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Francesco Totti, más eterno que la misma Roma
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ESPERA RENOVAR Y ASPIRA A ESTAR EN EL MUNDIAL DE BRASIL

Francesco Totti, más eterno que la misma Roma

La 'Città Eterna', un lugar donde se encuentra la mayor concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, una urbe en la que las iglesias se

Foto: Francesco Totti, más eterno que la misma Roma
Francesco Totti, más eterno que la misma Roma

La 'Città Eterna', un lugar donde se encuentra la mayor concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, una urbe en la que las iglesias se suceden unas a otras, donde las 'madonnas' vigilan y protegen a locales y turistas desde los altares que surgen en cada esquina, una ciudad con tres milenios de historia que vio nacer a alguien que parece más eterno que la misma Roma. El 27 de septiembre de 1976 venía al mundo Francesco Totti, un jugador que “ha escrito la historia del fútbol” en palabras de su amigo Buffon. Un futbolista que esta semana cumplía 20 años en la primera división italiana y que, de momento, no tiene en sus planes colgar las botas. Un delantero que ha jugado 529 partidos con la camiseta de la Roma y ha doblegado a los porteros rivales en 226 ocasiones. Un romano que se ha ganado ser 'El Gladiador'.

Hay pocos jugadores que pueden presumir de haber firmado dos décadas en el club de sus amores. Francesco Totti se encuentra, desde el jueves pasado, dentro de este selecto club. Los aficionados afirman que no hay nadie más romano que su capitán, las tiendas de recuerdos turísticos de Roma sitúan su figura en las estanterías entre las del César y Juan Pablo II. Le idolatran. En el Olímpico no importa que Totti pase la mayor parte del encuentro andando con las medias caídas porque cuando aparece lo hace para poner su toque de clase o para marcar y es entonces cuando la 'Curva Sud', localización de los 'tifosi', entona la canción de su capitán y festejan sin complejos durante varios minutos. Por eso, si uno le pregunta a Totti cuál es el sitio más bonito de su ciudad no dirá el Coliseo, el Panteón, la Fontana o  el Vaticano; responderá que es la 'Curva Sud'.

A los 9 meses de vida, Francesco ligó su destino al fútbol cuando empezó a perseguir una pelota en la playa ante la mirada de su familia. Su 'mamma' vio en el balón la vía de escape perfecta para que su hijo no sufriera con los problemas de casa. A los 6 años cruzó el río para empezar a jugar en el Smit, equipo del Trastevere. De ahí pasó al Lodigiani para acabar en el juvenil de la Roma con 13 años. El Milan quiso llevarse a la futura estrella romanista pero su madre lo impidió ya que no concebía que el niño abandonase su ciudad. Las bases estaban sentadas, era cuestión de tiempo que Francesco explotara. En 1993 debutó ante el Brescia y un año después firmó su primer tanto ante el Foggia (1-1) y en 1997 recogió el brazalete de capitán.

Totti resiste al tiempo igual que a los entrenadores (que se lo digan a Bianchi) y a las ofertas que ha tenido sobre la mesa. Equipos italianos soñaban con situarle en el centro del campo y en 2004 estuvo a punto de cambiar la Roma por el Real Madrid pero el acuerdo no se cerró y se quedó en Italia: “Estuve decidido a irme pero no pudo ser, no me arrepiento”. A pesar de su trayectoria en la Serie A, su palmarés se queda corto para un jugador de su talla: un 'Scudetto', dos Copas de Italia y las mismas Supercopas italianas. A nivel individual, su trofeo más importante llegó en 2007 cuando logró la Bota de Oro, un año después de haber saboreado la gloria en Alemania donde Italia se erigió como campeona del mundo. Muy pocos apostaron que Totti formaría parte de 'La Squadra Azzurra' cuando, meses antes, se rompió el peroné. Él quería estar en el Mundial, no falló y su papel fue esencial para la consecución del título. Lo que sí se perdió fue la Eurocopa 2008: no se recuperó a tiempo de la lesión en el cruzado. Han sido los dos únicos contratiempos físicos que Totti ha tenido en toda su carrera.

Visión de juego, rapidez, maestría a la hora de ejecutar las faltas son algunas de sus cualidades dentro del terreno de juego. Situado como segundo delantero es capaz de repartir asistencias y de colocar el balón en el fondo de las redes rivales. Y es en esta faceta donde ha desarrollado y perfeccionado una de sus principales características, la 'cuchara'. Totti recogía el balón para elevarlo por encima del portero desde cualquier punto del área o desde los once metros: Van der Sar aún recuerda el penalti que le marcó en la Eurocopa de 2000 a pesar de que Maldini y Di Baggio le tildaron de loco antes de anotar.

El final de Francesco Totti todavía está lejos. Su contrato con la Roma acaba en junio de 2014 pero él quiere seguir llevando el brazalete de capitán igual que espera convencer a Prandelli para poder disputar el Mundial de Brasil: “Es lo máximo, especialmente en Brasil, donde el fútbol lo es todo. Si las cosas salen mal, todos sabrán a quien culpar y los críticos dirían que Italia llevó a un anciano que arruinó el plantel”. Hay jugador para rato. Buffon afirma que el delantero no envejece sino que rejuvenece y Andreazzoli que “es tan importante para Roma como el Coliseo”. Totti es eterno.

La 'Città Eterna', un lugar donde se encuentra la mayor concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, una urbe en la que las iglesias se suceden unas a otras, donde las 'madonnas' vigilan y protegen a locales y turistas desde los altares que surgen en cada esquina, una ciudad con tres milenios de historia que vio nacer a alguien que parece más eterno que la misma Roma. El 27 de septiembre de 1976 venía al mundo Francesco Totti, un jugador que “ha escrito la historia del fútbol” en palabras de su amigo Buffon. Un futbolista que esta semana cumplía 20 años en la primera división italiana y que, de momento, no tiene en sus planes colgar las botas. Un delantero que ha jugado 529 partidos con la camiseta de la Roma y ha doblegado a los porteros rivales en 226 ocasiones. Un romano que se ha ganado ser 'El Gladiador'.