Slim ya puede competir con Telefónica en Alemania y… en España a través de KPN

Carlos Slim quiere ampliar la red de su imperio a Europa. A pesar de la actual crisis económica, el empresario mexicano ha anunciado una oferta por el 24% (ya controla un 4,,5%) del capital de KPN, la operadora holandesa por la que hace algo más de una década, en plena eclosión del negocio de telefonía móvil, suspiró en más de una ocasión la española Telefónica. Ahora, a través de América Móvil, filial de la matriz Telmex, el hombre más rico del mundo quiere abrirse camino a este lado del Atlántico, dispuesto a competir con los grandes del sector.

Y uno de los callos que puede pisar en su nueva aventura es el de Telefónica, el rival con la que se disputa la hegemonía en Latinaomérica. En este caso, la operadora española tiene presencia en Alemania, segundo mercado natural de KPN después de Holanda, donde se erige como tercer operador, por encima del cuarto lugar que ocupa la filial Teleónica O2. Precisamente, esta situación había generado en el mercado la posibilidad de una fusión entre ambas para consolidar cuota de mercado real, un extremo que tendrá que ser revisado por el patrón mexicano. 

Pero el problema no descansa en Alemania. El mercado español es poco representativo para KPN, ya que la operadora holandesa, que está presente a través de la marca Simyo para cubrir el segmento low cost, cuenta con una reducida cartera de 400.000 clientes. Como en el caso de la fusión planeada con la alemana, cabe la posibilidad de que la mayor influencia de Slim en la gestión de KPN pueda dar al traste o revise algunas de las operaciones que estaban coleando, como la eventual venta del negocio belga o del español, operación para la que ya habían sonado como compradores Orange y Vodafone.

Como es propio de su condición, el dinero no es un problema para iniciar este reto. Slim ofrece 2.600 millones de euros para poder quintuplicar su participación en el capital, una oferta que supone una prima del 25% respecto del precio de cierre del mercado. Unas condiciones imbatibles, sobre todo por el bajo precio al que se encuentra la operadora, antiguo monopolio público, que en los últimos dos años ha pasado de cotizar por encima de 12 euros por acción a estar muy cerca de los 6 euros. La corrección a precio del mercado era casi del 50%. 

Posible baile de operaciones

El movimiento de Slim y América Móvil puede deparar reacciones en cadena dentro de todo el sector. De momento, una de las mejor posicionadas es Portugal Telecom, cuya solidez de flujo de caja y nivel de inversión en fibra óptica son valorados de manera muy positiva en el mercado. Además, cuenta con una verdadera joya en potencia, su posición en Brasil, donde la operadora portuguesa controla Oi, una teleco brasileña que adquirió en 2010 después de haberse desprendido de su participación en Vivo, cuya participación del 50% vendió a Telefónica. 

Al calor de este contexto, algunos inversores institucionales han ido posicionándose. Es el caso de la gestora de fondos Bestinver, que en lo que va de año se ha situado entre los primeros accionistas de Portugal Telecom, donde controla ya cerca del 1,4% gracias a una inversión de 50 millones de euros. Además, el posible veto que podría representar Telefónica ha desaparecido, ya que el gigante español, que mantiene todavía un marginal 2% de la teleco portuguesa, con la que que ha sido socia durante más de una década, está de salida después de haber renunciado a tratar de comprarla.