La Lazio se lleva el derbi romano y la Copa de Italia, donde se volvió a hablar de fútbol

La Lazio se llevó la Copa de Italia  frente a la Roma gracias al gol de Lulic y decanto del lado celeste el derbi de la ‘Ciudad Eterna’. El partido, que se había adelantado a las 18:00 h. en lugar de las 20:45 h. inicial por temor a posibles incidentes entre ambas aficiones, no tuvo mayores consecuencias y se desarrolló con total normalidad. Aunque en la previa se encontraron distintas armas, no hubo incidentes que lamentar y no se perdió de vista el juego, a diferencia del último derbi, que se saldó con doce heridos por arma blanca y el ataque a una ambulancia.

El encuentro, conscientes ambos equipos de su trascendencia, tanto emocional como deportiva, tuvo poco vuelo y las ocasiones escasearon. Feo y tosco, los equipos estuvieron atenazados la mayor parte del choque. Fue la Lazio quien rompió un poco las reglas del partido. La Roma, sin ideas para armar el juego de ataque, se fue empequeñeciendo hasta que el conjunto celeste aprovechaba un rechace del portero romanista por medio de Lulic y colocaba el 1-0, que a la postre sería definitivo, en el minuto 77.

En un país con un fuerte arraigo por el ‘calcio’, había muchos temores a que un partido de tanta trascendencia, con la Copa de Italia en juego, se volviera a saldar con lamentables incidentes como los acaecidos en el último derbi romano. En la capital romana,  la trascendencia del fútbol traspasa lo comprendido al terreno de juego. Los dos equipos de la ciudad, Roma y Lazio, se identifican con tendencias políticas opuestas. Mientras que la Roma,  cuya afición se concentra de forma más notable en las viejas calles del centro de la ciudad, se identifica con un ciudadano de políticas de izquierdas, la Lazio, que concentra su masa social en las afueras de la ciudad, se relaciona con el seguidor de derechas. Tras los últimos derbis, donde la rivalidad traspasó la frontera de lo deportivo, volvió a primer el juego y el partido no fue noticia por lo sucedido en las gradas.

El duelo, además de por la marcada rivalidad entre ambos equipos, venía marcado por las consecuencias que conllevaba el título. Fuera de Europa ambos conjuntos en la Liga, la Copa significaba el último billete para poder disputar competición europea. El Roma se une así al Inter de Milán, otro histórico del fútbol italiano que la temporada que viene tendrá que ver las competiciones continentales por la pantalla de televisión.