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Roures detona una bomba programada que devuelve al Barcelona a los juzgados
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otro problema judicial para el club azulgrana

Roures detona una bomba programada que devuelve al Barcelona a los juzgados

El rumor del presunto espionaje al presidente de Mediapro corría por Barcelona desde el pasado verano, pero nadie osó a publicarlo sin tener pruebas concluyente. Ahora Roures ha soltado la bomba

Foto: Roures, presidente de Mediapro, anunció este viernes una querella contra el Barça y Sandro Rosell (Emilio Naranjo/Efe)
Roures, presidente de Mediapro, anunció este viernes una querella contra el Barça y Sandro Rosell (Emilio Naranjo/Efe)

Jaume Roures hizo este viernes público el secreto a voces que corría por Barcelona desde hace meses. Concretamente, desde el pasado junio, cuando comenzó la carrera electoral en el FC Barcelona que concluyó con la victoria de Josep María Bartomeu el 18 de julio con un 54,63% de votos sobre el total del censo electoral. Durante la campaña eran muchos los periodistas en la Ciudad Condal a los que les habían comentado, 'off the record', el asunto del espionaje de los correos electrónicos del presidente de Mediapro.

Las constantes filtraciones avisaban de que la bomba estaba al caer. Era tan grave, y en plena campaña las voces pueden ser tan interesadas, que nadie osó a publicarlo sin tener pruebas concluyentes. Siete meses después de las elecciones, ha estallado al fin de manera programada en una rueda de prensa convocada por el propio Roures convocó una rueda de prensa contundente en la que no se ahorró calificativos para el expresidente Sandro Rosell, al que calificó de “miserable y bocazas”.

La pregunta del millón es por qué el presidente de Mediapro decide presentar ahora una querella criminal ante los Juzgados de Instrucción de Barcelona contra el expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, por un presunto delito continuado de revelación de secreto empresarial, otro contra su intimidad y otra por hurto agravado, querella que se extiende también al propio club. Por qué ahora y no antes, cuando los hechos se produjeron, como él mismo reveló ante los medios, “entre al menos el año 2009 y octubre del 2011”. Por qué a pesar de saberlo y después de pedirle explicaciones directamente a Rosell —“me dijeron que sí, que recibían correos, pero que tal como llegaban, los borraban. Eso durante tres años. Debería haberles salido un callo en el dedo. Me dijeron: 'Debemos arreglarlo a la catalana', el oasis catalán, el hoy por ti y mañana por mí. Yo catalán soy profundamente, pero de gilipollas nada. No he vuelto a charlar con Sandro”, detalló—, no ha hecho hasta ahora.

Rueda de prensa de Jaume Roures este viernes en Barcelona.

Roures dio la siguiente explicación sobre el momento elegido para presentar la querella: “Estábamos en la guerra del fútbol con PRISA y somos resistentes, pero no podemos contra todos. Lo hemos presentado cuando nos conviene a nosotros y no cuando les conviene a nuestros enemigos. El proceso de licitación sobre el fútbol concluyó hace una semana. Por eso lo hemos hecho ahora”. Al Barça, Roures le considera coautor y víctima al mismo tiempo. Coautor porque “el club contrató a Robert Cama" y le pagó por una actividad, que era espiarlo, y el club tenía conocimiento. Robert Cama es un extrabajador de Mediapro, donde era director de tecnologías de la información, y es el responsable informático en la actualidad del FC Barcelona, donde le contrataron cuando Roures le echó, al instante. Es decir, el Barcelona, según Roures, sabía que Cama tenía intervenido el ordenador del presidente de Mediapro a petición de Joan Carles Raventós, actual responsable de las secciones de la entidad azulgrana. Y le ficharon. La acusación es tan grave como parece.

“A instancias de Raventós, Cama pinchó el correo y enviaba todo lo que consideraba interesante, a nivel profesional o personal. Los discos duros ya se los han entregado al juez para que los analice. Bonus Sport —antigua empresa de Rosell— abonó mucho dinero por el trabajo realizado. Luego, una vez contratado, el Barça le pagaba 100.000 euros al año y Rosell le abonó unos 60.000. Con el paso del tiempo supimos que Cama pidió un contrato de seis años a razón de 185.000 euros por año”, explicó Roures.

Pep Guardiola estaba informado. Se lo comunicó el presidente de Mediapro, al que le une una estrecha relación personal, y el todavía técnico del Bayern reconoció este viernes en Múnich saber que el club para el que trabajaba entonces estaba, presuntamente, espiando el correo electrónico de Roures. “Pincharon los correos con muchas empresas con las que tenemos negocios o temas pendientes. Se tocaron mails con información sobre abonados de GolT, concursos de acreedores de clubes, horarios de partidos, etc... Se hicieron con correos que hablaban de Guardiola y temas de Laporta, uno con Evarist Murtra (exdirectivo con Laporta). Cama era uno de los principales responsables informáticos de Mediapro”, apuntó.

El Barcelona se declara ajeno los hechos

El Barcelona, mientras, no dio señales de vida durante las ocho horas después de la durísima rueda de prensa. Ocho horas en las que los teléfonos de los responsables de comunicación echaban humo. Descartada una comparecencia pública, el comunicado llegó minutos antes de las ocho de la tarde y el club azulgrana anunció que es “totalmente ajeno a los hechos que han motivado esta querella”, además de solicitar el archivo del caso y pedir respeto para los expresidentes de la entidad.

Josep María Bartomeu no ha convocado una rueda de prensa desde el pasado 9 de junio, cuando dimitió para presentarse como candidato a las elecciones. Josep Vives, nuevo portavoz del club, se estrenó hace una semana ante los medios, aunque comenzó a trabajar el pasado 1 de octubre. Nadie habló este viernes después de las graves acusaciones: solo el comunicado con cuatro puntos.

A Bartomeu en particular y al Barça como club se les empiezan a amontonar las causas judiciales. Desde Neymar en la Audiencia Nacional y provincial, pasando por las esteladas en el TAS, la denuncia de Manos Limpias por los pitos al himno o el contencioso con la FIFA por los menores hasta llegar a los problemas con el fisco de sus principales estrellas.

La querella de Jaume Roures es la última y no es precisamente un caso menor. El expresidente Sandro Rosell, en su día el más votado en la historia en unas elecciones del Barça, tiene motivos para estar preocupado. El Código Penal recoge en sus artículos 278 a 280 los delitos de difusión, revelación o cesión de secretos de empresa, para los que se establecen penas de 2 a 4 años de prisión para el descubrimiento de secretos, de 3 a 5 años para el que los difundiera o revelase a terceros y de 1 a 3 años para el que recibe esta información.

Jaume Roures hizo este viernes público el secreto a voces que corría por Barcelona desde hace meses. Concretamente, desde el pasado junio, cuando comenzó la carrera electoral en el FC Barcelona que concluyó con la victoria de Josep María Bartomeu el 18 de julio con un 54,63% de votos sobre el total del censo electoral. Durante la campaña eran muchos los periodistas en la Ciudad Condal a los que les habían comentado, 'off the record', el asunto del espionaje de los correos electrónicos del presidente de Mediapro.

Jaume Roures
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