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Argentina quiere confiscar los dividendos de Repsol en YPF
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LA ESPAÑOLA RECIBE 400 MILLONES DE EUROS DE SU FILIAL ARGENTINA

Argentina quiere confiscar los dividendos de Repsol en YPF

Repsol sufre en bolsa la amenaza de Argentina de confiscar parte de los dividendos que la petrolera española recibe de su filial argentina. Fuentes próximas al

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Argentina quiere confiscar los dividendos de Repsol en YPF

Repsol sufre en bolsa la amenaza de Argentina de confiscar parte de los dividendos que la petrolera española recibe de su filial argentina. Fuentes próximas al grupo energético participado por La Caixa, Sacyr y Pemex han confirmado que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quiere obligarle a destinar parte de los beneficios a nuevas inversiones en el país latinoamericano.

Repsol y Petersen EnergÍa, el socio local al que la multinacional española le ha vendido el 25% de YPF, acordaron en 2008 repartirse casi 600 millones de euros de los resultados de la filial mediante el pago de un dividendo extraordinario. Además, en ese momento, las dos compañías anunciaron que desde 2010 se concederían el 90% de los beneficios, lo que suponía un pay out –porcentaje de las ganancias que se destina a retribuir al accionista- muy superior a la media.

Dicho acuerdo pretendía que los Eskenazi, dueños del Grupo Petersen, pudieron conseguir el dinero suficiente para pagar a Repsol la financiación que la española le había dado -1.250 millones- en diciembre de 2007 para adquirir el 14,9% de YPF por 2.235 millones de euros. Posteriormente, en marzo del pasado año, el inversor argentino adquirió otro 10% del capital por 880 millones conforme lo comprometido cuatro años antes.

Ese pacto perseguía que Repsol redujese su presencia en Argentina, un país que le había dado muchos dolores de cabeza por las continuas congelaciones de tarifas y que pesaba de forma negativa en la valoración que los inversores hacían de sus acciones. La venta a un socio local se hizo de acuerdo con el Gobierno latinoamericano para contentar a todas las partes. Pero como los Eskenazi no disponían del dinero, Repsol se lo prestó a cambio de que se lo devolviese mediante el pago de dividendos.

Repsol recibió el pasado año unos 400 millones de euros de YPF por su participación del 56% mediante el cobro de dividendos. Un flujo de capital que ahora puede peligrar si Argentina le obliga a realizar más inversiones en el país. Amado Boudou, vicepresidente del Gobierno, aseguró que el problema no es “si se nacionaliza o no” YPF, sino si la empresa petrolera “hace uso de toda su capacidad instalada y su potencialidad de inversión” para la producción, o si continúa con una “lógica financiera de corto plazo”.

Además, agregó en declaraciones a un canal local que “es necesario que YPF, como tiene más del 60% del mercado hidrocarburífero en la Argentina, haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión, que se explore, pero también que se produzca”. Boudou recordó que “a partir de 1999, empezó a declinar la producción de petróleo de YPF y después de 2003, la de gas”; y subrayó que “la Argentina necesita satisfacción del mercado interno”. “En un proceso de crecimiento como el que se da en la Argentina desde 2003, con mayor necesidad de combustible cada año, no es razonable que teniéndolo en nuestro suelo se esté importando”, señaló el vicepresidente.

En noviembre de 2011, el responsable financiero de Repsol, Miguel Martínez, ya anticipó el problema en una conferencia con analistas al indicar que Repsol no tenía intención de modificar la retribución al accionista en YPF, “El Gobierno de Argentina no tiene ningún derecho sobre los dividendos de YPF”, indicó Martínez en referencia a la decisión de la presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, de exigir a las compañías mineras, gasistas y petroleras repatriar al menos el 30% de lo ganado en el país.

Autocartera deficitaria

Repsol ha reducido su presencia en YPF de forma significativa en los últimos doce meses, desde el 70% que tenía a finales de 2010. La multinacional presidida por Antonio Brufau ha vendido más del 12% de su subsidaria, enajenación que le ha reportado unos 1.500 millones de euros. A priori, Repsol no puede bajar del 50,01% hasta diciembre de 2012 a menos que Petersen amortice el préstamo con antelación.

Los temores a un recorte del dividendo han hecho mella en la cotización de Repsol, que cotiza ya por debajo de los 21,06 euros a los que adquirió el 10% de su capital en manos de Sacyr Vallehermoso, Brufau consiguió desprenderse de la mitad de ese paquete a 22,35 euros por título, una operación que le reportó unos beneficios extraordinarios de 76 millones. Ayer cerró a apenas 20,2 euros tras desplomarse más de un 4%.

Repsol sufre en bolsa la amenaza de Argentina de confiscar parte de los dividendos que la petrolera española recibe de su filial argentina. Fuentes próximas al grupo energético participado por La Caixa, Sacyr y Pemex han confirmado que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quiere obligarle a destinar parte de los beneficios a nuevas inversiones en el país latinoamericano.