situación por la que ya ha reconocido que pedirá dinero del FROB 3 para estar por encima del 8% de core capital (porcentaje que le corresponde por haber vendido el 20% de su capital entre inversores privados, según otro Real Decreto de febrero de 2011).

En este segundo grupo se incluye también Liberbank, la fusión capitaneada por Cajastur, que en lugar de publicar el resultado bruto o neto de las provisiones que debe realizar ha reconocido el impacto sobre capital -496 millones de euros- que representa el Real Decreto. En cualquier caso, el esfuerzo financiero es tan importante que deberá pedir dinero, como ha reconocido BMN. De esta manera, las cuatro cajas medianas quedan diferenciadas en dos claros bloques, marcando una potencial separación entre fuertes y débiles que influya en la relación de fuerzas a la hora de afrontar el proceso de fusión que les pide Economía.

Intereses contrapuestos

Así las cosas, la lógica dicta que la integración debería hacerse casando a cada una de las entidades más fuertes con una de las más débiles. También lo indica así la lógica económica, ya que estas integraciones no requerirían ayudas públicas, o al menos más reducidas que cualquier otra solución. Ahora bien, ni a Liberbank ni a BMN les interesa esta opción, puesto que serían absorbidas por entidades más solventes que no tendrían por qué concederles ninguna cuota de poder; algo similar a lo ocurrido con Banca Cívica y La Caixa. Por tanto, la mejor solución para ellos sería fusionarse los dos, repartirse el poder y pedir dinero al FROB para poder sobrevivir.

La cosa se complica porque a las dos entidades en mejor estado, Ibercaja y Unicaja, tampoco tienen interés en quedarse con las dos menos solventes 'a pulmón'. Para ellas sería mucho más interesante que el Banco de España intervenga a BMN y Liberbank, y acudir posteriormente a una subasta en la que el FROB ofrezca un esquema de protección de activos (EPA). De ahí que pretendan eludir las presiones de Economía, como adelantó El Confidencial.

Esta situación sólo se puede resolver por una decisión gubernamental -si De Guindos  ha sido capaz de forzar la salida de Rato, puede solucionar igualmente este problema- ya que dejar actuar libremente a las entidades seguramente no daría resultado. De ahí que el Gobierno haya alargado un mes -hasta el 30 de junio- el plazo para anunciar nuevas fusiones.

Son cuatro, pero tienen que terminar siendo menos. Economía quiere que las cuatro cajas medianas del sector culminen un proceso de concentración. Por las buenas o por las malas. Y tras semanas de indecisión, el impacto que tendrá el nuevo Real Decreto Ley aprobado por el Ministerio de Economía para acelerar el saneamiento del sector financiero ha marcado diferencias determinantes para el baile de fusiones. Quedan dos grupos marcados: por un lado, Unicaja e Ibercaja, que podrán hacer frente a las provisiones de manera independiente; y por otro, Liberbank y BMN, que muy probablemente necesiten dinero público.

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