La Supercopa ahora sí que le interesa al Real Madrid

Las palabras de José Mourinho en la previa de la ida de la Supercopa ante el Barcelona se le han vuelto como un boomerang. “Firmo perder este título si eso es que vamos a por la Liga”. Pues ni lo uno, ni lo otro. El Real Madrid tendrá que remontar en el Bernabéu la derrota en el Camp Nou y ayer en Getafe firmaron una dolorosa derrota que les deja ya a cinco puntos de los de Vilanova. Un panorama que se ha tornado oscuro tras el empate frente al Valencia en la primera jornada. Demasiados tropezones para el equipo de la Liga de los 100 puntos. La competición no concede treguas.

Lo más preocupante, en cualquier caso, no son los resultados. Que también, viendo como penaliza al final de temporada cada empate o derrota por muy pronto que se produzca. El asunto capital está en las sensaciones que transmite el Real Madrid. Si ante el Valencia cuajaron una más que digna actuación –merecieron ganar-, en Barcelona se le vieron las costuras al equipo. Lejos del punto de forma con el que arrancó el pasado ejercicio, el equipo volvió a las andadas ante los culés con un planteamiento timorato y lejos de la ambición que se le presupone. Sin la mano de Casillas y el error monumental de Valdés, la vuelta a casa hubiese sido dura, muy dura, para los madridistas. De hecho, el partido de Barcelona no ha gustado en las oficinas del club. Nada tuvo que ver el equipo con el que el año pasado plantó para en Can Barça para ganar la Liga. Eso es lo que quiere Florentino y de nuevo no lo vio. Mal asunto.

El gol de Di María, sin embargo, suavizó todo y la perspectiva de jugar ante el Getafe, equipo al que se le tiene tomada la medida, invitaba al optimismo. Nada más lejos. El paso por el Coliseum ha penalizado y mucho al Real Madrid. Sobre todo por la imagen que dio y que Mourinho se encargó de denunciar. “Es una derrota inaceptable”, espetó el técnico casi sin ser preguntado para añadir a renglón seguido: “El Real Madrid ha estado muy mal. Horrible. He visto cosas en el campo que no puedo explicar a los periodistas”. La andanada era más que clara a sus jugadores, a los que les faltó tensión y atención en momentos determinantes. Sucedió así ante el Valencia, también en Barcelona y en Getafe de nuevo. Mal síntoma.

Muchos quieren ver en la obsesión de Mourinho por conquistar la Champions el motivo para que el equipo no esté en un mejor punto de forma, lo que aumenta las posibilidades de cometer errores. El preparador luso quiere que lleguen con las piernas frescas y la cabeza despejada al momento culminante de la temporada. Donde se decide la Champions. La eliminatoria ante el Bayern no puede repetirse. Sin embargo, el equipo parece lucir un tono físico demasiado bajo, ejemplificado en Cristiano Ronaldo. El portugués sigue siendo el mejor, nadie le cuestiona, pero le falta la chispa que le hace imparable. Y esto le duele al Madrid. A cualquiera.