New Balance hará historia y su agosto en Basilea gracias al Sevilla y el Liverpool

“Este año nos ha tocado la lotería”. De esta guisa te responden en las oficinas que la compañía americana New Balance tiene en la localidad pontevedresa de Redondela cuando les preguntas por la primera gran final europea de la temporada, que este miércoles enfrentará en el Saint Jakob Park de Basilea a Sevilla y Liverpool, a la sazón dos de sus escuadras de postín. Razón no les falta. Si ya de por sí resulta complicado para las grandes marcas deportivas especializadas en el deporte rey (Adidas, Nike y Puma) colar a pares a sus clientes en un duelo de exposición mediática planetaria, el exitazo obtenido por la firma bostoniana en la temporada que ha supuesto su desembarco en el fútbol profesional no atiende a otra explicación que no esté relacionada con el azar o la conjunción de los astros en el sitio y momento apropiados.

Tanto es así que desde que comenzaran a disputarse las competiciones continentales, allá por 1955, nunca dos equipos vestidos por una misma firma deportiva que no fueran las tres citadas con anterioridad había podido presumir de ser la vencedora moral de un enfrentamiento en el que, ganara quien ganara, luciría el logo de su marca en el momento de levantar el trofeo de campeones. Ni en la Copa de Europa, ni en la extinta Recopa, ni en la Copa de la UEFA o su actual versión de la Europa League. “Indudablemente, para nosotros se trata de un partido histórico, además de un escaparate mundial impresionante para la marca. Es el escenario ideal al que aspiramos todas las empresas que nos dedicamos a esto”, explican desde NB España a El Confidencial pocas horas antes de la presentación de la elástica que el Sevilla lucirá (con permiso de la UEFA) en tierras helvéticas en busca de su quinto entorchado de la competición, tercero con su actual denominación.

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La importante apuesta económica realizada por la tercera firma deportiva más poderosa del mundo para meter la cabeza en el fútbol de alto standing (fichó al Liverpool a cambio de 422 millones de euros en seis temporadas; y al Sevilla por unos 11 kilos hasta el 2018) ha tardado unos pocos meses en comenzar a dar sus frutos. Y es que el porcentaje de éxito de New Balance en el año de su aterrizaje en el balompié europeo ha superado la más optimista de las expectativas dado que apenas contaban con cinco escuadras en la parrilla de salida de los dos torneos (Sevilla y Porto en Champions; y Liverpool, Celtic y los noruegos del Odds BK en Europa League). “Estamos más que satisfechos con las ventas de camisetas sumando todos los equipos. Lo del Liverpool ya sabíamos que iría bien porque, de hecho, tiene un tirón parecido al del Manchester United, Barça o Real Madrid. Porto y Sevilla están funcionando muy bien, habiendo agotado el stock la primera ya en noviembre, mientras que con las tres equipaciones del Sevilla está sucediendo también justo ahora”.

Los títulos del Sevilla

Aunque el Liverpool es, en términos numéricos globales la joya de la corona del universo NB en lo que al balompié se refiere (el mítico club inglés factura alrededor de un millón de elásticas anuales), es el conjunto hispalense el que mayores alegrías ha dispensado a la multinacional yanqui desde que hace justo un año tomaran el relevo de una de sus firmas satélites, Warrior. Su estreno oficial, en Varsovia, se saldó con un primer título y esta campaña pueden aumentar hasta los tres caso de que los de Emery sean capaces de batir a los ‘Reds’ en Basilea y al Barcelona el próximo sábado en la final de la Copa del Rey.

El merchandising de New Balance está sacando el máximo partido a ese dulce momento que viven por el Sánchez Pizjuán. Amparándose en unos números excelentes (sus ventas han aumentado en torno al 25% con respecto al año pasado), la firma deportiva estadounidense ha decidido diseñar dos elásticas diferentes para cada una de las grandes citas que aguardan a los andaluces en los seis próximos días. Hace escasos días presentó la que lucirán en el Vicente Calderón ante los azulgranas, mientras que hoy, bajo el lema “miedo a nada”, hará lo propio con la vestirán en el St. Jakob Park y también el próximo ejercicio liguero. Ésta última estará a disposición de los aficionados pocos minutos después de su puesta de largo en las tiendas oficiales del club, con lo que tendrán la oportunidad de lucirla en las gradas del estadio suizo, al igual que los ‘supporters’ del Liverpool.

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“Allí hicimos algo parecido la semana pasada y fue impresionante. Se vendieron más de 1.000 camisetas en solo una noche. Hay una auténtica fiebre en la ciudad con esta final, aunque al tratarse de un equipo con seguidores por todo el mundo, las peticiones de camisetas nuevas llegan desde un montón de lugares”. Aunque en menor medida, el tirón mediático del Sevilla estos tres últimos años, producto de sus logros sobre el manto verde, ha servido para internacionalizar una marca que cruza ya incluso los límites del continente europeo. “El fenómeno sevillista ha llegado hasta Asia o Centroamérica. Por citar algún ejemplo, tenemos peticiones de equipaciones desde Tailandia o Panamá”, cuentan desde Galicia con la sonrisa grabada en la voz. Porque, pase lo que pase el miércoles en Basilea, “la empresa no pierde”.