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El Barcelona patina en una Copa del Rey que no emociona a nadie
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decepcionante partido y empate ante el hércules

El Barcelona patina en una Copa del Rey que no emociona a nadie

Golearon Real Madrid, Atlético y Sevilla, pero el Barcelona patinó en su visita a Alicante. No pasó del empate a uno ante el Hércules en un partido para olvidar de los de Luis Enrique

Foto: Los jugadores del Hércules celebran el gol que abrió el marcador. (EFE)
Los jugadores del Hércules celebran el gol que abrió el marcador. (EFE)

El sentido y emocionante minuto de silencio que se tributó en todos los estadios al malogrado Chapecoense y a todas las víctimas del fatal accidente de avión acaecido en Colombia fue la correa de transmisión de todos los partidos correspondientes a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Respetuosos y sentidos instantes los vividos en todos los estadios, pero escasa emoción pensando en los encuentros de vuelta. Como ejemplo de que la competición no es aquella en la que estas eliminatorias se disputaban a partido único, es que ni siquiera el Rico Pérez de Alicante, con la visita del Barcelona, presentó unas gradas con el aspecto esperado. Precisamente fue el equipo de Luis Enrique el único de los grandes que patinó. Empate raspado y gracias. La cuestión es que con doble enfrentamiento por la negativa de los grandes clubes a rescatar las eliminatorias a partido único, el torneo continúa sin sacar la cabeza para captar el interés del aficionado.

Foto: Mariano aprovechó su oportunidad con tres goles (JuanJo Martín/EFE).
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Luis Enrique dejó en casa a los mejores, a los que serán fundamentales para afrontar el Clásico del próximo sábado. Tres canteranos —Aleñá, Carbonell y Borja López— debutaban con el primer equipo, pero el once que se plantó en el Rico Pérez para hacer frente al Hércules estaba lleno de jugadores de primer nivel. Muchos pagados a precio de oro. Pues no demostraron esa categoría. El Barcelona rozó el ridículo en muchos momentos, con jugadores ausentes del partido, sin ningún tipo de interés en lo que sucedía en el campo. Poco que decir del primer tiempo, soporífero, con la escuadra azulgrana sin generar el más mínimo peligro, deambulando sobre el césped.

El panorama se ensombreció de verdad para el Barça cuando, nada más comenzar el segundo tiempo, el Hércules abría el marcador. Centro desde un costado, pasividad absoluta de Cillessen y sus compañeros de zaga, y David Mainz abre el marcador al rematar el balón con el pecho. Luis García Tevenet, técnico local, esbozaba una pícara sonrisa, sin creer lo que estaba pasando. Los mayores, los jugadores del primer equipo, se estaban metiendo en un lío, pero tuvieron suerte de que apareciera un canterano para meter oxígeno al Barça. Un latigazo de Aleñá, pujante promesa —Josep María Bartomeu le quiere atar por más años con un nuevo contrato— del club, sacó del atolladero a Luis Enrique, que se revolvía en el banquillo a la vista del penoso espectáculo.

Con muchos minutos por delante, el Barcelona no es que mejorara en exceso. Lo justo para mantener a raya al Hércules y poco más. Encerró el equipo blaugrana a su rival en su propia área, pero de ahí no pasó. Tensión competitiva, la justa. Hasta se vio a Luis Enrique juguetear con un balón que se había ido a la grada que estaba detrás de su banquillo. Alguna ocasión potable, pero sin consecuencias. Muchos futbolistas, como Arda Turan, quedaron marcados. Normal que siempre jueguen los mismos, también que las gradas comenzaran a vaciarse antes del pitido final. Resumiendo, el Barça es el único de los grandes que tendrá que sudar algo, al menos al principio, en el partido de vuelta.

Dejando al margen al correoso Hércules, el resto de clubes modestos quedaron sentenciados a las primeras de cambio, con partidos de vuelta de trámite, sin el más mínimo interés. El 1-7 que firmó el Real Madrid en León tuvo continuidad en el partido de vuelta, con un concluyente 6-1 final en un Santiago Bernabéu con apenas 15.000 espectadores. El Atlético de Madrid se enfrentaba a otro Segunda B, el Guijuelo, en El Helmántico, y el asunto quedó liquidado antes del descanso. El Cholo Simeone agitó el banquillo y comparecieron los menos habituales, que no tuvieron problemas en dejar resuelta la eliminatoria. En el primer acto, Saúl, de penalti, y Vrsaljko noquearon al equipo castellano. En un fulgurante arranque de segundo tiempo, Carrasco, en dos ocasiones, y Correa sellaban la plácida goleada. El canterano Rober firmó otro para redondear un 0-6 incontestable.

