Andy Roddick, la estrella de baloncesto que quería ser número uno del tenis… y lo logró

La actualidad del tenis tiene su mirada puesta en Estados Unidos donde se está disputando el US Open y donde el viernes Andy Roddick acaparó toda la atención y no porque cumpliera 30 años en medio de un campeonato sino porque en su día anunció que esta temporada será la última en la que empuñe una raqueta de tenis. El americano se retira de las canchas después de 12 temporadas compitiendo al máximo nivel que le han llevado a llenar sus vitrinas con 36 títulos (34 individuales y 4 logrados en dobles) y ser considerado uno de los deportistas más populares de Estados Unidos donde ha protagonizado numerosas portadas de revistas tan conocidas como Vogue o Rolling Stone e, incluso, fue nombrado el hombre más sexy del mundo por la revista People en diciembre de 2003.

Conociendo a la familia de Roddick, no es extraño que Andy acabase siendo un deportista de élite. Su hermano Lawrence se dedica al buceo mientras que su hermano John también está metido en el mundo de las raquetas. Precisamente, ésta fue la razón que motivó a los Roddick a mudarse desde Texas a Florida pero el gran beneficiado del traslado fue Andy que cogió una raqueta por primera vez a los 10 años y soñó con que su nombre figurase, algún día, al frente del ranking ATP… y lo consiguió. Pero antes de que llegase ese momento de gloria, Andy Roddick tuvo que compaginar sus estudios con su papel de estrella de baloncesto y con los entrenamientos de tenis, un deporte que practicaba como mero entretenimiento hasta que sus padres se dieron cuenta del potencial de su hijo. En aquella época, el francés Tark Benhabiles se convirtió en su padrino y mentor además de encabezar una larga lista de entrenadores que tuvieron entre sus manos la preparación del tenista norteamericano.

El año 2000 fue un momento clave porque Andy, a sus 18 años, pasó de competir a nivel junior y entró a formar parte de los campeonatos ATP. Roddick tardó tres años en fraguar su auténtica explosión a nivel mundial y es que en 2003 además de llevarse el Masters de Canadá y el de Cincinnati derrotó a Juan Carlos Ferrero en la final del Abierto de Estados Unidos, una victoria que le valió para ser el número 1 del mundo recogiendo el relevo de Agassi que ocupó el mismo lugar en 1999. Andy Roddick lideró el ranking durante 13 semanas; se había labrado su propio hueco dentro del tenis mundial y desde 2002 hasta 2010 permaneció, a lo largo de 9 temporadas, entre los 10 mejores jugadores a pesar de los altibajos que ha sufrido su nivel de juego y de los continuos cambios de entrenador.