Nadal no suda en su debut en París por la 'incomparecencia' de su rival

Rafa Nadal ya está en segunda ronda de Roland Garros. El tenista español prácticamente no sudó para avanzar en la arcilla parisina, en un partido excesivamente cómodo ante Samuel Groth (6-1, 6-1 y 6-1), en el que los aficionados poco o nada pudieron ver del manacorense. Y no porque no pusiera ganas e ilusión sobre la pista, sino sobre todo por la incomparecencia de su rival, que no ofreció ninguna resistencia. Excesivamente fallón y alocado, regaló el partido a Nadal.

La afición presente en la Suzanne Lenglen se encontraba ávida de emociones, pero la falta de resistencia de Groth creó cierta sensación de incredulidad. Excesivo silencio en la pista y demasiados aplausos a la mínima que aparecía uno de los escasos buenos golpes que se pudieron ver. De hecho, saber cómo llega Nadal al torneo sigue siendo una incógnita, pues se pudo ver muy poco en su debut en una de las victorias más cómodas que ha tenido en su carrera en Roland Garros.

Nadal firmó un primer set arrollador y no sólo por su juego sino, sobre todo, por los continuos regalos de Groth. Al tenista australiano se le vio excesivamente nervioso, fallón y sin ganas de disputar puntos largos. Consciente de la calidad del español, el 'aussie' intentó basar su juego en la velocidad, tanto en el saque y volea como en jugarse absolutamente todos los restos desde el fondo de la pista. La táctica no pudo ser más kamikaze y beneficiosa para el español.

Tras ganar el primer juego del partido, Groth decidió lanzarse al ataque a tumba abierta con muy poca cabeza. Sus continuos errores no forzados, apoyados en un par de buenos golpes que dejó Nadal desde el fondo de la pista, pronto desarmaron al australiano. Sin querer dar continuidad a su juego y obligándose a sí mismo a arriesgar de manera inconsciente, el español sólo necesitó tres buenos juegos al resto y mantener su servicio para no dar opciones a Groth (6-1).

Excesiva aceleración en Groth

Desesperado y excesivamente nervioso, Groth continuó con su arriesgada táctica en el segundo set. Con su primer servicio consiguió romper la racha de siete juegos seguidos del español... pero poco más. Rafa Nadal le volvía a romper el servicio en el cuarto juego prácticamente sin despeinarse, confirmando con su saque la ventaja para sentenciar el parcial. Otra rotura y un nuevo juego al servicio repetían la estructura del primer set para el excelente tenista español (6-1).

Groth continuaba con sus continuos y desesperados golpes, que no dieron lugar a que Nadal tuviera que sacar su puño al cielo de París. De hecho, el rally más largo del partido tuvo lugar en este segundo parcial, confirmando la excesiva precipitación de Groth: sólo 12 golpes consecutivos que, evidentemente, cayeron del lado del español. Sólo necesitó 53 minutos para sumar el segundo set a su favor, al tiempo que el australiano trataba de animarse para seguir en el partido.

El tercer set seguiría por los mismos derroteros. Una rotura nada más comenzar el parcial, confirmada con su servicio y seguida de una segunda consecutiva, sentenciaba el encuentro. Pese a que Groth se intentó soltar cuando lo tenía todo perdido, Nadal tan sólo tuvo que mostrarse solvente en pista para dar su primer paso hacia la décima corona en París. Eso sí, dejó un antológico 'willy' en pista que hizo enloquecer a las gradas e incluso al mismísimo Groth.

Este extraño partido de primera ronda de Roland Garros no sirve para comprobar en qué estado de forma llega Nadal. El español ha confirmado en los últimos torneos que llega en buen momento, pero no se pudo ver sobre la arcilla parisina qué sensaciones tiene. La 'incomparecencia' de Groth sobre la pista, excesivamente alocado y con muy poco tenis, dio a Nadal una de las victorias más sencillas que se puedan recordar en el mejor torneo de tierra batida del mundo.