El Formentera, único representante de la Tercera división, fue enterrado por el Sevilla de manera contundente. Un 1-5 que dejará vacío el Pizjuán en el segundo partido. Lo mismo se puede decir de El Madrigal cuando el Toledo visite el estadio amarillo; el Villarreal sentenció al equipo de Onésimo (0-3) sin contemplaciones. El Córdoba se impuso por un claro 2-0 al Málaga, toda una sorpresa, porque el equipo de Segunda está en crisis y estrenaba entrenador tras el cese, este lunes, de José Luis Oltra. El Granada, colista en la Liga, se impuso en Los Cármenes (1-0) a Osasuna, mientras que el Celta ganó por el mismo resultado al UCAM Murcia en La Condomina.

La Copa del Rey es un torneo tutelado y organizado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Javier Tebas, presidente de LaLiga, sueña con un radical cambio de formato, con una 'final four' como guinda a una competición que ha perdido brillo sin parar en los últimos años. Con una sede fija, este proyecto pretende que el torneo tenga mayor interés, con una fase final que atraería patrocinadores y aumentaría los ingresos por derechos de televisión. Desde que volvió el formato a doble partido, en 2005, la Copa ha ido decayendo en interés con el paso de los años. Tras varios batacazos de los grandes cuando se jugaba a partido único, todos se unieron para volver al doble enfrentamiento. La RFEF accedió, a cambio de que los clubes más modestos tuvieran una compensación económica.

Desde hace años, las declaraciones se suceden por parte de entrenadores y futbolistas de equipos de Segunda, Segunda B y Tercera división. El mensaje es siempre unánime, señalando a la Copa del Rey como una competición diseñada para que la gane siempre uno de los grandes del fútbol español. Pero la ley de los dirigentes de dichos clubes se sigue imponiendo a día de hoy. Hasta el mismo Pep Guardiola, cuando entrenaba al Bayern de Múnich, se mostró muy crítico con el sistema que manda en la Copa de España. "El formato que funciona en Alemania es perfecto —a partido único—, porque los equipos pequeños merecen tener la posibilidad de pelear con los más grandes. Es una competición interesante y muy atractiva. En España, es complicado cuando se decide a doble partido", sentenció.

Hay que recordar que en la jornada del martes ya se disputaron tres partidos, siendo Abelardo el que cobró todo el protagonismo tras su encontronazo con un periodista del diario 'Marca' en la sala de prensa de El Molinón. Lamentable la comparecencia del entrenador del Sporting tras caer derrotado su equipo ante el Eibar (1-2), dedicando al profesional de la información, entre otras, las siguientes frases: "Presumes de esportinguista y eres menos esportinguista que todos los que estamos aquí (...) Haces un daño tremendo, siempre vais a lo puto negativo, tú y tu puto periódico (...) Sois unos impresentables y te lo digo así de claro (...) Nunca preguntáis lo positivo, sois como Van Gaal, siempre negativo". En los otros partidos del martes, el Valencia firmó un reconfortante triunfo en Leganés (1-3), el Betis ganó por la mínima al Deportivo (1-0) en Sevilla y Alcorcón y Espanyol firmaron tablas (1-1) en tierras madrileñas.

Resultados y goleadores:
Leganés, 1 (Darwin Machis) — Valencia, 3 (Munir, Medrán y Bakkali).
Alcorcón, 1 (Giménez) — Espanyol, 1 (Piatti).
Sporting, 1 (Borja Viguera) — Eibar, 2 (Bebe y R. Jiménez).
Betis, 1 (Sanabria) — Deportivo, 0.
Real Madrid, 6 (Mariano, 3, James, Enzo Zidane y Morgado, en propia meta) — Cultural Leonesa, 1 (Yeray).
Formentera, 1 (Gómez Román) — Sevilla 5 (Correa, 3, y Ben Yedder, 2).
Toledo, 0 — Villarreal, 3 (Adrián Jiménez, Bakambu y Castillejo).
Córdoba 2 (Rodri Ríos y Borja Domínguez) — Málaga 0.
Granada, 1 (Toral) — Osasuna 0.
Guijuelo 0 — Atlético de Madrid 6 (Carrasco, 2, Saúl, de penalti, Vrsaljko, Correa y Rober).
UCAM Murcia, 0 — Celta, 1 (Sergi Gómez).
Hércules 1 (David Mainz) — Barcelona 1 (Aleñá).

El sentido y emocionante minuto de silencio que se tributó en todos los estadios al malogrado Chapecoense y a todas las víctimas del fatal accidente de avión acaecido en Colombia fue la correa de transmisión de todos los partidos correspondientes a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Respetuosos y sentidos instantes los vividos en todos los estadios, pero escasa emoción pensando en los encuentros de vuelta. Como ejemplo de que la competición no es aquella en la que estas eliminatorias se disputaban a partido único, es que ni siquiera el Rico Pérez de Alicante, con la visita del Barcelona, presentó unas gradas con el aspecto esperado. Precisamente fue el equipo de Luis Enrique el único de los grandes que patinó. Empate raspado y gracias. La cuestión es que con doble enfrentamiento por la negativa de los grandes clubes a rescatar las eliminatorias a partido único, el torneo continúa sin sacar la cabeza para captar el interés del aficionado.

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