El Real Madrid pierde la identidad que le hizo campeón y entrega el partido al Sevilla y la Liga al Barça

El Real Madrid se deja gran parte de esa Liga que conquistó la pasada temporada pasando por encima de todos los rivales en los primeros cuatro partidos de Liga. La derrota ante el Sevilla no entraba en los planes de ningún madridista, pese al aviso lanzado por Mourinho el día anterior, tras confesar que no le gustaba lo que estaba viendo en el arranque liguero. Sus temores se confirmaron y su equipo se mostró vulnerable, sin el espíritu y fútbol que le valió ser tan temido como admirado durante la pasada campaña. El gol de Trochowski bastó para que Michel derrotara a su ex equipo a la sexta y para que muchos empiecen a pensar que la Liga está poco menos que perdida para los de Mourinho. Ver al Barcelona a ocho puntos duele y mucho. Y más cuando en tres semanas deben rendir visita al Camp Nou. Si no cambia, el Real Madrid puede decir adiós de manera definitiva a la Liga en menos de un mes. Hasta Mourinho ya duda de sus jugadores. 

Un fallo de marca, de atención, de concentración a los dos minutos de juego costó muy caro al Real Madrid. Casillas no salió y el resto se limitó a mirar. Nada nuevo, la verdad. Era el cuarto gol que recibía el equipo que ayer vistió de verde en lo que va de campeonato y el tercero tras una jugada de estrategia. Mucho regalo para los rivales. El tanto tuvo un efecto letal, como si a partir de ese momento todos los madridistas se sintieran un poco culpables y buscaran cerrar la herida mostrando una sobreactuación que bien pudo costar la expulsión a Higuaín y Di María. El acierto de Trochowski, que contó con la complicidad de un Di María que quizás firmó su peor partido de madridista, descompuso al Real Madrid. Igual el verde de su uniforme contribuyó algo, pero perdió el sitio, quiso empatar sí o sí en la siguiente jugada. Restaban 88 minutos por delante, pero en cada jugada parecía que se acababa el mundo. 

Tal fue la excitación de los de Mourinho que, como es lógico, en ningún momento acertaron a superar las dos líneas ordenadas por Michel. Querían llegar a la red de Palop, gran partido el suyo, sin pasar por el centro del campo, sin elaborar, sin madurar al contrario, lo que les llevaba a perder una y otra vez el balón y propiciar las contras sevillistas. Khedira y Xabi Alonso todavía deben estar buscando la pelota. Ni la vieron. Medel, Maduro o Rakitic se imponían una y otra vez.

Los verdes se equivocaron en meter tanta intensidad al juego con tanto tiempo por delante. Si hay un equipo que sabe vivir en esos choques crispados, nerviosos de pelea, es el Sevilla. Además, los madridistas perdían el sitio con suma facilidad. Marcelo se olvidó de defender, dejando una autopista para ese más que interesante Cicinho y para un Navas que no se había visto en otra así desde sus tiempos de juvenil.

La primera parte fue sevillista por completo. Antes del gol avisó en dos ocasiones y después de la aparición del alemán, las ocasiones más claras siguieron siendo para los locales. El Real Madrid llegaba, pero lo hacía por la potencia y la pegada que tiene de centro del campo en adelante. Higuaín la tuvo en un par de ocasiones, pero volvió a recordar al de la Supercopa. Ronaldo también puso a prueba a Palop en un par de lanzamientos, pero las oportunidades más claras eran para el Sevilla, que una y otra vez sorprendía a los verdes a la contra. Navas rompía una y otra vez a la contra aunque lo cierto es que no encontró rematador en casi ninguna de sus llegadas. Curioso que los de Michel doblegaran al Real Madrid con sus armas: intensidad bien entendida y contragolpes. 

Mourinho sabía que tenía que actuar, que el partido y quien sabe si la Liga se escapaba. Decidió sustituir a un desaparecido a Özil salvo en una asistencia que dio a Higuaín y a Di María que debe dar gracias a Undiano Mallenco de poder jugar en la próxima jornada. Modric y Benzema dieron aire al equipo madridista, en especial el croata, pero duraron poco. Sin tanta excitación, controlaron algo más el juego, pero no encontraban la vía. El equipo estaba descolocado. Las bandas apenas no existían y las llegadas apenas revestían peligro para Palop. El ex del Tottenhan demostró en el primer cuarto de hora que hay jugador, que tiene clase y ve bien el fútbol, pero la gasolina le duró bastante poco. Suya fue la gran ocasión, estrellando en el palo un lanzamiento suyo desde fuera del área en el minuto 52.

Mientras el Real Madrid daba un paso adelante, era el Sevilla el que llevaba peligro. Robo y salida rápida, entrando una y otra vez por la banda derecha. Hasta parecía sencillo por la facilidad con la que llegaban a las inmediaciones del área. Eso sí, volvieron a fallar a la hora de tirar a la portería de Casillas. El tiempo pasaba, se acercaba el final y pese a que los ayer verdes dominaban no eran capaces de poner en aprietos al portero sevillista. Si alguien merecía marcar era el Sevilla, pero este Real Madrid no es el de la temporada pasada. Algo sucede. Ha perdido su identidad, la que le dio Mourinho y le valió para derrotar al mejor Barcelona de la historia.

Ficha técnica:

1 - Sevilla FC: Palop; Cicinho, Botía, Spahic, Fernando Navarro; Rakitic (Manu del Moral, m.60), Medel, Maduro, Trochowski (Kondogbia, m.82); Jesús Navas y Negredo (Luna, m.70).

0 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Callejón, m.65), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Modric, m.46), Özil (Benzemá, m.46), Cristiano Ronaldo; e Higuaín.

Gol: 1-0, M.2: Trochowski.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a los locales Fernando Navarro (m.04), Rakitic (m.44) y Luna (m.88) y a los visitantes Higuaín (m.04), Di María (m.28) y Pepe (m.40).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de treinta mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del encuentro recibieron un homenaje las olímpicas sevillistas en Londres 2012 Marina Alabau, oro en la clase de vela RS:X, y Lorena Miranda, plata en waterpolo femenino.