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Durban, cuando el turismo aprende a vivir con la delincuencia
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LOS ENTRESIJOS DE LA CIUDAD DONDE DEBUTA ESPAÑA

Durban, cuando el turismo aprende a vivir con la delincuencia

España se estrena en el Mundial en Durban, una de las ciudades turísticas de Sudáfrica y a la que la mezcla de razas la ha convertido

Foto: Durban, cuando el turismo aprende a vivir con la delincuencia
Durban, cuando el turismo aprende a vivir con la delincuencia

España se estrena en el Mundial en Durban, una de las ciudades turísticas de Sudáfrica y a la que la mezcla de razas la ha convertido en el centro de muchas de las disputas políticas del país africano. El 69% de la población es negra, seguida por el 20 % de asiáticos (hindúes en su mayoría), 9% blanca y el 2% de mestizaje. La tribu Zulú es la que manda en Durban y su idioma es el más hablado por encima del inglés o el afrikaáns, entre los 20 dialectos que se hablan en la ciudad portuaria, el más grande de toda Africa. Hasta aquí, todo en orden.

 

El problema ha llegado con las múltiples tensiones raciales producidas por la dominante irrupción de los hindúes en importantes puestos sociales y políticos. No hay que olvidar que Mahatma Gandhi vivió durante 21 años en Sudáfrica luchando por los derechos del pueblo hindú en un país que siempre dio la espalda a la minoría asiática. Ese germen quedó en Durban, punto de partida de la lucha de Gandhi, y hoy en día la ciudad se divide en dos sectores: el de la población negra y el de la hindú. Eso sí, el dinero, el lujo y las mejores zonas continúan estando en manos de la minoría blanca.

 

El visitante llega por el reclamo de diferentes complejos turísticos a pie de la playa que baña el Indico, diferentes acuarios y parques naturales, así como la infraestructura de la que goza la ciudad y que la ha convertido en el centro de negocios de Sudáfrica tras Johannesburgo. El acuario llamado Ushaka Marine dicen de él que es el más grande del mundo, pero eso es que no han visto el Oceanográfico de Valencia. Nada que envidiar. Las playas de Durban son peligrosas por la presencia de triburones. Una malla metálica situada a 400 metros de la orilla impide el paso de los tiburones, pero en más de una ocasión no ha servido de nada.

 

A las cuatro de la tarde cambia la ciudad

 

Tras esta de imagen de progreso que dan el nuevo aeropuerto, el estadio Moses Mabhida en el que hoy se estrenará España en el Mundial y que lleva el nombre de un político negro que luchó contra el apartheid al lado de Mandela, se esconde un 40% de paro y el lógico rescoldo de peligrosidad que conlleva. La vida en el centro de Durban desaparece a la cuatro de la tarde. El dibujo cambia por completo y demuestra el porqué de su segundo puesto en el ránking de delincuencia de toda Sudáfrica. Las calles se tornan en solitarios espacios en los que la sensación de inseguridad se masca en el ambiente.

 

La zona turística, los aledaños a la playa, se convierte en una fortaleza protegida por la policía, que en cuanto pueden te invitan a regresar a tu hotel y te recomiendan dormir con la luz encendida para evitar males mayores. Por cierto, en todas las habitaciones, diferentes carteles muestran símbolos inequívocos de que no es aconsejable dejar nada a la vista y te dicen que no se hacen responsable de robo alguno dentro de la habitación.

 

FIFA, durante el sorteo de los grupos clasificatorios del Mundial invitó a una cena a pie de playa a seleccionadores y periodistas hasta aquí desplazados. ¿Cómo solucionó el problema? Muy sencillo. A los dos lados del restaurante tiró sendas vallas hasta diez metros del agua para evitar la aparición de nadie ajeno al acto. Y es que la delincuencia es moneda común en Durban y en cuanto te alejas una calle del paseo marítimo el riesgo de atraco se multiplica hasta límites que ni la propia policía se atreve a cuantificar.

 

Cada mañana, lo que durante la noche no son más que montones de plástico, cobran vida con los primeros rayos de sol. La escena es en el paseo marítimo y de esos montones de lo que parecía basura aparecen los típicos tenderetes en los que se vende de todo y nada a la vez. Un billete de 10 rahn hace felices a la mujeres que han dado forma a su vida a la sombra del turismo y de espaldas a la playa de Durban, una de las peligrosas del mundo. Tiburones por un lado y ladrones que no aprecian su vida por otro. La policía local, señalan los rotativos de estos días, pelea por disminuir el tráfico de venta de niños que hay en la mencionada playa.

España se estrena en el Mundial en Durban, una de las ciudades turísticas de Sudáfrica y a la que la mezcla de razas la ha convertido en el centro de muchas de las disputas políticas del país africano. El 69% de la población es negra, seguida por el 20 % de asiáticos (hindúes en su mayoría), 9% blanca y el 2% de mestizaje. La tribu Zulú es la que manda en Durban y su idioma es el más hablado por encima del inglés o el afrikaáns, entre los 20 dialectos que se hablan en la ciudad portuaria, el más grande de toda Africa. Hasta aquí, todo en orden.

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