El Barça despide a la ‘gorila’ que se mofó de Koné en el partido Llagostera-Racing

Nuevo gesto racista en un campo de fúlbol.Después del platanazoen Villarreal, en esta ocasión el escenario ha sido el encuentro de ida delplay-offde ascenso a Segunda División entre el Llagostera y el Racing.La víctima: Mamadou Koné, delantero santanderino. La desafortunada protagonista: una aficionada del Llagostera, que desde las gradas del equipo catalán danzó como un gorila.

El feo gesto corrió como la pólvora por las redes sociales, desde donde respondió Koné."Respecto a lo de esta "señora" mejor no decir nada... Ya se retrata ella sola", escribía el futbolista en su cuenta de Twitter.

La misma plataforma empleó el equipo catalán para condenar la acción:"La Unió Esportiva condena todo tipo de actitud racista y pide disculpas a los que se hayan sentido dolidos por el gesto de una espectadora. El club ya trabaja para identificar a la espectadora, que no es socia del club, y le prohibirá a partir de ahora la entrada al Municipal".

Además, la presidenta, Isabel Tarragó, facilitó los datos de la persona a los Mossos d'Esquadra para que lleven a cabo los trámites que consideren oportunos.Una vez identificada como empleada del FC Barcelona, éste ha decidido prescindir de sus servicios en las taquillas del museo de la entidad.Se acoge al código ético instaurado en 2010, donde se aclara que las actitudes de “discriminación o trato inadecuado de género, raza, color, nacionalidad, creencia, religión, opinión política, estado, orientación sexual, minusvalía o cualquier otra circunstancia personal protegida por el derecho, tanto respecto a empleados, directivos, socios o proveedores" son contrarias a los principios y valores de la entidad.

El Ayuntamiento de la localidad gerundense también se sumó a la condena por estos hechos: "Lamentamos cualquier actitud racista y pedimos disculpas por esta actitud intolerable #NoAlRacismo". Por su parte, el Racing mostró su repulsa por este tipo de acciones "lamentables" que, sin embargo, no debe manchar lo vivido en las gradas entre las dos aficiones.