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De lavar platos a las 'semis' del Mundial de Clubes: la gran historia de Emiliano Tade
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AUCKLAND CITY SE MIDE A SAN LORENZO DE ALMAGRO

De lavar platos a las 'semis' del Mundial de Clubes: la gran historia de Emiliano Tade

Emiliano Tade no se trata de un futbolista normal. Muy pocas personas le conozcan por su nombre, pero este miércoles luchará por jugar la final del Mundial de Clubes

Foto: Emiliano Tade celebra uno de los goles conseguidos conel Auckland City.
Emiliano Tade celebra uno de los goles conseguidos conel Auckland City.

Emiliano Tade no es un futbolista corriente.Posiblemente, muy pocas personas le conozcan por su nombre, pero lo cierto es que enNueva Zelanda es una de las grandes estrellas del balón.Nacido en Argentina, lacaprichosadiosa fortuna iba a querer que encontrara a 10.000 kilómetros de su hogar una profesión gracias al fútbol. Convertido en héroe por sus goles y por llevar a su equipo al triunfo en la última Liga de Campeones de Oceanía, el delantero del Auckland City tendrá la posibilidad de recuperarun trozo de su país al medirse a San Lorenzo de Almagro en las semifinales del Mundial de Clubes.

El conjunto neozelandés se ha convertido en la gran revelación del torneo. Después de eliminar en octavos de final al Mogreb Atlético Tetúan (empate a cero, victoria en la tanda de penaltis) y al Entente Sportive de Sétif (0-1) en los cuartos, llega el plato fuerte en semifinales. San Lorenzo de Almagro, ganador de la Copa Libertadores, será el próximo escollo del Auckland City, donde Tade quiere acabar con los 'cuervos'. Sabe que no es una misión sencilla, pero el delantero argentino está ante la oportunidad de demostrar a sus compatriotas por qué es uno de los mejores jugadores de Oceanía.

La vida del joven delantero siempre se ha regido por las casualidades y, en este caso, no podía ser de otra manera. Apasionado del balón, Tade jugaba cada fin de semana con el equipo de sus amigos, pero nunca había llegado a ser profesional del fútbol. Tras iniciar sus estudios de derecho en su país, y en vistas de que no encontraba el estilo de vida que buscaba, decidió agarrar la mochila y recorrer medio mundo. Después de varios países, Nueva Zelanda iba a ser el destino elegido, donde se convertiría en futbolista profesional en el mejor equipo del país.

"Mi cambio de país no fue por el fútbol, simplementefue por cambiar de vida. Pero, como no podía ser de otra manera, me llevé las botas para jugar... y surgió la oportunidad", asegura. Sin tener ni un solo conocimiento de inglés, pero con mucha ilusión, el joven Tade llegó a Nueva Zelanda en busca de una nueva forma de vida. Sus primeros años en Nueva Zelanda no fueron sencillos, donde se vio obligado a trabajar fregando platos en un restaurantepara subsistir. Pero, entonces, el fútbol iba a llamar a su puerta, y cambiarsu vida para siempre. El balón le iba a convertir en una estrella.

Con sólo 20 años, Tade comenzó a jugar en equipos amateur de Nueva Zelanda. Tan impresionantes eran sus habilidades que, en 2009 y tras realizar una prueba, el Wellington United se iba a hacer con sus servicios. Dieciséis partidosen este combinado semiprofesional, donde marcaría 6 goles y daría 4 asistencias, le valieron para dar el gran salto:el Auckland City, el equipo más potente de Nueva Zelanda. Después de dos grandísimas temporadas, anotando 17 tantos en los 36 partidos disputados, la Liga de Campeones de Oceanía dela pasada temporada le iba a convertir en el gran ídolo para la afición 'kiwi'.

En la final del torneo, contra elAmicale de Vanuatu,recibió una de las grandes alegrías que el fútbol le deparaba. Después del empate a uno en el partido de ida, el encuentro de vuelta marchaba con el mismo resultado... y entonces apareció Tade. En el minuto 86, recibía un balón desde la frontal del área y enganchaba un tremendo zapatazo para convertir a su equipo en campeón del continente oceánico. Máximo goleador con 6 goles y nombrado mejor jugador del torneo, Tade se ha ganado por derecho propio ser una de las grandes estrellas del fútbol neozelandés.

Años después, eljoven argentino viajaba con su familia por Europa, recorriendo algunos de los rincones más bellos del viejo continente. Después de varios días de viaje, tras conversar con sus dos hermanas y casi de manera improvisada, los tres decidieron ir a visitar Roma. En aquel viaje, el jugador se iba a encontrar conMarcelo Tinelli y Edgardo Bauzá, vicepresidente y entrenador de San Lorenzo de Almagro, respectivamente. 'Es una señal', resonaba en su cabeza sin parar. Pues bien, pocos meses después, aquellaseñal ha tenido respuesta en forma de semifinal en el Mundial de Clubes y Tade está dispuesto a seguir soñando.

Ahora, a sus 26 años, el joven delantero argentino sigue siendo básico para su equipo. "Me quedo sin palabras al pensarlo, esto es inmenso. Cada uno tiene un libro de su vida y… uf", asegura llorando en una entrevista a FIFA."Se me vienen a la cabeza tantas cosas... Hace años que venimos a jugar el Mundial y siempre somos los menos favoritos. Y venimos aquí y la gente se piensa que somos porquería. Esto va más allá de lo que es un sueño, es un regalo de la vida", asegura Tade. Ahora, quiere demostrar ante San Lorenzo que el fútbol neozelandés puede luchar por ser el mejor club del mundo.

Emiliano Tade no es un futbolista corriente.Posiblemente, muy pocas personas le conozcan por su nombre, pero lo cierto es que enNueva Zelanda es una de las grandes estrellas del balón.Nacido en Argentina, lacaprichosadiosa fortuna iba a querer que encontrara a 10.000 kilómetros de su hogar una profesión gracias al fútbol. Convertido en héroe por sus goles y por llevar a su equipo al triunfo en la última Liga de Campeones de Oceanía, el delantero del Auckland City tendrá la posibilidad de recuperarun trozo de su país al medirse a San Lorenzo de Almagro en las semifinales del Mundial de Clubes.

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